domingo, 25 de noviembre de 2012

Mas fracasa: se queda lejos de la mayoría absoluta y en manos de ER


Pujols ya vaticinaba el fracaso de la pretensión independentista de Mas
Con el 53,48% del voto escrutado, CiU ha fracasado en su intento de conseguir una mayoría absoluta que le dé el certificado para llevar a Cataluña hacia un referéndum soberanista. Artur Mas se quedaría con 48 escaños, 14 menos menos que los que tenía en 2010 y 20 de la mayoría absoluta. Además, depende de ERC, que se convierte en la gran beneficiada con 20 escaños, de los 10 que tenía.

Artur Mas, que esta mañana a la hora de votar aseguraba que “Cataluña se lo jugaba todo a una carta”, tendrá que repensarse ahora el camino por el que debe llevar a su autonomía hacía la supuesta tierra prometida. Depende otra vez para la mayoría absoluta de ERC, con unos postulados aún más radicales que los suyos en términos soberanistas, y un mal socio para acometer la reducción del gasto público que le exige el Gobierno central y la Unión Europea.

La primera reacción de los dirigentes de CiU tras conocer el avance de los sondeos es asegurar que el referéndum se mantiene porque el Parlament tendrá 100 diputados soberanistas. Una afirmación un tanto artera y que, con la mitad del voto escrutado, es falsa. A los 48 de CiU, suman los 20 de ERC, los 3 de CUP y los 13 de ICV. Para estos últimos, el referéndum no es una prioridad y anteponen la salida de la crisis y las políticas sociales. Además, en esa mayoría soberanista, CiU es ahora la fuerza mayoritaria con menos escaños que antes de las elecciones (tenía 62) y la aventura de Mas ha permitido a ERC duplicar resultados. En un Gobierno de coalición, ERC no será comparsa y exigirá poder y capacidad de decisión, algo con lo que no contaba CiU antes de esta convocatoria.

Por su parte, el descalabro del PSC se aminora (tendría 22 escaños, perdiendo seis) pero ha de tener consecuencias nacionales en cuanto a las aspiraciones de Carme Chacón en el PSOE, como ya le advirtió Rubalcaba.

Los socialistas serían ahora mismo segunda fuerza. Superarían por 2 al PP de Sánchez Camacho, que recoge parte del descontento popular con CiU y con los socialistas y que ganaría así 2 escaños sobre los 18 que tenía en 2010.

ICV, la izquierda ‘sensata’ de Joan Herrera, obtendría con la mitad del voto escrutado 13, tres más que en 2010, mientras que Ciutadans de Albert Rivera más que triplicaría los 3 escaños que tenía, pudiendo obtener 9 escaños y recogiendo gran parte del voto que se ha movilizado en esta ocasión y que normalmente se queda en casa.

CUP, soberanistas apoyados por Batasuna, irrumpen en el Parlamento con 3 escaños, lo que supone un elemento perturbador más para la legislatura que comienza.

La jornada ha transcurrido con normalidad y ha estado marcada por un significativo aumento de la participación con respecto a las elecciones de noviembre de 2010. A las seis de la tarde, dos horas antes de que se cerraran los colegios, la participación llegaba al 56,1% de los 5.257.252 electores con derecho a voto en Cataluña. Este porcentaje supone casi 8 puntos más que el registrado a la misma hora hace dos años. Entonces votó un 48,39% del censo.

La polarización de la campaña y la exacerbación del mensaje nacionalista de CiU ha provocado la movilización en circunscripciones en las que habitualmente se producía una elevada abstención. Eso ha sucedido, según los primeros sondeos, con las ciudades del cinturón industrial de Barcelona, donde había votado a las seis de la tarde casi un 8 por ciento más de los que lo hicieron en 2010.

Fuente: El Confidencial.


'The Economist' defiende una mayor autonomía fiscal para Cataluña y País Vasco

EN SU ÚLTIMO NÚMERO ABOGA POR RECONOCERLAS COMO "NACIONES CULTURALES"... mientras los españoles del resto del pais contemplamos con expectación  los resultado del 25 N

'The Economist' defiende una mayor autonomía fiscal para Cataluña y País Vasco
Manifestación en favor de la independencia de Cataluña por las calles de Barcelona.
 
En un artículo titulado "Resentimiento en Cataluña", el semanario británico The Economist señala que "a pesar de que el fantasma de la secesión es una distracción inoportuna, España todavía tiene que cambiar" y aboga por dar mayor autonomía fiscal a Cataluña, el País Vasco y "quizás" a Galicia, y reconocerlas como "naciones culturales" dentro de España. De acuerdo con este artículo, el Ejecutivo español debería comenzar un proceso de revisión de la constitución después de las elecciones catalanas. 

