lunes, 26 de noviembre de 2012

Un año de Rajoy: de las mentiras a la infamia: EL DISPARATE ECONÓMICO




La noche del 20-N de 2011 me encontraba invitado por Carlos Cuesta en su tertulia La vuelta al mundo. Mariano Rajoy Brey, como no podía ser de otra manera después del desastre Zapatero, había ganado las elecciones. Hasta el Pato Donald lo habría logrado. Ello, unido a la conquista de la casi totalidad del poder municipal y autonómico seis meses antes, le confería un poder que ningún otro jefe de gobierno había detentado desde la infausta Transición. Una ocasión histórica para cambiar el rumbo de una España económica, social y políticamente desmantelada por un necio felón. Pero Rajoy no daría la talla ni de lejos.


Como si de una maldición bíblica se tratase, esta nación, en sus horas de mayor tribulación, casi siempre ha acabado en manos de ineptos, cobardes o traidores que nos llevan a la catástrofe. Desde Bermudo II de León a Enrique IV de Trastámara, pasando por Carlos II, Fernando VII, la Segunda República o el gigantesco fraude de la Transición, por solo mencionar los ejemplos más obvios. En el caso de Rajoy, los precedentes eran inequívocos: su incapacidad y su cobardía estaban demostradas más allá de toda duda razonable. Si no había sido capaz de poner orden en su partido, cuyas CC.AA. y ayuntamientos se encontraban a la cabeza del despilfarro y la corrupción, ¿cómo iba a ser capaz de poner orden en España?


El discurso que siguió a la victoria fue desolador, una colección de incongruencias, vaguedades y lugares comunes. Después de ocho años en la oposición, carecía de proyecto económico alguno y, lo que era peor, de proyecto de país. Así lo manifesté en su día. El resto de contertulios, salvo honrosas excepciones como la del propio Carlos, sectarios de una u otra cuerda o mercenarios del optimismo a sueldo del poder, habituales en todas las tertulias, me pusieron de catastrofista para arriba. “No le das ni un segundo de credibilidad”, me dijo una conocida periodista. Estos autodenominados “analistas”, que lo mismo opinan del PIB que de la Pantoja, no han hecho jamás una predicción acertada ni un análisis que se tenga en pie.


Un rosario de mentiras e infamias


“Lo que no llevo en el programa no lo hago”; “subir impuestos significa más paro y mas recesión”; “nunca se ha salido de una crisis subiendo impuestos”; “subir impuestos es darle una puñalada por la espalda a la clase media”; “no daremos un euro a la banca y jamás crearemos un banco malo”; “meteré la tijera en todo menos en las pensiones, la educación y la sanidad”; “ yo no voy a hacer el copago”; “nunca abarataré el despido”; “cerraré la mitad de las empresas públicas”; “ilegalizaremos Bildu”… y así hasta la saciedad. Ha hecho todo lo contrario a lo que prometió, lo que hace su mandato ilegítimo aunque sea legal.


Tras su primera decisión, el Gobierno que iba “a sacarnos de la crisis” fue un completo fiasco. Personas ayunas de saberes y  experiencia, y lo más inaudito, dos responsables de Economía en lugar de uno que, además, se odian profundamente. ¿Pero dónde se ha visto tal despropósito? Luego, improvisando sobre la marcha, lo que será la regla en el futuro, decidió subir el IRPF al nivel más alto de Europa para recaudar 6.000 millones. “No había otra opción” nos dijo. ¿Cómo que no había otra opción? ¿En un Presupuesto de gasto de 470.000 millones no había opción alguna de donde restar 6.000 millones? Con esas palabras, pasó de la mentira a la infamia: el comienzo de la mayor sucesión de subidas de impuestos, de tasas y de recortes sociales de nuestra historia para mantener intactos los privilegios de las oligarquías.





Después, y con un cinismo total, se rasgaron las vestiduras al “darse cuenta” de que el déficit público no era del 6%. Cinismo, porque sabían desde julio que el déficit superaría el 9%, y Montoro así me lo confirmó en septiembre, ya que la mayoría de CC.AA. y Ayuntamientos eran del PP y conocían su estado de ruina. 


