sábado, 1 de septiembre de 2012

INDIGNACIÓN CIUDADANA ANTE EL GOBIERNO Y LA CLASE POLÍTICA









 

Esta mañana me  he desayunado con unas declaraciones de la Vicepresidenta  del Gobierno diciendo  que  los  españoles tenemos que hacernos a la idea de que nuestros hijos vivirán peor que nosotros.

No  debería  sorprenderme  esta falta de decencia y pudor en una mujer que no dudó en abandonar en brazos de otros a su hijo   recién   nacido,   para    que  nadie  se  le  colara  en  su meteórica carrera política en pos de Mariano Rajoy.

No  debería  sorprenderme  y  no  me  sorprende,  pero   me ofende   profundamente.  Me  ofende  que lo diga quien tiene bien  forrado  el  riñón por los muchos años,  a  pesar  de  su juventud,  que  lleva  viviendo de lo público y ganando mucho dinero.

Me ofende de quien sabe que su hijo irá a un colegio privado, a una  universidad extranjera  y  será  bien colocado como el resto  de  los hijos, maridos, mujeres, primos, yernos, nueras de este Partido Popular defensor de la familia, la suya, claro.

Estoy  muy  cabreada,  ¡qué coño!  Harta  de  que hablen de sacrificio, recorte, esfuerzo y otras zarandajas los que tienen tres y cuatro sueldos millonarios como ésta,Cospedal, Rato y demás. 


Harta de que  los que hacen reformas estratosféricas de sus palacetes de lujo me digan que   tengo que ahorrar  ¿de qué, señores populares? ¿De calefacción? ¿Dejo que mi hija pase frío en invierno para que no me digan que vivo por encima de mis posibilidades?  ¿En alimentación?  ¿De qué quieren que nos quitemos los trabajadores?

Y cuando no es la Vicepresidenta es el dueño de Mercadona diciendo que nos hemos pasado 30 pueblos. 


¿En qué, señor Roig?

Pago una  hipoteca pequeña, de un  piso  pequeño,  de  una ciudad pequeña, del extrarradio de Madrid.

Pago  un  coche  pequeño y  que  necesita  mi  marido para trabajar porque es comercial. 

Veraneo en casa  de  mi  familia en Canarias y si, como este año, no tengo para el avión, gorroneo el apartamento que mi madre tiene en Almería unos días. 

Mi hija estudia en la escuela pública. 

Somos usuarios de la Sanidad Pública y no pagamos ningún seguro privado. 

Tenemos nómina, pagamos nuestros impuestos, no sabemos de  dinero negro.

No quiero resignarme a que mi hija viva una vida peor que la mía.


Cuando  menos  quiero  que  tenga  una  vida  como  la mía: decente,  honrada,  conseguida con su esfuerzo, estudiando, trabajando,  labrandose  un futuro, sin haber pisado nunca a nadie, sin  haber cometido ningún delito, si haber vendido su alma al diablo.

No me da la gana, señora vicepresidenta, de asumir que para que sus  amigotes  se lo lleven muerto, nuestros hijos tengan que arrastrarse. 


No  pienso  rendirme sin  luchar. Pongan  freno  a  Camps, Fabra, Matas, Bárcenas, Albondiguillas,  Correas y demás Gúrteles. 

Reclamen   a  quiénes   nos   han   robado  en   Bankia   que devuelvan el botín. Metan mano a Urdangarines, Borbones y Dívares.  Hagan  lo  que tengan que hacer  pero aparten sus sucias garras de nuestros hijos.

(Recibida por Hotmail el 1-09-2012)

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