"George Orwell, escritor británico, luchó en las trincheras de la guerra civil española para defender a Cataluña del general Franco. Seguramente estaría triste por lo que está sucediendo en esta bonita y culta región de España. El 25 de noviembre los catalanes votarán en las elecciones autonómicas que se han convertido en un referéndum no oficial sobre la independencia de Cataluña", comienza el artículo. "¿Qué estaría mal si los 7,5 millones de catalanes, con su propia lengua y cultura, eligiesen convertirse en un Estado-nación?", añade. 

Para la publicación, la mejor respuesta al desafío independentista catalán sería que España adoptara oficialmente el federalismo, con la creación de un "senado federal" y estableciendo una "legislación clara sobre quién recauda qué impuestos". Sin embargo, considera que, "tras el intento fallido de los años 1873 y 1874", la palabra federalismo en España está maldita, por lo que admite que una posibilidad más "factible" sería la de reconocer a las "naciones culturales" de Cataluña, País Vasco y Galicia y dotarlas de más autonomía que al resto.

The Economist advierte de que la región representa una parte importante de la cuarta mayor economía de la zona euro, por lo que el resultado de estos comicios "tendrán consecuencias más allá de sus fronteras". No obstante, la revista sostiene que la comunidad catalana ya goza de "más autonomía que la mayoría de las regiones europeas" y pone como ejemplo que gestiona sus propias escuelas, hospitales, policía, prisiones e instituciones culturales". "Sólo le falta la posibilidad de subir los impuestos y la declaración ilusoria de Estado", añade.

En su opinión, la mayor parte de los catalanes está "contenta" con ser tanto catalán como español, y achaca el aumento del respaldo a la independencia a que los ciudadanos piensan que puede suponer un respiro frente a la recesión de la economía. Pero el semanario advierte de que "eso no es así", ya que, aunque se incrementaría la recaudación fiscal, también afrontaría una mayor deuda.

Manifestación del desencanto de un país

En este sentido, considera, en un especial sobre las elecciones de este domingo, que el "entusiasmo por la independencia catalana puede ser simplemente la más dramática manifestación del descontento de un país que ha pasado de ser el 'nuevo rico' europeo, al 'nuevo pobre'".

Asimismo, asegura que la cuestión catalana es la más "complicada" a la que se enfrenta el presidente del Gobierno, Marian Rajoy, ya que "pone en vilo la integridad territorial de España y, por tanto, el futuro de la cuarta mayor economía de la zona euro".

TENDREMOS QUE HACER RISOTERAPIA



El Gobierno exigirá a Mas que tramite la consulta como reforma constitucional





 
 El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, seguirá desde su despacho en la sede del PP en la calle Génova la noche electoral catalana. Y con él buena parte de la cúpula de su Gobierno y del partido. En el «cuartel general» de los populares, como en el de la mayoría de las formaciones políticas, toda la atención estará puesta en si CiU consigue o no la mayoría absoluta. Eso es lo único que le importa esta noche al jefe del Ejecutivo. 

Se hará la suma  de los partidos independentistas; la de los que no quieren la independencia; se mirará lo que ha bajado el PSC; si el PP ha conseguido mantenerse, y hasta dónde llega Ciutadans. «Pero esta noche donde nos la jugamos es en la mayoría absoluta de CiU», sostiene un alto cargo de Moncloa. En el entorno del presidente están convencidos de que si Mas no la alcanza, su órdago soberanista se irá desinflando poco a poco, sin decirlo, «pero sin remedio».

Toman en cuenta la dura realidad económica que tendrá que administrar el nuevo presidente de la Generalitat, el hecho de que «uno puede tomar oxígeno del sentimiento y de la bandera», pero en el momento de la verdad la mayoría de los catalanes «no se tirarían por el precipicio»; y la posibilidad de una crisis interna porque si Mas no llega a los 68 escaños o más, la lectura de fracaso será «inevitable».

Pero incluso los que insisten en que la independencia es un proceso largo que no depende del «mesianismo» de Mas, sino de la propia sociedad catalana, incluso los más optimistas admiten que aun sin mayoría absoluta el líder de CiU encontrará su tabla de salvación en ERC. Ahí está su resurrección política.

La presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho, es una de las más convencidas de que el líder nacionalista no dará un paso atrás y que se dejará llevar por un electorado soberanista en un Parlamento autonómico con más de 80 diputados sobre 135 que han concurrido a las urnas en partidos que llevaban la propuesta de una consulta al pueblo catalán.

La respuesta de Rajoy al resultado electoral de esta noche tendrá el ingrediente del diálogo. De la disposición a hablar, e incluso a volver a entrevistarse, con el nuevo presidente de la Generalitat. El presidente del Gobierno no cree en la política de puentes rotos, ni siquiera aunque sepa que se va a sentar con un interlocutor «que viene dispuesto a no escuchar».

Para el después de las elecciones, la respuesta de Rajoy será también «ley y negociación política», precisa uno de sus «fontaneros» en Moncloa. Y si «algún día» el presidente de la Generalitat llevase al extremo la amenaza segregacionista con la propuesta de consulta, el Ejecutivo le emplazará a remitirla a las Cortes Generales como una propuesta de reforma constitucional. «Ésa es la única alternativa para que sea legal. Hoy es competencia exclusiva del Estado. Y si uno decide ir por el camino de la ilegalidad, tendrá enfrente todo poder de la ley», precisa un ministro que participa en el diseño de la estrategia de respuesta al órdago de Mas.

Pero en el Gobierno no miran tan lejos. «Mas tiene que administrar una situación económica dramática y tiene que continuar haciendo ajustes muy impopulares. Sin mayoría absoluta, ERC no será un compañero de viaje fiable para sacar a Cataluña adelante, y a partir de ahora habrá que volver a hacer gestión.

«De la bandera no se come», explica un miembro del Ejecutivo.  Rajoy seguirá aplicando su política de medir los ritmos al margen del ruido político y mediático inmediato. «Y las respuestas llegarán en cuanto Mas se desvíe del camino de la Ley. Pero también hace falta hablar y mirar a los catalanes», añaden. 


 Fuente: 25 Noviembre 12 - - Carmen Morodo en La Razon.



sábado, 24 de noviembre de 2012

NO PUEDE SER





“ La historia de los pueblos queda jalonada por hitos significativos en su devenir: la Reconquista, el Descubrimiento de América, la Guerra de Independencia, la Restauración, y muchos otros que como el de mañana en Cataluña, pueden señalar el progreso o retroceso en la historia de España.

Muchos factores están influyendo en nuestras mentes creando confusión y en cuantos hemos creído en España, dolor y miedo a vivir el desmoronamiento de nuestra Patria.

Siempre admiré a Cataluña. De jovencito siempre recuerdo dos amigos catalanes que me descubrieron una cultura que aprendí a admirar: T.P de Tarrasa y C.V. De Barcelona. El segundo estaba estudiando en la Complutense, Ingeniería Naval y nuestra amistad le ayudó a encontrar un círculo de amistad madrileño. El primero me animó a conocer el Pirineo Leridano, recorriendo en grupo muchos de sus senderos y paisajes...

La ultima vez que les vi, ya había en su mirada un signo de pesar que no podían ocultar. Hablamos y nos comunicamos profundamente en un lenguaje sincero en el que reconocimos la nefasta influencia en nuestro vida de la posibilidad que sus políticos quieren para Cataluña de separarse de España.

Nos negábamos a admitir lo que ya no es patrimonio de unos radicales del pasado, convertido en el fondo real de un compromiso del candidato del partido mayoritario de Cataluña para este domingo.

Pensábamos que como en las familias, los matrimonio a veces discuten, pero prevalece siempre el amor por la familia... y viendo nuestros territorios llenos de familias cruzadas no podíamos comprender ni siquiera imaginar como podría acontecer semejante barbaridad histórica.

Parece que noviembre está cuajado de recuerdos históricos sombríos. En lo personal fue el mes que perdí a mi padre. El mes en que concluyó un periodo de la historia contemporánea y el mes en que los españoles hartos de la corrupción demostrada por el partido que llevaba decenios gobernando, entregó las riendas del gobierno a quien parece no importar el finiquito del Estado.

Cuando la política se convierte en un concurso de empleomanías y aspiración de inmerecidos lucros, el poder reparte sus funciones entre incompetentes que su único valor está en la “inquebrantable lealtad al líder que le da trabajo” …

Esta es nuestra realidad, nuestro desasosiego y desesperanza al no ver salidas ni a la crisis que corroe a los cimientos del Estado ni a la esperanza por capear todos el común temporal, embarcados en el mismo barco.

