martes, 19 de marzo de 2013

La rubia alemana que tienes patas arriba La Zarzuela





Corinna zu Sayn-Wittgenstein, la mujer que era un secreto y ahora es un problema

Se hace llamar princesa y utiliza el apellido de su ex, pero no tiene ni título ni sangre real



Rubia, bella, con una estilizada silueta, de gustos sofisticados y acostumbrada a moverse en los más exquisitos salones.

Escribe de ella Abigail Campos en 'La Gaceta' que el título nobiliario que utiliza sin rubor y su indiscutible buen físico le abren paso en los círculos sociales más restringidos. Dicen de ella que es inteligente, elegante y que sabe estar.

LA PRIMERA PISTA

La primera pista la dio el diario italiano La Stampa, en un artículo firmado por Gian Antonio Orighi:
"En España hay dos reinas: la oficial, Sofía, de 73 años, casada desde 1962 con el rey Juan Carlos; y la oficiosa, la provocante y rubia princesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein, de 46, separada y amante desde hace cuatro años del soberano más tombeur de femmes de Europa".
"Corinna Larson, su plebeyo nombre de soltera, nació en Ditzingen, y se ha vuelto de sangre azul gracias a su segundo matrimonio, en 2000, con el príncipe Casimir zu Sayn-Wittgenstein. Hace años que vive en Madrid con sus dos hijas. Es la aristócrata que acompaña al Rey en los viajes y hasta lo representa en el extranjero".
La Casa Real desmintió que Corinna representara al rey.

De acuerdo al artículo del periodista italiano, se conocieron en 2006, en un banquete en honor del monarca cuando visitó Ditzingen, un pueblo del sur de Alemania.

Después ella viajó a Mallorca y a Valencia, para las competiciones de la Copa del América de vela, donde coincidió nuevamente con el rey.

Y citaba las informaciones del diario monárquico ABC en aquel momento, que decían que su estrecha e íntima amistad con Corinna "había dejado de constituir un rumor para convertirse en certeza".

En Alemania, concretamente en el Bild, , se preguntaba si la compañera del rey podría costarle el trono a don Juan Carlos. 

Una información que acompañaban con una foto en la que aparecen ambos en Stuttgart en 2006.



EL LIBRO DE PILAR EYRE

En su libro 'La soledad de la reina', publicado en enero, Pilar Eyre se refería a ella con nombre y apellidos:
"Sabíamos perfectamente por qué la reina no quería ir a Barcelona. Las razones se reducían a una y tenían nombre de mujer: Corinna".
Mucho antes, en marzo de 2010, La Otra Crónica de El Mundo le dedicaba un artículo, La bella princesa que triunfa en España.

"La novia alemana del rey", llegó a escribir el periodista Raúl del Pozo.

En febrero de 2012, el diario on line elpulso.es aseguró que en una cena íntima del rey con el príncipe y las infantas Elena y Cristina en el restaurante madrileño El Landó, el monarca comunicó a sus hijos su especial amistad con la princesa y la importancia de esta mujer en su vida. Y la señalan como representante del rey, citando al diario árabe Middle East Times International:
"El príncipe saudí recibió en 2007 a la princesa Corinna, amiga muy cercana de don Juan Carlos, como representante del rey".
También esta semana, Jose Antonio Zarzalejos, ex director de ABC, informaba -Historia de cómo la Corona ha entrado en barrena- de la "estrecha e íntima amistad" del rey con Corinna, y añadía que el monarca está abrumado por "los problemas familiares" y que es "público y notorio" el "fracaso de su matrimonio con doña Sofía, de la que vive prácticamente separado".

Las especulaciones sobre posibles problemas entre el rey y la reina crecieron cuando esta, en su primera visita al monarca, tres días después de su accidente en Botsuana y su operación, solo estuvo 24 minutos en el hospital.




UNA BIOGRAFÍA APASIONADA

Su nombre original es Corinna Larsen. Es hija de Finn Bönning Larsen e Ingrid Larsen, y tiene un hermano, de nombre Sven Erik.