Después de tres meses de “exhaustivos trabajos”, estos farsantes concluyeron que el déficit era del 8,5% y así se lo comunicaron a Bruselas. Solo una semana después se supo que el déficit de Madrid, como el de otros, estaba infravalorado y el total subía al 9%. Tres meses más y el PIB se había sobrevalorado: el déficit subía al 9,4 %. Y lo inaceptable: 11.000 millones de pérdidas del robo del FROB no estaban contabilizadas, total: 10,4%. ¿Cómo puede alguien confiar en estos trileros?


Después, el rosario de mentiras y de infamias crecería sin pausa, ni una sola medida a derechas, siempre lo contrario de lo que España necesita. Sus intereses electorales se situarían por encima de los intereses de España, algo que será una constante en Rajoy, y paralizarían durante tres meses cualquier medida, incluidos los imprescindibles Presupuestos para ayudar a un señorito andaluz inepto y holgazán a ganar unas elecciones. Luego realizó una reforma laboral en la que, con la mentira de que así se dejaría de destruir empleo, se rebajaron los despidos y se precarizó el trabajo. Como no podía ser de otra manera, el paro no ha cesado de crecer.


Para entonces, CC.AA. y Ayuntamientos estaban al borde de la suspensión de pagos, una ocasión de oro para haberlas puesto firmes. Increíblemente, Rajoy hizo lo contrario: aseguró que no dejaría caer a ninguna y, no solo eso, que “garantizaba la total independencia económica y decisoria de las CC.AA.”. 


Por primera vez en la historia del mundo civilizado, un Gobierno de irresponsables renunciaba a decidir sobre la correcta asignación de los dos tercios del gasto de la nación. Les soltó 15.000 millones de euros y luego otros 28.000 para pagar a proveedores con nuestro dinero. Como era de esperar, esta tribu de despilfarradores abandonó todos los planes de ajuste. Eso fue otra infamia.


Simultáneamente, estos insensatos decidieron el salvamento indiscriminado del sector bancario, en lugar de meter en la cárcel a los responsables del desastre. Otra gigantesca infamia. Tres rescates consecutivos, en los que cada uno era “el definitivo”, según De Guindos. Para financiar estos dislates, Rajoy subiría impuestos y tasas, recortando en Sanidad y Educación, lo que sin duda había que hacer, pero no sin criterio ni análisis alguno. “Como sea”, fue su instrucción (tenemos el mayor gasto en medicamentos de Europa, hemos pasado de un 18 % del gasto sanitario total al 31%), y ha endeudado brutalmente a la nación. Después de los rescates multimillonarios, el crédito sigue hundiéndose y, como afirmaba el viernes S&P, la situación del sector ha empeorado. ¿Pero en manos de quién estamos?

 


Y luego la corrupción generalizada en todas las instituciones y a todos los niveles. Un ejemplo reciente: Madrid Arena. ¿Cómo concede las licencias el lobby del Ayuntamiento que controla los espectáculos? ¿Dónde y cuándo se han hecho concursos públicos limpios y transparentes, o es una mafia? Y después, ¿cómo es que Botella, que dispone de una plantilla de 72 letrados, diez veces más que cualquier ayuntamiento de Europa, contrata a un carísimo bufete privado? ¿Va a pagar esta inepta despilfarradora la enorme factura? Esto ya no es un país, es un piélago de corrupción con total impunidad, donde la casta política es motor y gran beneficiaria, un sistema de enriquecimiento ilícito como jamás se había conocido.


Están empobreciendo a millones


La política de Rajoy es la misma que la de los curanderos medievales. Para tratar a un moribundo su único remedio era sangrarle o aplicarle sanguijuelas, lo que aceleraba su muerte. Es la terapia de Rajoy para una España moribunda: comenzó sangrándola y mantiene la sangría con cientos de miles de sanguijuelas. ¿Cómo nadie en su sano juicio puede concebir que este dislate pueda conducir a algo distinto al desastre? 


Rajoy ha bloqueado deliberadamente la reforma de un modelo de Estado insostenible, ha decidido rescatar al sistema financiero a costa de los contribuyentes en lugar de hacerlo a costa de sus acreedores y, para ello, está dispuesto a expoliarnos y a endeudarnos para varias generaciones. El deterioro económico y social de nuestro país es brutal, están empobreciendo a millones, y la política de Rajoy solo intensifica la recesión económica.


