domingo, 19 de agosto de 2012

¿ CESION DE SOBERANIA DE LOS PAISES MIEMBROS DE LA UE ¿ SERÁ LA OPCIÓN ?


Josep Borrell alerta que 'Alemania no es un país a imitar'

Josep Borrell alerta que “Alemania no es un país a imitar”

Hace  una  semana  el  exministro  socialista  Josep  Borrell, actualmente  presidente del Instituto Universitario Europeo en Florencia, estuvo  promocionando por estos lares  su libro  ‘la crisis del euro’, escrita en colaboración con el corresponsal en Roma de El País, Andreu Missé.

Borrell que  fue  también  presidente del Parlamento Europeo se  ha  prodigado   cuantiosamente   por   diferentes  ámbitos mediáticos pero  sin  duda  el  más  interesante,  profundo  y reflexivo,  en mi opinión, no ha sido recogido por los MM.CC.

Se trata de un debate entre tres doctores en economía, en el auditorio  de  la   Universitat  Pompeu Fabra, utilizando como argumento  de  partida el tema del libro.  Junto  a  Borrell, los profesores  de  la  UPF,  Jordi  Galí Fernando  Guirao , consiguieron  componer un  análisis profundo de la  situación aportando,  cada uno de ellos, una salida diferente a la crisis.

Fueron cerca de tres  horas  de un  debate académico al que estamos   poco    acostumbrados   huyendo   de   tópicos   y mensajes  políticos  al uso. Por su interés reseño algunos de los puntos que me parecieron más significativos.

Así, el profesor Galí fue el que se  mostró más escéptico de los  tres  sobre  una   resolución   adecuada   de   la   atonía económica actual en la UE.   Proclamó la necesidad que los salarios se   adecuen a las condiciones del mercado. Apuntó que las diferencias  de  costes  laborales unitarios  entre  los diferentes  estados   europeos  reflejan  el  nivel que debería tener una devaluación  para   cada  país.  Al no poder actuar sobre la política monetaria y devaluar la divisa, España, para volver  a  ser  competitiva, señaló Galí,   debería realizar una devaluación interna “pero el proceso es muy doloroso y el período de recesión muy prolongado”.

Sobre  la  crisis  de  las  deudas soberanas de determinados países de la  zona euro, Galí expuso varias de sus ideas: en primer lugar  que  la  actividad  del BCE ayudando a algunos países,  como  Italia  o  España  por  ejemplo, es un rescate encubierto  que viola los tratados comunitarios. Además,  se pone  en  tela de juicio la independencia del banco central lo cual  genera  una  pérdida  irreparable  de  credibilidad en la institución.

“Al final, -dijo-, esta actuación del BCE es una transferencia de recursos de unos países a otros y ello es la causa de las tensiones políticas”.

Galí intentó que la audiencia  entendiera  el  punto  de  vista alemán, posición que fue contestada por Borrell que apuntó algunos  datos  sobre  el  país  germano.  

“No  debemos sacralizar el proceso alemán  de salida  de  la crisis.  Alemania  no  es  un  país  a  imitar”,  afirmó.  “Es  el segundo    país,    después    de    Rumanía   con   mayores desigualdades sociales y donde los salarios son más bajos y precarios.  Desde  el  punto  de  vista  social  no  es un lugar agradable. Es el país en el que menos puestos de trabajo se han creado en los últimos diez años, el que menos ha crecido y en donde el bienestar social está en regresión”.

Los datos aportados por Borrell contrastaron con la visión del profesor Guirao, titular de la cátedra Jean Monnet de Historia de la Integración Europea de la UPF, un decidido europeísta que apuesta  por   ir  hacia  una  rápida   unión  fiscal  franco-alemana (que pasaría por disponer de un único presupuesto y una  deuda  pública  conjunta)  a  la  que  se  le  podrían unir rápidamente   algunos   otros  países  de  la  zona  euro  sin desequilibrios  graves  como Holanda y Austria  en un primer momento (los cuatro juntos suponen el 58% del PIB europeo) e incluso Luxemburgo y Finlandia (60%).

La propuesta de Guirao, que bebe en  fuentes  comunitarias, establece que este núcleo duro podría ayudar al resto de los países   con  planes  de  reformas  a   cinco  años  que   les permitieran ingresar al final del período en este conjunto que podríamos   denominar  del  euro  fuerte.  Para   él  “Europa siembre  ha  caminado  a diferentes velocidades”, pero para solucionar la  situación  actual considera que debe existir un ancla que la sitúa en la unión fiscal de los dos grandes.