Allá en 1969, cuando en el servicio militar juré la Bandera aprendí a identificarme con un solemne compromiso de sacrificarme y defender España. ¿ Será verdad que el Ejercito siempre preservará la unidad de España frente al deseo secesionista de unos avispados políticos que han sabido vivir muy bien de una España que incluso juraron lealtad por su Constitución...a cambio de un sueldo generoso?

Sin embargo he vivido tiempos de incertidumbres y manipulaciones, donde expresar estas cosas parecían sinónimo de “fachas” trasnochados, cosa que es falsa y deniego de ella, pues inclusive mi historia personal ha sido siempre de compromiso hacia los demás como pueden testimoniar mis conocidos de España y mis amigos dominicanos después de doce años vividos con ellos sin dejar de sentirme español comprometido por nuestra antigua provincia de ultramar, que nuestros antepasados mismos se comprometieron a lograr una independencia necesaria por la distancia, cosa que no tiene parangón alguno con una región española que siempre he sentido el orgullo de conocer y que ahora siembra de zozobra mi ánimo”...

Darío Pozo Ruz.

viernes, 23 de noviembre de 2012

¿ ESTAMOS TODOS SOÑANDO ?

 

Sueña el rey que es rey, y vive
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe,
y en cenizas le convierte
la muerte, ¡desdicha fuerte!
¿Que hay quien intente reinar,
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte?

 Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.
Yo sueño que estoy aquí
destas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.

Fuente: Calderon de la Barca en el Monólogo de Segismundo...

HISTORIA DE UNA ESPERANZA PARA ESPAÑA

 

"El año 2008 la editorial Turpial me publicó el libro Movimientos Cívicos, de la calle al Parlamento, donde relato la parte principal de la historia que nos llevó a fundar un nuevo partido político a unos cuantos miembros de la vasca Iniciativa Ciudadana Basta Ya, a los que en seguida se unieron miembros de otros movimientos cívicos en otras partes de España, como por ejemplo Manos Blancas en Madrid, y centenares de personas sin filiación especial.

Tengo la intención de escribir algún día la segunda parte de esta historia, que tratará de la evolución posterior de UPyD y que, naturalmente, llevará como subtítulo Del Parlamento a la calle, ya que en nuestro partido nos tomamos muy en serio las normas internas y externas y, en su día, aprobamos que ninguno de nosotros estuviera más de dos mandatos consecutivos normales (ocho años) en el mismo cargo político (con la excepción de la portavoz, Rosa Díez, que podrá estar tres mandatos en el Congreso de los Diputados).

 De manera que con un poco de suerte dentro de siete años y un mes quedaré liberado con total seguridad (y sólo si me religen antes) de la honorable pero pesadísima obligación de ser un representante más en el Parlamento de esta nación atribulada. Espero que entonces tenga tiempo para escribir ese otro libro y pasar a la clase de vida realmente privilegiada que no es, contra lo que se cree, la del “político” (al menos si es de UPyD).

Admito ofertas de editoriales para esa segunda parte, porque para entonces (2016-2020) es probable que UPyD sea un partido de gobierno, de quedar algo que gobernar. Pero cuando acabé la primera y Turpial se interesó por la publicación prácticamente nadie daba un euro por nosotros. Para que se hagan una idea, la editorial me dijo que encontraba muy arriesgado el subtítulo, ese “De la calle al Parlamento”: ¿estaba seguro de que UPyD conseguiría representación en las inminentes Generales de 2008? ¿Y si no era así, el fracaso -más que probable- no dejaría el libro en ridículo y condenado al almacén y al reciclaje? 

Me empeñé en mantener el subtítulo porque, aunque parezca mentira, lo cierto es que estábamos razonablemente seguros de que conseguiríamos entrar en el Congreso como así fue, convirtiendo a Rosa Díez en la primera diputada de UPyD. 

Cierto es que eso significó llevar la contraria a todos los expertos que pronosticaban un fracaso sin paliativos: los banqueros que nos recibían, supongo que por una curiosidad similar a la que suscita una mujer barbuda, pero no nos prestaron ni un €, ni uno; los periodistas que se negaban a darnos siquiera un trocito de noticia para informar de que existíamos, o hacerlo en tono de burla; los politólogos que, extrañamente, creían saberlo todo sobre fundación de nuevos partidos aunque no tuvieran la menor experiencia en eso.

