En 2008 se inauguró el aeropuerto de Ciudad Real. El anterior presidente, José María Barreda,
destacaba la transcendencia que este proyecto había conllevado durante
11 años, la repercusión económica que iba a tener y el empleo que
generaría. En su proyecto inicial, este aeródromo se diseñó para ofrecer
una gran variedad de servicios, desde vuelos nacionales e
internacionales hasta un servicio de mantenimiento de grandes aeronaves.
Sus instalaciones cuentan con una terminal de pasajeros de 28.000 metros cuadrados, una pista de 4.000 metros y una zona de carga para hasta 90.000 toneladas anuales. Cuatro años después, el aeropuerto de Ciudad Real ha cerrado definitivamente tras un concurso de acreedores.
En diciembre del pasado año cesaron los vuelos comerciales, operando únicamente los vuelos de carácter privado. Dicho cierre se ha producido una vez que AENA publicase un boletín de información interna a los usuarios aeronáuticos, en el cual informaba del cese de actividad del aeropuerto. Además de la gran inversión que se hizo en tal infraestructura, ahora se debe hacer otra pequeña inversión en señalizar la pista, con el fin de que ningún piloto aterrice sobre ella.
Las cifras de este aeródromo tampoco han sido muy significativas, ya que desde su apertura hasta su cierre han pasado por sus instalaciones unos 100.000 pasajeros. Los administradores concursales han solicitado la aprobación por segunda vez de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para suprimir el empleo de 71 trabajadores por un tiempo de un año. A nivel nacional también pueden encontrarse los casos del aeropuerto de Castellón o el de Badajoz, siendo muestras del despilfarro que se ha producido en los últimos años.
Otro caso sobre aeropuertos sería el de Albacete. Este aeropuerto comenzó a funcionar en el año 2005, siendo el 2008 cuando empezó a realizar vuelos internacionales. El aeródromo de Albacete no ha cesado su actividad. En el último trimestre, su número de vuelos se ha reducido en un 48%, según un informe publicado por AENA. En este mismo período, el número de pasajeros se ha minorado en casi un 71%. La mayoría de los vuelos que se realizan en este aeropuerto son de carácter privado, ya que desde octubre del año pasado cesaron los vuelos comerciales. Ha sido este aeropuerto el que menor número de operaciones ha registrado según AENA. Bajo mi punto de vista, el aeropuerto de Albacete va por el mismo camino que el de Ciudad Real.
Por último, también hemos visto en los últimos años la gran inversión en líneas de alta velocidad. A partir del 1 de julio de 2011 quedó anulada la línea Toledo-Cuenca-Albacete (pasando por Madrid) debido a la insuficiente demanda de dicha línea. De los 2.190 pasajeros potenciales que podían viajar en los dos sentidos, únicamente hacían uso de la línea Toledo-Albacete 9 pasajeros y de la línea Cuenca-Albacete 7 pasajeros.
Grandes inversiones que se han realizado en nuestra comunidad autónoma, y en el resto de España, y lo único que han generado ha sido aumentar los gastos de las arcas públicas, ya que mantener sus actividades costaba más de lo que se recaudaba con sus viajes. Antes de haber realizado estos desembolsos, se debería de haber estudiado bien la viabilidad de estos proyectos.
Sus instalaciones cuentan con una terminal de pasajeros de 28.000 metros cuadrados, una pista de 4.000 metros y una zona de carga para hasta 90.000 toneladas anuales. Cuatro años después, el aeropuerto de Ciudad Real ha cerrado definitivamente tras un concurso de acreedores.
En diciembre del pasado año cesaron los vuelos comerciales, operando únicamente los vuelos de carácter privado. Dicho cierre se ha producido una vez que AENA publicase un boletín de información interna a los usuarios aeronáuticos, en el cual informaba del cese de actividad del aeropuerto. Además de la gran inversión que se hizo en tal infraestructura, ahora se debe hacer otra pequeña inversión en señalizar la pista, con el fin de que ningún piloto aterrice sobre ella.
Las cifras de este aeródromo tampoco han sido muy significativas, ya que desde su apertura hasta su cierre han pasado por sus instalaciones unos 100.000 pasajeros. Los administradores concursales han solicitado la aprobación por segunda vez de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para suprimir el empleo de 71 trabajadores por un tiempo de un año. A nivel nacional también pueden encontrarse los casos del aeropuerto de Castellón o el de Badajoz, siendo muestras del despilfarro que se ha producido en los últimos años.
Otro caso sobre aeropuertos sería el de Albacete. Este aeropuerto comenzó a funcionar en el año 2005, siendo el 2008 cuando empezó a realizar vuelos internacionales. El aeródromo de Albacete no ha cesado su actividad. En el último trimestre, su número de vuelos se ha reducido en un 48%, según un informe publicado por AENA. En este mismo período, el número de pasajeros se ha minorado en casi un 71%. La mayoría de los vuelos que se realizan en este aeropuerto son de carácter privado, ya que desde octubre del año pasado cesaron los vuelos comerciales. Ha sido este aeropuerto el que menor número de operaciones ha registrado según AENA. Bajo mi punto de vista, el aeropuerto de Albacete va por el mismo camino que el de Ciudad Real.
Por último, también hemos visto en los últimos años la gran inversión en líneas de alta velocidad. A partir del 1 de julio de 2011 quedó anulada la línea Toledo-Cuenca-Albacete (pasando por Madrid) debido a la insuficiente demanda de dicha línea. De los 2.190 pasajeros potenciales que podían viajar en los dos sentidos, únicamente hacían uso de la línea Toledo-Albacete 9 pasajeros y de la línea Cuenca-Albacete 7 pasajeros.
Grandes inversiones que se han realizado en nuestra comunidad autónoma, y en el resto de España, y lo único que han generado ha sido aumentar los gastos de las arcas públicas, ya que mantener sus actividades costaba más de lo que se recaudaba con sus viajes. Antes de haber realizado estos desembolsos, se debería de haber estudiado bien la viabilidad de estos proyectos.
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