Han destruido 820.000 empleos, aniquilado la quinta parte de la riqueza de las familias, llevado a la pobreza a uno de cada cuatro niños, a que el 60% de los ocupados tenga salarios de supervivencia (1), a que más de la mitad de los jubilados, aplastados a impuestos y a tarifas de monopolio, malviva con pensiones de caridad, mientras el ahorro huye en desbandada. Además, han elevado el déficit del Estado a un nivel insostenible (los intereses de la deuda en 2013 se comerán el 13% de la recaudación), no han cerrado una sola empresa pública, una sola televisión, una sola embajada, diputaciones o Senado, que no sirven para nada, ni prescindido de un solo coche oficial, ni de uno solo de los miles de asesores a 50.000 euros la unidad. En conjunto, ¡han subido el gasto corriente en un 9%!


Rajoy nos devuelve a los años 50, pero sin esperanza. En los años 50 (explico para los que no los vivieron y tienen una visión completamente errónea de lo que fue aquella época) teníamos menos de todo, pero teníamos algo impagable: mejorábamos día a día. Cada año vivíamos mejor que el anterior, los hijos vivían mejor que sus padres; los hijos de la familias más pobres, gracias a uno de los sistemas de enseñanza pública mejores de Europa, disponían de un excelente ascensor social hoy desaparecido. Una familia podía mantenerse con el trabajo del padre, pero hoy tienen que trabajar los dos y no llegan; estaba emergiendo una poderosa clase media, la misma que hoy esta siendo destruida.


Hoy, la situación es justo la contraria. Recorremos al revés el camino ascendente que iniciamos en los años 50. En el último año, los salarios del 10% más rico han subido un 36%. Un 80% de las familias ha perdido renta real; el total de riqueza acumulada en los últimos 20 años ha desaparecido; un 51 % de las familias, según una reciente encuesta de la SER, ha perdido nivel social, una clase media-alta que ha pasado a media a secas, y la mayoría, clase media que ha dejado de serlo. Como consecuencia de la filosofía de saqueo y prevaricación nacida en la Transición, España se ha convertido en el país de Europa con mayores diferencias entre ricos y pobres. Concretamente, la renta media del 10% más rico respecto al 10% más pobre es hoy 12 veces mayor frente a 5 veces en los años 50. Nos han convertido en un desierto industrial y vamos hacia el tercermundismo y a la saturación de deuda. “Varias generaciones pérdidas, trabajo escaso y mal pagado, y unos jubilados que solo podrán aspirar a pensiones mínimas de caridad” (2).




En 1975, el PIB de España relativo a los nueve países que entonces formaban la CEE, después de “la gran era del desarrollo económico español” (3) de los 60, era del 81,4%. Hoy, 37 años después, el PIB relativo a esos mismos países es del 76%, utilizando el PIB oficial (utilizando el PIB real, que es un 11% inferior al oficial, es del 68%, cifra igual a la de 1964). El paro real es del 26,7%, cuatro veces el del 59 (contando 711.000 emigrantes más 181.000 parados). Peor aún, además de la destrucción de empleo, la remuneración de los asalariados como parte del PIB ha caído al 46%, la más baja de Europa, y sigue descendiendo rápidamente, frente al 63% en 1959. La burocracia, el enchufismo (el tamaño del Estado es el doble que entonces) la especulación y los monopolios son los ganadores, frente al esfuerzo y el trabajo bien hecho en los años 50. 

Parafraseando a Juan Roig, presidente de Mercadona, lo único bueno del primer año de Rajoy es que será mejor que el segundo.

(1) Datos de la Agencia Tributaria, no el camelo del INE.
(2) España, destino tercer mundo, Deusto, Ramón Muñoz.
(3) Enrique Fuentes Quintana.

Fuente:  Roberto Centeno en EL CONFIDENCIAL

CiU se desploma y las urnas revientan los planes de Mas


 



Hablar de fracaso político de Artur Mas es quedarse corto.

 En nombre de la decencia y el sentido común, solo su retirada de la política podría compadecerse con el tamaño de su descalabro. Las urnas han reventado todos sus análisis. Los catalanes le han vuelto la espalda si nos atenemos a las expectativas creadas por él mismo. No le han respondido como esperaba ni quienes sueñan con una Cataluña independiente. Puestos a elegir, han preferido al independentista de siempre y no al sobrevenido.