 Y así tutti quanti. Y no les faltaba razón, aunque en muchos casos fueran razones del tipo de la profecía autocumpliente, como los periodistas que pronosticaban nuestro fracaso porque iban a afanarse en que así fuera (como muestra, este ejemplo del director de El País, Javier Moreno). De hecho, a mi libro los medios tampoco le hicieron gran caso , aunque para mí eso prueba que es un libro político interesante que alguien debía escribir (y me tocó a mí), pues son raros los libros interesantes sobre política española que encuentran eco en los grandes medios.


La verdad es que UPyD tuvo éxito por la conjunción de tres razones impersonales (doy por hecho que ustedes descuentan la obvia razón del gran talento político de Rosa Díez y su equipo): la existencia de internet, sin la cual UPyD habría sido completamente imposible y que nos ha convertido en el primer partido nacional 2.0; la reunión, a través de Plataforma Pro, de una red cívica nacional, pequeña pero suficiente –unos 3000 afiliados el 29 de septiembre de 2007- para presentarnos la primera vez en todas las circunscripciones electorales sin excepción; la adopción de un programa político básico que reclamaba una corriente de opinión política en auge huérfana de partido político: reforma de la Constitución; regeneración de las debilitadas instituciones democráticas; partido político progresista e inequívocamente nacional y transversal, es decir, con un proyecto político claro y concreto que podían compartir personas con ideas diferentes en otros ámbitos de la vida.



 Fue suficiente para conseguir algo más de 300.000 votos y un escaño por Madrid a pesar de la Ley Electoral injusta y bipartidista, a pesar de no tener más dinero que el reunido o prestado por afiliados y simpatizantes (poco más de 300.000 €; nos salió cada voto a casi 1€, magnífica rentabilidad), y del ninguneo generalizado con el que nos saludó, con pocas excepciones, el sistema de medios de comunicación menos independiente, menos profesional y más sectario de la UE (hubo más medios alemanes, franceses o italianos interesados por el nuevo partido que españoles). Sistema que ha reiterado su hábito de ignorar la realidad política, y su obligación inexcusable de informar, al pasar olímpicamente del quinto aniversario de UPyD que celebramos el sábado en Vitoria, y por cierto estupendamente.

Cinco años después da cierto vértigo el salto que dimos y el camino recorrido a continuación. Tenemos más de 160 cargos públicos de todos los niveles, y hemos desarrollado muchísimo el programa más bien básico con el que nacimos. Los bancos solventes nos prestan dinero sin problemas porque saben que lo devolvemos. La mayoría de la gente ya ha oído hablar de UPyD, a veces incluso bien a pesar de la oposición desesperada de grandes grupos de comunicación. En las últimas elecciones del 20N conseguimos un 4’7% de los sufragios, casi 1.200.000 votos, cuatro veces más que en 2008. Y la intención de voto a UPyD oscila ya en torno al 10%, punto arriba o abajo; es razonable esperar de un 15% a un 20% para las próximas elecciones generales, si se celebran en 2015 (si no ocurre así será que el deterioro del sistema habrá avanzado a pasos acelerados).

Los dos mayores aciertos que en mi opinión hemos tenido han sido de tipo intelectual: el primero, prever con tiempo el fracaso de un sistema político cerrado de partidos anticuados, atrincherado en una Ley Electoral injusta hecha a su medida, y basado en el parasitismo de un Estado de las Autonomías paquidérmico e ineficiente que se haría inviable en cuanto acabara la época de vacas gordas, como la brutal crisis que padecemos ha dejado demostrado. 

El segundo acierto, haber adelantado la agenda de temas políticos claves de inevitable discusión por mucho que el inmovilismo la retrasara: reforma del modelo de Estado y de la Constitución, con especial énfasis en el caos territorial y competencial, cambio de la injusta Ley Electoral, racionalización de las administraciones, cambio de modelo productivo y laboral, de la educación y la sanidad, etc. 

Somos el primer partido parlamentario que ha propuesto una reforma del Estado en sentido federal, y no a modo de instrumento de urgencia sino como alternativa positiva para un país tan complejo como el nuestro, y sin duda alguna el partido que más iniciativas presenta en el Congreso relacionadas con la mejora de una igualdad en clarísimo retroceso; lo mismo cabe decir de la libertad personal, amenazada por el avance del intervencionismo autoritario de un Estado incapaz en cambio de garantizar prestaciones sociales básicas. Esta no ha sido labor exclusivamente de los afiliados del partido, sino más bien de las aportaciones de centenares de personas realmente expertas en sus campos, muchas de las cuales –economistas, científicos, educadores, médicos, ingenieros, militares etc.- son colaboradoras habituales de UPyD a través de un sistema de grupos de trabajo sectorial que nos vincula directamente a la maltratada sociedad civil española.
 
