Mientras sea delito penal las manifestaciones críticas ante el Parlamento, y no lo sea ni la dejación de funciones de representantes políticos a nivel del Estado, ni las actitudes de ciertos ayuntamientos "que se declaran independientes", ni la de Presidentes de Comunidades Autónomas que se mofan de la Constitución que por Ley debieron jurar cumplir con fidelidad, estaremos viviendo en un Estado fallido, donde el Presidente del Gobierno se convierte en comparsa y mofa de unas minorías que se sienten portadoras de una gran legitimidad para seguir lucrándose a costa del Estado.
La referencia de EL CONFIDENCIAL hoy 16 de noviembre ratifica la línea de nuestro comentario al hilo de la Cumbre Iberoamericana que se celebra este fin de semana.
El presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso del Reino de España, Josep Antoni Duran i Lleida
(CiU) no estará en la XXII Cumbre Iberoamericana, que, presidida por Su
Majestad el Rey, arranca hoy en Cádiz.
El también portavoz de los
nacionalistas catalanes en la Cámara Baja ha rechazado la invitación del
Ejecutivo con el triple pretexto de que tiene que hacer campaña
electoral en Cataluña este fin de semana, que no tiene una intervención
oficial fijada en la reunión y que su estado de salud (la cojera que arrastra en público desde la Diada) le dificulta tanto desplazamiento.
Durán se suma así a la negativa a asistir al acto del resto de los
portavoces de los grupos minoritarios de la oposición invitados por el
Gobierno, y lo hace pese a su alto cargo de representación, lo que el PP
califica de “clara dejación de funciones”.
El ‘detalle’
del dirigente nacionalista, que tiene pasaporte diplomático y fue votado
por los diputados del PP para presidir la Comisión de Asuntos
Exteriores al principio de la legislatura, ha sentado muy mal en el
Grupo Popular, donde ya sabían y se esperaban el desaire de los demás portavoces, pero no de Duran. Por la oposición, sólo acude a la Cumbre Iberoamericana Alfredo Pérez Rubalcaba,
pero en el Gobierno se daba por hecho que estaría en Cádiz el
presidente de la comisión parlamentaria que se ocupa de la política
exterior en un acto de semejante relevancia para los intereses
diplomáticos, económicos y empresariales de España.
El Gobierno
decidió tomar la iniciativa a primeros de mes y extendió más allá del
Ejecutivo las invitaciones a todas las fuerzas políticas parlamentarias
para ‘abrir’ la reunión de la Cumbre Iberoamericana. Según fuentes
gubernamentales, Exteriores, Economía y Presidencia, los principales
ministerios organizadores de la cita, han diseñado la reunión de jefes
de Estado y de Gobierno de toda Iberoamérica en clave muy económica, también como un foro para estudiar, debatir y acordar salidas a la crisis económica.
Cuenta también con una nutrida representación empresarial, factor
añadido, según los citados medios, para que Duran cumpliera con su doble
obligación parlamentaria, como presidente de la comisión de Asuntos
Exteriores y como portavoz de CiU.
Las explicaciones ofrecidas
desde el grupo parlamentario de Convergencia y Unión se basan en un
cúmulo de problemas que impiden a Duran desplazarse a Cádiz: tiene actos
de campaña electoral en Cataluña, no le han reservado una intervención en la Cumbre como sí tiene el portavoz del Grupo Popular, Alfonso Alonso, y se ve obligado a desplazarse con muletas por una lesión en una pierna que arrastra desde septiembre.
La
peor disculpa es la de la campaña electoral, apuntaron en fuentes del
Grupo Popular, donde incomodan los desaires de Duran. Aunque los
diputados del PP tengan instrucciones superiores de cuidar las
relaciones con el único dirigente nacionalista catalán que se desmarca
del desafío independentista de Artur Mas, Duran insiste en asegurar que
su cargo de presidente de las Comisión de Asuntos Exteriores se debe a
una oferta personal de Mariano Rajoy y que le traen sin cuidado las críticas que le dirigen otros responsables del Partido Popular como María Dolores de Cospedal.
Por parte del Grupo Popular, su portavoz adjunta, Beatriz Rodríguez-Salmones,
acusó a Duran de faltar a sus obligaciones constitucionales y
“agraviar” a los países iberoamericanos al rechazar la invitación para
estar en la Cumbre Iberoamericana. Pero también agregó que su grupo no reclamaba que dejara el cargo (tampoco es reglamentariamente posible removerlo de la presidencia de la comisión), pero sí que cumpliera con sus funciones de representación.
Ahora
falta por ver si Duran se ha saltado las fotos, como representante del
Congreso del Reino de España, con ministros y presidentes del Gobierno
para asistir a mítines de CiU; o si la pertinaz cojera exhibida desde la
manifestación independentista de la Diada le obliga a desaparecer de la
escena pública durante algún día, circunstancia que se da
frecuentemente en los últimos dos meses.
Comenta: DPR.
Fuente: Ángel Collado EL CONFIDENCIAL
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