Si se invoca la radicalidad se favorece a los radicales. Suele ocurrir. Por eso ERC dobla su número de escaños (pasa de 10 a 21). Y por eso CiU se desploma al perder nada menos que 12 escaños (pasa de 62 a 50). No era un viaje a ninguna parte el de Mas. Era ir marcha atrás. Como líder, quería jugar en la Champions league europea y resulta que ha bajado a la segunda división catalana. Lo suyo pasará a los anales de la torpeza política. ¿De qué otro modo se puede interpretar anticipar las elecciones para tener menos diputados que antes?


Para mantenerlo y llevarlo a las últimas consecuencias, solo puede hacerlo con la colaboración necesaria de ERC. Para frenarlo, con la del PP de Alicia Sánchez Camacho. Y para reconducirlo, con el PSC, cuyo retroceso estaba cantado. Como ya dijo anoche que nada de frenazo, aunque la marcha se tendrá que ralentizar, sólo le quedan los socialistas de Pere Navarro o los radicales de Oriol Junqueras si quiere formar un gobierno estable, una vez descartada la ICV de Joan Herrera porque no da la suma y por incompatibilidad ideológica. La misma incompatibilidad que haría muy difícil la asociación con ERC. No veo a ICV ni a ERC votando los presupuestos de 2013, que estarán inevitablemente reñidos con el mantenimiento de los servicios públicos.

Mientras hacemos quinielas sobre la gobernabilidad de una Cataluña políticamente muy fragmentada, solo queda constatar el anunciado desplome de un PSC desnortado y pendiente de paso por la ITV, que ha perdido ocho escaños y la condición de segunda fuerza política. También se cumplieron los ascensos previstos de la ERC y el Ciutadans de Albert Rivera. Fueron los grandes triunfadores de la noche. Si aquellos doblaron sobradamente sus escaños de 2010, estos triplicaron los suyos (pasan de 3 a 9). Se explica. Ambos, en sentido contrario, mantuvieron las dos posiciones más claras y, sobre todo, más creíbles en relación con el desafío al Estado. Aquellos para corregirlo y aumentarlo; estos, para reprobarlo. El sincretismo del PSC no ha tenido premio. Y el PP ha mejorado en un escaño su facturación electoral en Cataluña al haber actuado Mas como despertador del españolismo más perezoso.


Si Mas no tiene la decencia de retirarse avergonzado de la vida política, será cosa de ver cómo se las arregla para bajarse del tigre. O, en su caso, para seguir cabalgándolo al modo de esos toros locos de las ferias que siempre acaban estampándote contra el suelo.

domingo, 25 de noviembre de 2012

Mas fracasa: se queda lejos de la mayoría absoluta y en manos de ER


Pujols ya vaticinaba el fracaso de la pretensión independentista de Mas
Con el 53,48% del voto escrutado, CiU ha fracasado en su intento de conseguir una mayoría absoluta que le dé el certificado para llevar a Cataluña hacia un referéndum soberanista. Artur Mas se quedaría con 48 escaños, 14 menos menos que los que tenía en 2010 y 20 de la mayoría absoluta. Además, depende de ERC, que se convierte en la gran beneficiada con 20 escaños, de los 10 que tenía.

Artur Mas, que esta mañana a la hora de votar aseguraba que “Cataluña se lo jugaba todo a una carta”, tendrá que repensarse ahora el camino por el que debe llevar a su autonomía hacía la supuesta tierra prometida. Depende otra vez para la mayoría absoluta de ERC, con unos postulados aún más radicales que los suyos en términos soberanistas, y un mal socio para acometer la reducción del gasto público que le exige el Gobierno central y la Unión Europea.

La primera reacción de los dirigentes de CiU tras conocer el avance de los sondeos es asegurar que el referéndum se mantiene porque el Parlament tendrá 100 diputados soberanistas. Una afirmación un tanto artera y que, con la mitad del voto escrutado, es falsa. A los 48 de CiU, suman los 20 de ERC, los 3 de CUP y los 13 de ICV. Para estos últimos, el referéndum no es una prioridad y anteponen la salida de la crisis y las políticas sociales. Además, en esa mayoría soberanista, CiU es ahora la fuerza mayoritaria con menos escaños que antes de las elecciones (tenía 62) y la aventura de Mas ha permitido a ERC duplicar resultados. En un Gobierno de coalición, ERC no será comparsa y exigirá poder y capacidad de decisión, algo con lo que no contaba CiU antes de esta convocatoria.

