Mientras el futuro político y económico de España
se hunde en un abismo cada vez mas profundo, un presidente mentiroso
y cobarde antepone con una desvergüenza y un cinismo sin límites
sus intereses personales y electorales a los intereses nacionales,
mientras se esconde ante el mayor desafío independentista de la
Historia de España.
Un desafío que ignora y desprecia totalmente al
Rey, al Gobierno, a las Leyes, a la Constitución y a la voluntad de
46 millones de españoles. Y todo basado en dos gigantescas mentiras
que este Gobierno de irresponsables no ha desmontado, exponiendo la
verdad a los catalanes y a los españoles. El “España nos roba”,
cuando es exactamente lo contrario y “Cataluña sería mucho más
rica si se independiza”, patrañas que el pueblo peor
informado, menos libre y mas alienado de Europa se ha creído, cuando
la realidad sería que si se independizaran perderían un
tercio de su renta, lo que situaría a Cataluña al mismo nivel
de Portugal y por debajo de Grecia y Chipre, cifras que el Gobierno
debe poner encima de la mesa ya mismo para desmontar este gigantesco
fraude.
Igual que debe explicar a los ciudadanos que, como
señalan Moody´s y S&P, una Cataluña independiente “por su
debilidad económica -se ha convertido en una región de ocio y
congresos- no podría superar el non investment grade”; que
desde 2009 la Generalitat viene cometiendo un gigantesco fraude
contable, para falsear la verdad de un saldo fiscal positivo de 4.015
millones, para lo que suman los IVAs pagados desde fuera de Cataluña
como aportación catalana y reduciendo a la tercera parte -de 7.118 a
3.268- lo que gasta el Estado en Cataluña. Un fraude contable sin
precedentes ante el escandaloso silencio de la Hacienda española que
no se toma en serio este tema gravísimo. Tampoco les explican que el
superávit comercial de Cataluña con el resto de España es de
23.000 millones de euros, y que el 70 % de las inversiones en
Cataluña se financian con dinero de sus cajas fuera de Cataluña.
Finalmente, otro tema esencial que los separatistas ocultan es que,
en caso de secesión, Cataluña debería hacerse cargo de la parte de
deuda proporcional a su PIB: 200.000 millones de euros que, unida a
la suya propia de 45.000, obligaría a esa Cataluña independiente a
empezar su andadura con un ratio de deuda del 144%. Pero lo más
importante es que el próximo jueves Rajoy tiene que explicar a un
enloquecido Mas, que ni pacto fiscal ni referéndum.
Veamos ahora los gastos e ingresos de una supuesta
Cataluña independiente: 12.000 millones de intereses de la deuda;
pensiones y otro gasto social, 21.800 millones; clases pasivas parte
catalana, 2.800 millones; coste Estado actual (según el Presupuesto
de 2012 de la Generalitat, con sus 253 entidades más ayuntamiento),
37.000; que más 6.000 dan un resultado de 43.000 millones. Hay que
seguir sumando. Más déficit según presupuesto 10.500; más
coste adicional como estado propio, 10.000 millones. Resultado: el
coste total de una Cataluña independiente es de 99.500 millones, más
otros 30.000 de vencimientos de deuda. El PIB bajaría 65.000
millones, pero seamos optimistas y supongamos que solo baja 30.000:
lo más que podrían obtener por impuestos aplastando fiscalmente a
los catalanes -quitándoles el 50 % de su renta- serían 85.000
millones en el mejor escenario y 67.500 en el peor.
Cataluña esta quebrada, tendría que despedir al
75% de sus empleados públicos. ¿Pero cómo es que este Gobierno de
irresponsables y memos no ha publicado estas cifras elementales y
al alcance de cualquiera en todos los medios de España, y dejan que
unos golfos engañen vilmente al pueblo catalán?
Ha pasado ya el tiempo de “hablando se entiende
la gente”
Dicen que hay que hablar, y que hay que hablar hasta
la extenuación. Es lo mismo que hemos hecho en el pasado y los
nacionalistas han incumplido todo. Hoy ya no hay nada que discutir.
