La campaña de las autonómicas catalanas del próximo 25 de
noviembre será de todo menos tranquila. Aunque la independencia es el
eje más importante del discurso de todos los partidos, las formaciones
de izquierdas no están dispuestas a obviar temas como los recortes en
sanidad, educación y servicios sociales o la corrupción, donde adivinan
que el candidato convergente, Artur Mas, tiene un punto débil.
No es de extrañar, así, que la corrupción haya sido la primera invitada de la campaña. Y fue el líder socialista, Pere Navarro, el primero en sacarla a colación. En su primera comparecencia ante la prensa, Navarro advirtió que CiU “está bajo sospecha” debido
a los escándalos contra dirigentes de la formación nacionalista que se
siguen en los juzgados barceloneses. El dirigente del PSC subrayó que es
preciso “hablar muy claro” y que los partidos “expliquen exactamente de dónde viene su financiación”, ya que no está seguro de que los convergentes tengan las manos limpias.
No son palabras gratuitas, ya que CiU ha tenido que presentar su sede social como aval de más de 3 millones de euros en el caso Palau.
Según el sumario, la institución musical sirvió para desviar dinero
subrepticiamente hacia Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) y ese
dinero provenía de empresas a las que el último gobierno de Jordi Pujol
había adjudicado grandes obras públicas. Conforme iban asumiendo las
obras, un porcentaje del dinero que pagaba la Generalitat iba al Palau
de la Música que, según los investigadores, lo pasaba luego al partido
bien pagando a sus proveedores o bien a través de la Fundación Trias
Fargas (actualmente llamada CatDem).
Pero no es el único
caso: desde el año pasado, un juzgado investiga la creación de una trama
empresarial que presuntamente preparaba la anulación del último
concurso de reparto de estaciones de ITV para elaborar un nuevo mapa y
adjudicar estaciones a empresas amigas. En la cúspide de esta trama, los
investigadores sitúan al propio secretario general de CDC, Oriol Pujol,
que es el número tres de la lista en estas elecciones. Además, en marzo
pasado fueron detenidos tres empresarios (uno de ellos, compañero de
clase de Oriol Pujol), el subdirector de Seguridad Industrial de la
Generalitat , Isidre Masalles, y el responsable de la Sectorial de Empresa e Industria de Convergència, Josep Tous.
”No
sabemos si tienen las manos limpias, pero sí que sabemos que si tienen
las manos libres continuarán recortando”, enfatizó el líder del PSC,
Pere Navarro. “Lo que tenemos claro es que se ha de clarificar el papel
de CiU en estos casos, ya que las sospechas de corrupción son muy
graves”, señalaron fuentes de la cúpula socialista a El Confidencial.
Los otros partidos de la oposición guardan también munición sobre el
tema para ir desgranándola a lo largo de la campaña, con el objetivo de
erosionar la imagen del candidato convergente.
La hoja de ruta de Mas
Pero,
ajeno a las cuestiones sociales, Artur Mas prefirió atenerse a su
discurso y a su hoja de ruta. Por ello, aprovechó su primera
comparecencia en campaña para prometer que su primera iniciativa será
“proponer al Parlamento una declaración solemne sobre el derecho a
decidir. Una declaración que enlace con la última resolución que aprobó
el Parlamento”. Se refiere a la que el 25 de septiembre reclamaba la
soberanía fiscal, el concierto económico y una Hacienda propia para
Cataluña y que contó con el apoyo de CiU, ERC e ICV. El líder
convergente descubrió sus cartas: “Cuando propongo esta declaración
solemne, lo hago para hacer entender que, a partir del 25N, Cataluña será observada con lupa desde todos los lados.
Cada paso ha de ser pensado, meditado, bien hecho, para ganarnos la
comprensión de la comunidad internacional. Hemos de improvisar poco e ir
haciendo para ganar consideración”.
Tan seguro está de lo que
pasará el 25N y de que repetirá mandato que incluso desgranó los puntos
claves de esa declaración parlamentaria, que él tiene ya preparada:
hará hincapié en la democracia, la transparencia, el diálogo, Europa y la legalidad.
Luego, que se sume el que quiera, puesto que la estrategia y los ejes
programáticos serán responsabilidad de CiU. Porque el líder de los
nacionalistas se sabe ganador y no se oculta a la hora de afirmar que
una de las primeras cosas que hará es convocar a todos los partidos con
representación parlamentaria, ”incluso a los que están contra el derecho
a decidir, para debatir cómo enfocar la nueva etapa que comienza Cataluña. De ese encuentro, han de salir los principales elementos de la hoja de ruta para los próximos tiempos”.
Por algo estamos,subrayó, “ante la operación política de más envergadura y transversalidad política de los últimos 300 años. Cataluña se lo juega, como quien dice, todo”.
Las intenciones de Artur Mas hicieron saltar inmediatamente a la candidata del PP, Alicia Sánchez-Camacho,
que le advirtió de que su formación se opondrá a la declaración y le
acusó de alejarse cada día más “de los problemas de los catalanes”. El
PP presentó también un vídeo bajo el lema ¿Pesadillas? El próximo día 25 acaba con ellas, en el que ridiculiza la independencia: un hombre llamado Joan García se acerca al registro civil. Cuando se identifica, la funcionaria le espeta:
-A ver, Joan... de acuerdo, pero García... este apellido no es muy catalán.
Mmmmhh, ¿qué le parece Garriga en lugar de García?
-¿Cómo? ¿Qué dirá mi mujer?
-Uy, no se preocupe, a ella también se lo cambiaremos, que estamos construyendo un país...
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