Por su parte, el descalabro del PSC se aminora (tendría 22 escaños, perdiendo seis) pero ha de tener consecuencias nacionales en cuanto a las aspiraciones de Carme Chacón en el PSOE, como ya le advirtió Rubalcaba.

Los socialistas serían ahora mismo segunda fuerza. Superarían por 2 al PP de Sánchez Camacho, que recoge parte del descontento popular con CiU y con los socialistas y que ganaría así 2 escaños sobre los 18 que tenía en 2010.

ICV, la izquierda ‘sensata’ de Joan Herrera, obtendría con la mitad del voto escrutado 13, tres más que en 2010, mientras que Ciutadans de Albert Rivera más que triplicaría los 3 escaños que tenía, pudiendo obtener 9 escaños y recogiendo gran parte del voto que se ha movilizado en esta ocasión y que normalmente se queda en casa.

CUP, soberanistas apoyados por Batasuna, irrumpen en el Parlamento con 3 escaños, lo que supone un elemento perturbador más para la legislatura que comienza.

La jornada ha transcurrido con normalidad y ha estado marcada por un significativo aumento de la participación con respecto a las elecciones de noviembre de 2010. A las seis de la tarde, dos horas antes de que se cerraran los colegios, la participación llegaba al 56,1% de los 5.257.252 electores con derecho a voto en Cataluña. Este porcentaje supone casi 8 puntos más que el registrado a la misma hora hace dos años. Entonces votó un 48,39% del censo.

La polarización de la campaña y la exacerbación del mensaje nacionalista de CiU ha provocado la movilización en circunscripciones en las que habitualmente se producía una elevada abstención. Eso ha sucedido, según los primeros sondeos, con las ciudades del cinturón industrial de Barcelona, donde había votado a las seis de la tarde casi un 8 por ciento más de los que lo hicieron en 2010.

Fuente: El Confidencial.


'The Economist' defiende una mayor autonomía fiscal para Cataluña y País Vasco

EN SU ÚLTIMO NÚMERO ABOGA POR RECONOCERLAS COMO "NACIONES CULTURALES"... mientras los españoles del resto del pais contemplamos con expectación  los resultado del 25 N

'The Economist' defiende una mayor autonomía fiscal para Cataluña y País Vasco
Manifestación en favor de la independencia de Cataluña por las calles de Barcelona.
 
En un artículo titulado "Resentimiento en Cataluña", el semanario británico The Economist señala que "a pesar de que el fantasma de la secesión es una distracción inoportuna, España todavía tiene que cambiar" y aboga por dar mayor autonomía fiscal a Cataluña, el País Vasco y "quizás" a Galicia, y reconocerlas como "naciones culturales" dentro de España. De acuerdo con este artículo, el Ejecutivo español debería comenzar un proceso de revisión de la constitución después de las elecciones catalanas. 

"George Orwell, escritor británico, luchó en las trincheras de la guerra civil española para defender a Cataluña del general Franco. Seguramente estaría triste por lo que está sucediendo en esta bonita y culta región de España. El 25 de noviembre los catalanes votarán en las elecciones autonómicas que se han convertido en un referéndum no oficial sobre la independencia de Cataluña", comienza el artículo. "¿Qué estaría mal si los 7,5 millones de catalanes, con su propia lengua y cultura, eligiesen convertirse en un Estado-nación?", añade. 

Para la publicación, la mejor respuesta al desafío independentista catalán sería que España adoptara oficialmente el federalismo, con la creación de un "senado federal" y estableciendo una "legislación clara sobre quién recauda qué impuestos". Sin embargo, considera que, "tras el intento fallido de los años 1873 y 1874", la palabra federalismo en España está maldita, por lo que admite que una posibilidad más "factible" sería la de reconocer a las "naciones culturales" de Cataluña, País Vasco y Galicia y dotarlas de más autonomía que al resto.

