viernes, 5 de octubre de 2012

A los borregos hay que esquilarlos


*Juan Vicente Santacreu es el presidente de la Plataforma Masby
Creo que estamos todos de acuerdo que a los borregos hay que esquilarlos una vez al año y con el dinero que se obtiene al vender su lana, se pueden mantener las infraestructuras del redil y también algo de pienso para alimentarlos.


Esto lo tienen muy claro los pastores y por eso siempre que necesitan algo de dinero les pasan la máquina “cortalanas” a los borregos y solucionado. Nunca en toda la historia fue tan fácil sacar dinero, máxime con los borregos hispánicos que son dóciles y se dejan.


Como el rebaño español es muy grande y difícil de controlar, los pastores decidieron hace tiempo sepáralos en distintas cuadras resaltando pequeñas diferencias entre ellos y así convencerlos que son distintas razas.

 Esto es simplemente “marketing social aplicado”, ya que mientras las distintas “razas” se entretienen entre ellas con enfrentamientos triviales, –y también tribales- los pastores aprovechan sutilmente para esquilarlos.


Pero los pastores deben de ir con cuidado en no pasarse con la trasquilada y deben dejar algo de lana en el pellejo del borrego para que en tiempos fríos no se mueran, porque eso sería matar a la gallina de los huevos de oro.

El problema de los pastores que tenemos en España es que no tienen ni puta idea y jamás han trabajado en estas labores. Y ninguna otra. Son unos indigentes cerebrales y laborales. 


Estos pastores han cortado tanto la lana y tantas veces que han dejado a los borregos y a las borregas en pelota picada y sin defensas. Y no digamos esos “hijos de puta” que han metido cada trasquilón que han desgraciado para toda la vida a millones de borregos en toda la nación.


Pero lo triste de todo esto no es que los pastores han esquilmado, esquilado y trasquilado al rebaño, es que encima no lo han invertido en bienes para el redil, los cabreros se han ido de putas y borracheras al tiempo que han inundado todos los rediles de leyes y prohibiciones con gran habilidad y ligereza. 

Los cabreros y cabreras de este país han rematando la libertad incluso impidiendo su movilidad. Entre granjas. Granjas de adoctrinamiento, evidentemente. 


Dicen que Dios aprieta pero no ahoga, evidentemente estos “cabrones” no son dioses, estos te esquilan, te crujen y te ahogan.

 En Masby lo advertimos hace tiempo, a los borregos hay que esquilarlos pero no despellejarlos.



Esto es lo que pienso de los cabreros y así lo digo.


Juan Vte. Santacreu  -  en Twitter @JVSantacreu  -  Diario El Aguijón

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