Sin duda otro acierto ha sido dotarnos de mecanismos de funcionamiento que permiten superar rápidamente las asechanzas inevitables en cualquier partido y asociación: las intrigas palaciegas o la entrada de indeseables y oportunistas que nos ven como instrumento de su propio medro. No es casual que algunos medios de comunicación sólo hablen de UPyD cuando creen que atravesamos alguna terrible crisis interna que engordan con entusiasmo, aunque para su decepción todas hayan sido efímeras  o imaginarias.

Pero también es cierto que no sabremos si el sistema que hemos adoptado es realmente eficaz hasta no ser un partido realmente decisivo en muchas instituciones; y hasta ahora, sólo lo somos en la Junta del Principado de Asturias. Sólo la prueba del contacto directo con el poder demostrará si sabremos resolver con exigencia y transparencia, como hasta ahora, casos de flagrante incumplimiento de nuestros compromisos políticos (razón de que algunos concejales dejaran de serlo por UPyD, algunos al día siguiente de su toma de posesión, en cuanto quisieron venderse al mejor postor) o, en el futuro, de cruda corrupción. 

Pues ningún partido político está libre del peligro de ser colonizado por sinvergüenzas, y de lo que se trata es de saber y poder librarse de ellos sin dudarlo un segundo, incluso si han conseguido un cargo público o interno relevante que no podrán utilizar para protegerse. Conviene a este respecto recordar que UPyD nació con vocación de partido de gobierno, no de grupo testimonial o experimental.



El principal reto que tenemos es doble, y está interrelacionado: en primer lugar, el brutal descrédito de la política, y de la propia democracia, consecuencia de la pésima gestión de la crisis a cargo de los partidos viejos, tanto PSOE e IU como PP, y por supuesto sus socios nacionalistas, alguno de los cuáles aprovecha la crisis para tratar de conseguirse un Estado en exclusiva mediante la vieja táctica de la puñalada por la espalda en el momento de máxima debilidad del Estado común (que se aspira a seguir condicionando… sin asumir las obligaciones derivadas de la pertenencia). La crisis económica es también, en España, una brutal crisis política, una crisis constitucional con todas las letras que reclama abrir un proceso constituyente (UPyD lo lleva diciendo desde 2007). 

Y en segundo lugar, relacionado sin duda con ese descrédito de la política y de los partidos, el lento crecimiento de UPyD: si en 2007 éramos 3000, ahora rondamos solamente los 6000 (cerca de 8000 incluyendo simpatizantes registrados). Es obvio que los ciudadanos siguen pensando que los partidos y la política no son de fiar y que, en todo caso, no son cosa suya

Un desapego muy tradicional que también está en el origen de la crisis política actual, pues una ciudadanía muy quejosa pero complaciente ha dejado el terreno libre a políticos corruptos e ineptos y a partidos de concepto decimonónico. O quizas no hemos sabido -seguramente- cómo llegar e implicar activamente a gente dispuesta a comprometerse pero que no cree que rellenar un formulario de afiliación y pagar una cuota sea todo, sin descartar la rémora que supone el miedo a crecer y abrir puertas a los extraños, optando conservadoramente por lo “malo conocido”… Tenemos mucho que aprender y hacer como partido.

 Por eso el reto que tenemos por delante es doble: crecer bien para ser una alternativa de gobierno, y hacer frente a la crisis restaurando el prestigio de la política democrática. Ojalá hayamos avanzado en ambos campos en el décimo cumpleaños upeydeano de 2017. Por lo demás, felicidades de corazón a todos los que no han temido implicarse"

  



N.R. La reflexión que nos hacía Carlos Martinez Gorriaran en el blog de su página personal el pasado mes de octubre:  " para entonces (2016-2020) es probable que UPyD sea un partido de gobierno, de quedar algo que gobernar" me hace pensar en lo acertado de su pronostico que no deja de causar desesperanza a quienes quisiéramos que la descomposición del país no llegara a esos extremos de hacernos pensar que para 2016 "no quede nada".

Muy valioso y acertado, me parece el análisis de Carlos Martinez Gorriaran, que marca aspectos preocupantes de una actualidad que no nos gustaría haber vivido nunca.

Desde Mentiras de la Crisis, vemos con esperanza, abierta una esperanza, que deseamos fervientemente sea compartida por un pueblo que debe recuperar protagonismo en su accionario inmediato.


Darío Pozo Ruz.