Historias
recientes como la Dominicana y la Española, están poniendo de
manifiesto la crisis de un sistema que precisa una nueva visión
Tomás
Hernández Franco destacó como ensayista en la época Trujillista.
Poseedor de una vasta cultura arropada por su vivencia en La Sorbona
(París) e infatigable viajero por el mundo, por lo que me resisto a
pensar que encontrara en esos lugares inspiración para apoyar un
régimen dictatorial al que sirvió.
Más
bien su experiencia latina, favoreció la apuesta ante unas
democracias de nombre, viendo el desorden imperante en estas
latitudes.
En
“La Más Bella Revolución de América” dice: - Las
revoluciones estallan a su preciso momento: ni minuto antes ni
después. Marcan el grado de desbordamiento, del “no poder ya más”,
es la desesperación hecha gesto y hecha acción; por eso las
revoluciones triunfantes de nuestras repúblicas tienen ese carácter
de unanimidad que asombra. No es guerra, es avalancha -
También
nos dice: “No se irrita el que no es hostigado, no se rebela el
que no está oprimido, no grita el que no sufre”... ¿se podría
pensar que el Trujillismo fue una revolución “pervertida”?
Es
indudable la existencia de motivaciones de que exteriorizan rebeldías
contra un modelo que no está funcionando en latino-América ni el
mundo: no funcionó el neo-liberalismo anglosajón, ni la
socialdemocracia europea y mucho menos los sistemas implantados tras
la Revolución bolchevique de 1917... Y en otros países ¡nunca
funcionó tampoco!
La
crisis mundial presagia la necesidad de un nuevo sistema global y soy
de los que piensan que en esto, movimientos como los ecologistas
tienen un papel extraordinario para aportar modelos diferentes de
desarrollo no basadas en el artificio ni en la vida aparente
facilitada por la política prestamista de los Bancos (ejemplo de los
Verdes alemanes).
A
mi juicio en la sociedad dominicana no sólo falla el modelo
político. Un sistema basado en un bipartito monopolizado por el
clientelismo de sus votantes que apuestan siempre por el relevo, más
que para solucionar problemas a los ciudadanos, para su lucro
personal, lo que parece conducirnos a ninguna parte.
Esto
no cambia a nuestra gente, y es la gente la que podría cambiar esto.
Desearíamos
una revolución que no tendría que ir contra nadie, ni cambiar a
nadie: TENDRIAMOS QUE COMENZAR POR NOSOTROS MISMOS, cambiando
nuestra propia política personal en todas las áreas: respeto a
nosotros mismos, a los demás, a la ley, a la convivencia, al respeto
al medio ambiente, al trabajo bien hecho, respeto a la igualdad de
sexos, raza, religión, creencias, familia, puntualidad, esfuerzo...
En
la medida que se avanza éticamente en lo personal, se está más
cerca de afianzar opciones conscientes revolucionarias.
Cuando
el político no alcanza a desarrollar su dimensión personal,
difícilmente su conducta es ejemplar y a pesar de sus discursos
demagógicos, el pueblo más tarde o más temprano pasa factura.
Los
españoles han tenido un gobierno socialista (perteneciente a la
Internacional como el PRD) durante 25 años masiva-mente apoyado y
refrendado en varias elecciones, pero cuando la situación se hace
insostenible por el paro y la soberbia de los partidos, el pueblo
manda y – como pasó ayer – condena a unos políticos al
zafacón, que ahora se dedicaran en exclusiva a organizar huelgas
por una crisis que no supieron tratar, buscando su revancha que por
bien de España no sea nunca.
Preocupante
es, que la alternativa sea siempre el relevo, pero - que difícil es
con la ley electoral, logar alternativas al bipartidismo- (En España
y en República Dominicana) cuando la razón de los mayoritarios es
quitar a los “corruptos” para “estrenarse ellos” como dice
el sabio pueblo, y hacer más de lo mismo (¿se nos olvidó la
memoria histórica?).
Que
la situación, no nos haga entrever nostalgias de orden que se
abrirán paso en la medida que no seamos capaces de enmendar. Hay
instrumentos diferentes a 1917 en Rusia, 1930 en República
Dominicana o 1936 en España…
Los
antiguos profetas del Apocalipsis en el 2012 podrían referirse a la
realidad del final de una época y alumbramiento de otra nueva que
todos esperamos.
Publicado
por Dario Pozo Ruz, Presidente del CEAM en Ecos del Sur (Rep.Dominicana)
21-11-2011
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