The Economist advierte de que la región representa una parte importante de la cuarta mayor economía de la zona euro, por lo que el resultado de estos comicios "tendrán consecuencias más allá de sus fronteras". No obstante, la revista sostiene que la comunidad catalana ya goza de "más autonomía que la mayoría de las regiones europeas" y pone como ejemplo que gestiona sus propias escuelas, hospitales, policía, prisiones e instituciones culturales". "Sólo le falta la posibilidad de subir los impuestos y la declaración ilusoria de Estado", añade.

En su opinión, la mayor parte de los catalanes está "contenta" con ser tanto catalán como español, y achaca el aumento del respaldo a la independencia a que los ciudadanos piensan que puede suponer un respiro frente a la recesión de la economía. Pero el semanario advierte de que "eso no es así", ya que, aunque se incrementaría la recaudación fiscal, también afrontaría una mayor deuda.

Manifestación del desencanto de un país

En este sentido, considera, en un especial sobre las elecciones de este domingo, que el "entusiasmo por la independencia catalana puede ser simplemente la más dramática manifestación del descontento de un país que ha pasado de ser el 'nuevo rico' europeo, al 'nuevo pobre'".

Asimismo, asegura que la cuestión catalana es la más "complicada" a la que se enfrenta el presidente del Gobierno, Marian Rajoy, ya que "pone en vilo la integridad territorial de España y, por tanto, el futuro de la cuarta mayor economía de la zona euro".

TENDREMOS QUE HACER RISOTERAPIA



El Gobierno exigirá a Mas que tramite la consulta como reforma constitucional





 
 El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, seguirá desde su despacho en la sede del PP en la calle Génova la noche electoral catalana. Y con él buena parte de la cúpula de su Gobierno y del partido. En el «cuartel general» de los populares, como en el de la mayoría de las formaciones políticas, toda la atención estará puesta en si CiU consigue o no la mayoría absoluta. Eso es lo único que le importa esta noche al jefe del Ejecutivo. 

Se hará la suma  de los partidos independentistas; la de los que no quieren la independencia; se mirará lo que ha bajado el PSC; si el PP ha conseguido mantenerse, y hasta dónde llega Ciutadans. «Pero esta noche donde nos la jugamos es en la mayoría absoluta de CiU», sostiene un alto cargo de Moncloa. En el entorno del presidente están convencidos de que si Mas no la alcanza, su órdago soberanista se irá desinflando poco a poco, sin decirlo, «pero sin remedio».

Toman en cuenta la dura realidad económica que tendrá que administrar el nuevo presidente de la Generalitat, el hecho de que «uno puede tomar oxígeno del sentimiento y de la bandera», pero en el momento de la verdad la mayoría de los catalanes «no se tirarían por el precipicio»; y la posibilidad de una crisis interna porque si Mas no llega a los 68 escaños o más, la lectura de fracaso será «inevitable».

Pero incluso los que insisten en que la independencia es un proceso largo que no depende del «mesianismo» de Mas, sino de la propia sociedad catalana, incluso los más optimistas admiten que aun sin mayoría absoluta el líder de CiU encontrará su tabla de salvación en ERC. Ahí está su resurrección política.

La presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho, es una de las más convencidas de que el líder nacionalista no dará un paso atrás y que se dejará llevar por un electorado soberanista en un Parlamento autonómico con más de 80 diputados sobre 135 que han concurrido a las urnas en partidos que llevaban la propuesta de una consulta al pueblo catalán.

La respuesta de Rajoy al resultado electoral de esta noche tendrá el ingrediente del diálogo. De la disposición a hablar, e incluso a volver a entrevistarse, con el nuevo presidente de la Generalitat. El presidente del Gobierno no cree en la política de puentes rotos, ni siquiera aunque sepa que se va a sentar con un interlocutor «que viene dispuesto a no escuchar».

Para el después de las elecciones, la respuesta de Rajoy será también «ley y negociación política», precisa uno de sus «fontaneros» en Moncloa. Y si «algún día» el presidente de la Generalitat llevase al extremo la amenaza segregacionista con la propuesta de consulta, el Ejecutivo le emplazará a remitirla a las Cortes Generales como una propuesta de reforma constitucional. «Ésa es la única alternativa para que sea legal. Hoy es competencia exclusiva del Estado. Y si uno decide ir por el camino de la ilegalidad, tendrá enfrente todo poder de la ley», precisa un ministro que participa en el diseño de la estrategia de respuesta al órdago de Mas.