De tomarse esta decisión, Guirao cree que si se quiere tener éxito  “se  debería  actuar   rápidamente  y  hacer  todas las reformas  lo  más  aceleradamente  posible”.   Para  él  este camino  es  necesario  si  los  gobiernos  quieren  “ganar en eficiencia,  aumentar la calidad de los servicios y que exista más igualdad de oportunidades”.

Esta propuesta de solución es consecuencia del fracaso en la integración   europea   al  no  haberse   conseguido  desde  la creación del euro  un  área  monetaria integrada óptima. Y es que,   comentó   Guirao,   “no   existen   ciclos   económicos similares,   ni   inflaciones   convergentes   ni   un   escenario donde se haya potenciado la movilidad del capital humano”. 
En suma, “se ha desaprovechado la oportunidad de caminar hacia la convergencia real”, opinión compartida por Borrell: “las economías nacionales de la zona euro han ido divergiendo y ello se ha traducido en desempleo e inflación. Cada país se ha ido especializando en aquello que sabe hacer mejor”. Ello ha sido culpa del euro, “una máquina de crear divergencias”.

Y es que esta crisis del euro es el final de un proceso que dura 30 años. En palabras de Guirao, “desde finales de la década de los 70, Europa no ha conseguido recortar en renta per cápita a Estados Unidos, ni las economías europeas han conseguido ganar en competitividad relativa a aquellas economías más dinámicas”.

Tan sólo algunos países europeos han hecho significativos avances, como Finlandia que se reinventó en 1990 apostando por la excelencia en educación e innovación, o Austria y Alemania que en el período 2002-2005 aplicaron algunas reformas para defender su competitividad.

Este último país ha conseguido mantener estos niveles a base de no generar empleo dentro de sus fronteras. “Ha ganado en competitividad, -desgranó Borrell-, porque utiliza los antiguos integrantes del Bloque del Este para producir a costes sensiblemente inferiores que posteriormente acaba integrando en Alemania y exportando con el Made in Germany. Por algo la empiezan a llamar la China de Europa”.

Para el catalán, “esta es una de las razones por las cuales no le preocupa el tipo de cambio, porque produce realmente fuera de la zona euro, en la Europa del Este. Además de esa manera importa deflación de los países de esa zona. Es un modelo, el suyo, pero difícilmente imitable”.

Guirao confirmó que “Alemania tiene grandes problemas. Uno de ellos es claramente de competitividad”.

Las soluciones que estos días se ponen encima de la mesa, con consolidaciones fiscales y reformas del mercado trabajo, para que los países sean más competitivos a nivel internacional, antes se aplicaron en otros como Estados Unidos. Sin embargo, allí, apuntó Borrell, “los salarios no han crecido en proporción a las ganancias de competitividad que han ido teniendo las industrias”, dato que quiso relacionar con las demandas que se producen en España desde ámbitos empresariales de desligar los incrementos salariales a la evolución de la inflación y unirlos a las ganancias en productividad.

Borrell, un firme convencido del reparto del bienestar entre todos los niveles sociales. “Si no hay corrección de las desigualdades las economías crecerán a base de burbujas, con movimientos espasmódicos“. Para él el modelo adecuado de crecimiento de una economía debe provenir de un aumento de la demanda y del consumo financiado por mejores salarios.

Galí se mostró disconforme con que la desigualdad estuviera en el  origen de la crisis y puntualizó que “no hemos de hacer de   la   desigualdad  una  bandera  sino   de  la  igualdad  de oportunidades”  en relación  a  que  sea  ésta  la  que  pueda permitir  a   los   trabajadores   desarrollar   plenamente   sus capacidades profesionales.

Para  este profesor Europa  como  concepto unitario sin duda sobrevivirá   “pero  con  un formato diferente  aunque hoy por hoy no se vislumbra de manera certera” y esa es la razón que los   mercados  penalicen a la zona. La incertidumbre cotiza a la baja.

Para  reconducir  la  situación  los  tres solo ven una salida a medio  plazo:  coordinar las políticas fiscales y monetarias lo que  significa   más  cesión  de  soberanía  de   los  estados miembros   hacia   la   UE   pero  ello  significar  fortalecer el presupuesto de la UE hasta niveles similares a los que tiene el  gobierno  federal  de  Estados  Unidos  que  hoy  en  día supone aproximadamente el 25% de su PIB. En UE no alcanza el 1%. 

Este    cambio   radical   va   en    contra   del    principio   de subsidiariedad   y   demanda   una   reforma   radical  de  los Tratados que como se sabe es un proceso lento y farragoso.

Fuente:  http://es.paperblog.com/josep-borrell-alerta-que-alemania-no-es-un-pais-a-imitar--786101/

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