Su padre, fallecido el 10 de agosto de 2010, era el director para Europa de la aerolínea brasileña Varig, con sede en Fráncfort, un hombre muy respetado y amante del deporte, que llegó a recibir la orden de Caballero del Reino de Dinamarca y la ciudadanía honoraria de Brasil.

Nacida en Fráncfort -y no en Suecia, como erróneamente se dice- el 19 de enero de 1965, Corinna es la directora general de Boss & Co gunmakers, una prestigiosa armería fundada en 2000, con base en Londres, y que se dedica a organizar lujosas expediciones de caza y tiro en lugares especiales, con packs que incluyen alojamientos en castillos:
"A través de nuestros contactos y relaciones personales somos capaces de ofrecer una gran variedad de paquetes para satisfacer sus necesidades, sean perdices en Inglaterra oriental o jabalíes en Austria".
Corinna combina esa faceta con la filantrópica, en la Authentics Foundation, una ONG que se dedica a variadas tareas, como la lucha contra las redes de blanqueo de dinero, narcotráfico o explotación laboral infantil.

Sin embargo, la princesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein ni es princesa ni se apellida Sayn-Wittgenstein. Lo que ocurre es que sigue utilizando el título de su segundo ex marido, el príncipe Casimir de Sayn-Wittgenstein-Sayn.

"Por poner un ejemplo cercano, Beatriz de Orléans está separada de Michelle de Orléans, pero no divorciada, por lo que puede seguir usando el apellido y el título", explica a Amadeo Martín Rey de Cabieses, doctor en Historia y profesor de Dinastías Europeas de la Escuela Marqués de Avilés.
"No ocurre lo mismo con Corinna, que se divorció, por lo que no podría utilizar el título. Pero se ve que queda bien".
La pareja se casó en diciembre de 2000, en una ceremonia civil en Chelsea, Londres. Cassi, como se le conoce, es el segundo hijo de Alexander, el príncipe de Sayn-Wittgenstein-Sayn y de la condesa Gabriella de Schönborn-Wiesentheid, y tiene ocho años menos que ella.

Se sabe que en su familia no agradó el casamiento. Para ella era su segundo matrimonio, porque primero estuvo casada con el potentado Philip Atkins, con quien tuvo una hija en 1992, Nastassa, que hoy vive en Mónaco.

Y entre ambos tuvo una relación con Gert Rudoph Flick, vinculado a la poderosa automovilística Mercedes.

El príncipe alemán se casó con Corinna en una primera ceremonia civil en espera de la anulación matrimonial que permitiera otra religiosa, que finalmente tuvo lugar en Salzburgo, al año siguiente.

Sin embargo, y pese a que tuvieron un hijo (Alexander, nacido en 2002), la cosa acabó en divorcio en 2005.

"Terminaron muy mal", explica un experto en casas reales que pide guardar el anonimato.


El relato coincide con el de Rey Cabieses:
"Ella no era muy popular en Alemania ni contaba para nada. Tras el divorcio quedó apartada de la familia".
Los Wittgenstein son una de las casas soberanas del Sacro Imperio Romano Germánico con muchas ramas, algunas de ellas extinguidas. Tienen el mismo rango que las casas reales europeas.

"Si un Wittgenstein de nacimiento se casara con un hijo del Rey de España, serían del mismo rango", dice Rey Cabieses.

Sin embargo, en Alemania no son muy conocidos ni tienen ningún peso representativo.
"No son personas habituales de la Prensa del corazón. En Alemania no es como aquí".
Como le gustaba España -había disfrutado algún verano en Lanzarote-, comenzó a pasar largas temporadas en un chalé en El Pardo y se integró en la vida social, llegando a formar parte de delegaciones empresariales en representación de España en países como Arabia Saudí.

Tiene gustos caros, como los safaris y las actividades acuáticas, y se dice que adquirió un collar de esmeraldas de la condesa de Romanones, que en el pasado fue de Anita Delgado, maharaní de Kapurthala, y que fue vendido por 400.000 euros por Sotheby´s, aunque la casa de subastas no confirma si fue ella quien lo compró.

Fuente:  http://www.periodistadigital.com

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