CiU solo aceptará dos opciones, dotar a Cataluña de estructura
de Estado y convertir al resto de España en su colonia económica, o
la independencia. España ha llegado al límite de cesiones y de
indignidad. CiU se ha echado al monte y se ha situado fuera de
la Ley en abierta rebelión contra España y eso no se puede tolerar
ni un minuto más. Porque España está a punto de saltar por los
aires, porque los nacionalistas no pretenden solo la secesión de
Cataluña, proponen la secesión de lo que llaman “les Pays
Catalans”, es decir, Valencia, Baleares y Aragón, a las que
piensan anexionar por la buenas o por las malas, y luego el País
Vasco que también pretende separarse pero llevándose también,
quiera o no quiera, a Navarra.
¿Pero qué clase de monarca y que clase de Gobierno
son capaces de tolerar la rebelión de un grupo separatista y el
engaño masivo a todo un pueblo sin abrir la boca?, ¿por qué hemos
de vivir de rodillas, excarcelar a asesinos, o entregar 5.000
millones de euros -que se añaden a otros 5.500 ya entregados- para
pagar las nóminas de quienes acaban de quemar nuestra bandera,
insultar a la patria española y aceptar sin más la secesión?, ¿por
qué hemos de tolerar a los grandes empresarios catalanes que nos
sigan expoliando con sus monopolios, cuando no han dicho una palabra
contra esta infamia convertidos así en cómplices directos ?
El Rey y Rajoy tienen la obligación grave de llamar
a capítulo a estos empresarios, que realizan entre los dos tercios y
el 75 % de su negocio fuera de Cataluña, y llamarles ya, y
obligarles a pronunciarse: o con España o contra España. Decirles
que o sacan de Cataluña sus sedes sociales o se van de España.
Pero lo más importante es que el próximo jueves Rajoy tiene
que explicar a un enloquecido Mas, que ni pacto fiscal ni
referéndum, y que si van a ello se entraría en el supuesto del
Art.155 de la Constitución y, en cumplimiento de la Ley, la
autonomía catalana sería derogada. Si por el contrario el
cobarde de Rajoy no lo hace ni tampoco el Rey, cuyo silencio resulta
clamoroso, ambos y todos aquellos altos cargos civiles y militares
que han jurado defender la Constitución y la unidad de la patria
deberán ser detenidos y juzgados por alta traición.
España hoy, con un Rey, una casta política y unas
instituciones a quienes solo importan sus miserables intereses
personales, parece definitivamente sentenciada a morir sin ni
siquiera defenderse. ¿Hasta cuando todo un pueblo puede
contemplar impasible la destrucción y la ruina de su nación, de su
futuro y del futuro de sus hijos? Y uno se pregunta asombrado
¿es que en España ya no quedan ni patriotas ni hombres?
La larga saga de gobiernos irresponsables o
traidores
¿Y cómo se ha podido llegar hasta aquí?, ¿cómo
ha podido perpetuarse esta saga, la mas larga de la Historia de
España, de mentirosos, irresponsables y/o traidores? La iniciaría
Suárez, un mediocre cortoplacista sin el menor sentido del
Estado, que sentaría las bases de la desintegración y el desastre
con el “café para todos” primero, y restaurando después un
fuero fiscal medieval al que se oponía Paco Fernández Ordóñez,
que deseaba una Hacienda única para todos los españoles, porque los
cabezas de fila de UCD -Marcelino Oreja y Sahagún, en
Guipúzcoa y Vizcaya- le presionaron con la increíble tesis de que,
si no lo hacía, ellos perderían las elecciones, instaurando
así un expolio inaceptable que hace que el País Vasco pague hoy a
la hacienda española 8.000 millones de euros anuales menos de lo que
le correspondería en el régimen común, incluyendo los IVAs de
productos vascos (70%) vendidos fuera de la región pero que se
ingresan en las diputaciones vascas y de los que se apropian en casi
su totalidad.
