EN SU ÚLTIMO NÚMERO ABOGA POR RECONOCERLAS COMO "NACIONES CULTURALES"... mientras los españoles del resto del pais contemplamos con expectación los resultado del 25 N
Manifestación en favor de la independencia de Cataluña por las calles de Barcelona.
En un artículo titulado "Resentimiento en Cataluña", el semanario británico The Economist señala
que "a pesar de que el fantasma de la secesión es una distracción
inoportuna, España todavía tiene que cambiar" y aboga por dar mayor autonomía fiscal a Cataluña, el País Vasco y "quizás" a Galicia,
y reconocerlas como "naciones culturales" dentro de España. De acuerdo
con este artículo, el Ejecutivo español debería comenzar un proceso de
revisión de la constitución después de las elecciones catalanas.
"George Orwell,
escritor británico, luchó en las trincheras de la guerra civil española
para defender a Cataluña del general Franco. Seguramente estaría triste
por lo que está sucediendo en esta bonita y culta región de España. El
25 de noviembre los catalanes votarán en las elecciones autonómicas que
se han convertido en un referéndum no oficial sobre la independencia de
Cataluña", comienza el artículo. "¿Qué estaría mal si los 7,5 millones
de catalanes, con su propia lengua y cultura, eligiesen convertirse en un Estado-nación?", añade.
Para la publicación, la mejor respuesta al desafío independentista catalán
sería que España adoptara oficialmente el federalismo, con la creación
de un "senado federal" y estableciendo una "legislación clara sobre
quién recauda qué impuestos". Sin embargo, considera que, "tras el
intento fallido de los años 1873 y 1874", la palabra federalismo en
España está maldita, por lo que admite que una posibilidad más
"factible" sería la de reconocer a las "naciones culturales" de Cataluña, País Vasco y Galicia y dotarlas de más autonomía que al resto.
The Economist advierte
de que la región representa una parte importante de la cuarta mayor
economía de la zona euro, por lo que el resultado de estos comicios
"tendrán consecuencias más allá de sus fronteras". No obstante, la
revista sostiene que la comunidad catalana ya goza de "más autonomía que
la mayoría de las regiones europeas" y pone como ejemplo que gestiona
sus propias escuelas, hospitales, policía, prisiones e instituciones
culturales". "Sólo le falta la posibilidad de subir los impuestos y la
declaración ilusoria de Estado", añade.
En
su opinión, la mayor parte de los catalanes está "contenta" con ser
tanto catalán como español, y achaca el aumento del respaldo a la
independencia a que los ciudadanos piensan que puede suponer un respiro
frente a la recesión de la economía. Pero el semanario advierte de que
"eso no es así", ya que, aunque se incrementaría la recaudación fiscal,
también afrontaría una mayor deuda.
Manifestación del desencanto de un país
En
este sentido, considera, en un especial sobre las elecciones de este
domingo, que el "entusiasmo por la independencia catalana puede ser
simplemente la más dramática manifestación del descontento de un país
que ha pasado de ser el 'nuevo rico' europeo, al 'nuevo pobre'".
Asimismo, asegura que la cuestión catalana es la más "complicada" a la que se enfrenta el presidente del Gobierno, Marian Rajoy, ya que "pone en vilo la integridad territorial de España y, por tanto, el futuro de la cuarta mayor economía de la zona euro".
No hay comentarios:
Publicar un comentario