Pero en el Gobierno no miran tan lejos. «Mas tiene que administrar una situación económica dramática y tiene que continuar haciendo ajustes muy impopulares. Sin mayoría absoluta, ERC no será un compañero de viaje fiable para sacar a Cataluña adelante, y a partir de ahora habrá que volver a hacer gestión.

«De la bandera no se come», explica un miembro del Ejecutivo.  Rajoy seguirá aplicando su política de medir los ritmos al margen del ruido político y mediático inmediato. «Y las respuestas llegarán en cuanto Mas se desvíe del camino de la Ley. Pero también hace falta hablar y mirar a los catalanes», añaden. 


 Fuente: 25 Noviembre 12 - - Carmen Morodo en La Razon.



sábado, 24 de noviembre de 2012

NO PUEDE SER





“ La historia de los pueblos queda jalonada por hitos significativos en su devenir: la Reconquista, el Descubrimiento de América, la Guerra de Independencia, la Restauración, y muchos otros que como el de mañana en Cataluña, pueden señalar el progreso o retroceso en la historia de España.

Muchos factores están influyendo en nuestras mentes creando confusión y en cuantos hemos creído en España, dolor y miedo a vivir el desmoronamiento de nuestra Patria.

Siempre admiré a Cataluña. De jovencito siempre recuerdo dos amigos catalanes que me descubrieron una cultura que aprendí a admirar: T.P de Tarrasa y C.V. De Barcelona. El segundo estaba estudiando en la Complutense, Ingeniería Naval y nuestra amistad le ayudó a encontrar un círculo de amistad madrileño. El primero me animó a conocer el Pirineo Leridano, recorriendo en grupo muchos de sus senderos y paisajes...

La ultima vez que les vi, ya había en su mirada un signo de pesar que no podían ocultar. Hablamos y nos comunicamos profundamente en un lenguaje sincero en el que reconocimos la nefasta influencia en nuestro vida de la posibilidad que sus políticos quieren para Cataluña de separarse de España.

Nos negábamos a admitir lo que ya no es patrimonio de unos radicales del pasado, convertido en el fondo real de un compromiso del candidato del partido mayoritario de Cataluña para este domingo.

Pensábamos que como en las familias, los matrimonio a veces discuten, pero prevalece siempre el amor por la familia... y viendo nuestros territorios llenos de familias cruzadas no podíamos comprender ni siquiera imaginar como podría acontecer semejante barbaridad histórica.

Parece que noviembre está cuajado de recuerdos históricos sombríos. En lo personal fue el mes que perdí a mi padre. El mes en que concluyó un periodo de la historia contemporánea y el mes en que los españoles hartos de la corrupción demostrada por el partido que llevaba decenios gobernando, entregó las riendas del gobierno a quien parece no importar el finiquito del Estado.

Cuando la política se convierte en un concurso de empleomanías y aspiración de inmerecidos lucros, el poder reparte sus funciones entre incompetentes que su único valor está en la “inquebrantable lealtad al líder que le da trabajo” …

Esta es nuestra realidad, nuestro desasosiego y desesperanza al no ver salidas ni a la crisis que corroe a los cimientos del Estado ni a la esperanza por capear todos el común temporal, embarcados en el mismo barco.

Allá en 1969, cuando en el servicio militar juré la Bandera aprendí a identificarme con un solemne compromiso de sacrificarme y defender España. ¿ Será verdad que el Ejercito siempre preservará la unidad de España frente al deseo secesionista de unos avispados políticos que han sabido vivir muy bien de una España que incluso juraron lealtad por su Constitución...a cambio de un sueldo generoso?

Sin embargo he vivido tiempos de incertidumbres y manipulaciones, donde expresar estas cosas parecían sinónimo de “fachas” trasnochados, cosa que es falsa y deniego de ella, pues inclusive mi historia personal ha sido siempre de compromiso hacia los demás como pueden testimoniar mis conocidos de España y mis amigos dominicanos después de doce años vividos con ellos sin dejar de sentirme español comprometido por nuestra antigua provincia de ultramar, que nuestros antepasados mismos se comprometieron a lograr una independencia necesaria por la distancia, cosa que no tiene parangón alguno con una región española que siempre he sentido el orgullo de conocer y que ahora siembra de zozobra mi ánimo”...

Darío Pozo Ruz.