Saga continuada y ampliada por González, que
en 1984 en lugar de formar una coalición de gobierno de izquierdas
con el PSUC, ERC y PSA (52,8% de los votos) prefirió ceder el poder
a Pujol y Familia S.L. (27,8 % de los votos), un conjunto intrigante,
desleal y sin escrúpulos que iniciaría la senda de la secesión con
el “España nos roba”, cuando eran ellos, los nacionalistas,
quienes robaban a los catalanes a manos llenas con mordidas del 3,
del 10 y del 15 %. Luego Aznar que, en vez de dar marcha
atrás, cometería el error histórico de transferir la
Justicia, la Sanidad y la Educación, cuando la Educación es lo
primero que hay que rescatar si se quiere consolidar la unidad de
España. No es de extrañar que después, como en Cataluña donde
desde niños se lava el cerebro de los ciudadanos diciendo “somos
una nación”, algo que jamás han sido, y “España nos roba”,
el tema se les vaya de las manos. Cataluña esta quebrada,
tendría que despedir al 75% de sus empleados públicos. ¿Pero cómo
es que este Gobierno de irresponsables y memos no ha publicado estas
cifras elementales y al alcance de cualquiera en todos los medios de
España, y dejan que unos golfos engañen vilmente al pueblo catalán?
Luego Zapatero -el indigente mental que
negaba la realidad de España- junto a su mano derecha, Rubalcaba,
pasaría de las cesiones irracionales a la alta traición, rindiendo
España a una banda de asesinos completamente derrotada, a la que
entregaría el Gobierno de Guipúzcoa y abriría el Parlamento de la
nación que quieren destruir; y alentando y aprobando un Estatut
abiertamente inconstitucional que convierte a España en una colonia
política y económica de Cataluña. Y ahora Rajoy, un cobarde
patológico a quien como acertadamente denunciaba el Financial
Times, no le importa España sino solamente “lo suyo”, y que
continúa y amplía la traición de Zapatero incumpliendo todas sus
promesas y llevando al país a la ruina por su desastrosa
incompetencia.
Rajoy: primero lo mío y España que espere
Centrándonos en lo inmediato -que también clama al
cielo- en su afán de no ser aplastado en Galicia, lo que sería su
fin, Rajoy ha dejado claro que repetirá el disparate de los
Presupuestos Generales del Estado de 2012 y aplazará decisiones
esenciales en función de sus conveniencias políticas. Y acto
seguido ha ordenado a Montoro mentir masivamente sobre el déficit
autonómico. Dice que las Comunidades Autónomas acumularon un
déficit en junio de 8.063 millones ¡Pero cómo puedes ser tan
tramposo Cristóbal! Mira por donde tengo delante las cifras de
Valencia, a la que adjudicas un déficit del 0,3 % equivalente a 300
millones. El déficit de Valencia a junio era de ¡3.100 millones! Y
el caso de Valencia no es único por lo que es lícito hacer una
extrapolación: si Valencia es el 9,8 % de España, el déficit
conjunto de las CCAA es de unos 31.000 millones y la estimación
fin de año de 60.000, teniendo en cuenta el nuevo IVA (o sea el 5,8
% del PIB) y faltan Estado, ayuntamientos y Seguridad Social. La
estimación de déficit 2012 a día de hoy supera el 10 %, los gastos
no se han reducido -intereses, paro, pensiones… son mucho
más- y los ingresos fiscales y sociales se han hundido.
Y ahora el colmo de la
infamia: nos subirán impuestos en 2.700 millones y quitarán la
tarifa protegida de la luz a millones de hogares españoles, para
pagar a los amigos de Montoro, el lobby de las renovables,
cuyas acciones se han disparado. Un caso inaudito de presunta
prevaricación, pues Montoro que ha sido su asesor tenía que haber
sido apartado de esta decisión. Esto ya no es un país es Ali
Babá y los 400.000 ladrones. Solo hay ya una respuesta
posible: echar al monarca, a Rajoy y a la casta como sea y plantar
cara a los nacionalistas y a los empresarios que les apoyan, con la
Ley y la Constitución en la mano.
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