Pujols ya vaticinaba el fracaso de la pretensión independentista de Mas
Con el 53,48% del voto escrutado, CiU ha fracasado en su
intento de conseguir una mayoría absoluta que le dé el certificado para
llevar a Cataluña hacia un referéndum soberanista. Artur Mas se quedaría con 48 escaños, 14 menos menos que los que tenía en 2010 y 20 de la mayoría absoluta. Además, depende de ERC, que se convierte en la gran beneficiada con 20 escaños, de los 10 que tenía.
Artur
Mas, que esta mañana a la hora de votar aseguraba que “Cataluña se lo
jugaba todo a una carta”, tendrá que repensarse ahora el camino por el
que debe llevar a su autonomía hacía la supuesta tierra prometida. Depende otra vez para la mayoría absoluta de ERC,
con unos postulados aún más radicales que los suyos en términos
soberanistas, y un mal socio para acometer la reducción del gasto
público que le exige el Gobierno central y la Unión Europea.
La
primera reacción de los dirigentes de CiU tras conocer el avance de los
sondeos es asegurar que el referéndum se mantiene porque el Parlament
tendrá 100 diputados soberanistas. Una afirmación un tanto artera y que,
con la mitad del voto escrutado, es falsa. A los 48 de CiU, suman los
20 de ERC, los 3 de CUP y los 13 de ICV. Para estos últimos, el
referéndum no es una prioridad y anteponen la salida de la crisis y las
políticas sociales. Además, en esa mayoría soberanista, CiU es ahora la
fuerza mayoritaria con menos escaños que antes de las elecciones (tenía
62) y la aventura de Mas ha permitido a ERC duplicar resultados. En un
Gobierno de coalición, ERC no será comparsa y exigirá poder y capacidad
de decisión, algo con lo que no contaba CiU antes de esta convocatoria.
Por
su parte, el descalabro del PSC se aminora (tendría 22 escaños,
perdiendo seis) pero ha de tener consecuencias nacionales en cuanto a
las aspiraciones de Carme Chacón en el PSOE, como ya le advirtió Rubalcaba.
Los socialistas serían ahora mismo segunda fuerza. Superarían por 2 al PP de Sánchez Camacho,
que recoge parte del descontento popular con CiU y con los socialistas y
que ganaría así 2 escaños sobre los 18 que tenía en 2010.
ICV, la izquierda ‘sensata’ de Joan Herrera, obtendría con la mitad del voto escrutado 13, tres más que en 2010, mientras que Ciutadans de Albert Rivera más
que triplicaría los 3 escaños que tenía, pudiendo obtener 9 escaños y
recogiendo gran parte del voto que se ha movilizado en esta ocasión y
que normalmente se queda en casa.
CUP, soberanistas
apoyados por Batasuna, irrumpen en el Parlamento con 3 escaños, lo que
supone un elemento perturbador más para la legislatura que comienza.
La jornada ha transcurrido con normalidad y ha estado marcada por un significativo aumento de la participación
con respecto a las elecciones de noviembre de 2010. A las seis de la
tarde, dos horas antes de que se cerraran los colegios, la participación
llegaba al 56,1% de los 5.257.252 electores con derecho a voto
en Cataluña. Este porcentaje supone casi 8 puntos más que el registrado a
la misma hora hace dos años. Entonces votó un 48,39% del censo.
La
polarización de la campaña y la exacerbación del mensaje nacionalista
de CiU ha provocado la movilización en circunscripciones en las que
habitualmente se producía una elevada abstención. Eso ha sucedido, según
los primeros sondeos, con las ciudades del cinturón industrial de
Barcelona, donde había votado a las seis de la tarde casi un 8 por
ciento más de los que lo hicieron en 2010.
Fuente: El Confidencial.
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