miércoles, 11 de septiembre de 2013

LA CASTA POLÍTICA SENTADA EN EL BANQUILLO

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La juez Alaya abrió ayer el procedimiento para la imputación de los expresidentes de la Junta de Andalucía Manuel Chaves y José Antonio Griñán, así como la de otros cinco ex altos cargos de la Junta, todos ellos del Partido Socialista. No por esperado, el asunto deja de ser menos grave y en una primera valoración del mismo cabe concluir que pone en entredicho todo el discurso que sobre la corrupción ha venido manteniendo el Partido Socialista a cuenta del caso Bárcenas, y pone ahora la pelota en el tejado de Ferraz. Eso es así, sin duda: la 'imputación' de Chaves y Griñán sitúa al PSOE en plano de igualdad con el PP a los ojos de una opinión pública que, a medida que pasa el tiempo sin que los dos grandes partidos se pongan manos a la obra para atajar la corrupción, se distancia cada día más de ellos.

La parte positiva -si puede decirse así- de todo esto es que por fin parece que se ha acabado la impunidad para esa casta política que lleva viviendo de la sopa boba toda su vida y que se ha creído con derecho de pernada sobre los dineros que obtienen de nuestros impuestos. En el epílogo del libro El negocio del poder que escribimos en su día Daniel Forcada y yo decíamos lo siguiente: “Es verdad que la mayoría de los políticos son honrados, pero existe una casta que se ha instalado en el poder como si fuera algo que les perteneciera y no una delegación de la soberanía popular, y eso es lo que les lleva a manejar la res publica como algo privado. Alrededor de esa ‘casta’ se generaliza una verdadera red clientelar de cargos que dependen del político de turno, y a su vez de estos depende toda una telaraña de personas y entidades que contratan con la administración correspondiente, hasta el punto de que pueden ser cientos, incluso miles, las personas cuyo futuro depende de que en una elecciones gane tal o cual partido, y en definitiva eso puede suponer un cierto peligro para la propia supervivencia de la democracia”.


Eso es, exactamente, lo que ha pasado en Andalucía, donde el poder político ha llegado a consolidarse en manos de un solo partido como si se tratara de un régimen, y eso es lo que, por fin, una juez muy valiente ha puesto contra las cuerdas al querer sentar en el banquillo a los principales responsables de todo lo ocurrido, sea por acción o sea por omisión. Obviamente, no sólo ocurre en Andalucía, pero allí se ha generalizado la corrupción como algo consustancial al ejercicio de la política, hasta el extremo de que sin ella es imposible comprender la extraordinaria red de intereses que ha impedido durante décadas que en esa región se produjera algo tan necesario en democracia como es la alternancia en el poder.

Pero llámese Bárcenas y todo lo que conlleva el caso que ocupa al extesorero del PP preso en Soto del real, o llámese Griñán, Chaves y los ERE en general, el caso es que ese clima de corrupción empieza a ser demasiado asfixiante. El país necesita que todo eso pase a un segundo plano para recuperar la confianza en nosotros mismos, factor esencial para consolidar la incipiente recuperación económica. ¿Cómo se consigue esta? Regeneración, y eso es lo que está en manos de nuestros políticos. El primer paso para su consecución debe darse en el sentido de acabar con la profesionalización de la política, que tiene mucho que ver con que se haya constituido durante años una casta.

El ejemplo de la heredera del hoy en proceso de imputación José Antonio Griñán, Susana Díaz, es demoledor: no ha conocido otra cosa en su vida que la política. Pero no es la única, aunque sí muy destacada; y ahí está Elena Valenciano, que empezó de telefonista en Ferraz… Con eso es con lo que hay que acabar, y en ese sentido son muy oportunas las reflexiones que el pasado fin de semana hicieron los jóvenes de las Nuevas Generaciones del PP sobre la necesidad de democratizar los sistemas de elección internos y externos, así como las que también ha expresado la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, a la que habría que pedir que tuviera el coraje de hacer eso mismo ante los órganos de dirección de su partido y entonar un mea culpa por la de veces que ha sido ella la que ha hecho las listas de su partido generando muchas deudas a su favor.


Pero es cierto que hay que empezar por ahí, y por limitar los mandatos de representación a ocho años, y por imponer la elección directa de alcaldes… Y por endurecer las penas y las sanciones a la corrupción porque, como ya he dicho más de una vez, el problema no está en que haya políticos corruptos, que los habrá siempre, aquí y en Berlín: el problema está en cómo se los castiga. En este país, hasta que algunos jueces han decidido sentar a la casta en el banquillo, esta gozaba de una impunidad sin límites

Fuente:  DEL CONFIDENCIAL.

lunes, 9 de septiembre de 2013

EDUCACIÓN | Encuentro en la Universidad Menéndez Pelayo El director de PISA cree que en España hay 'muchos' profesores en relación al número de alumnos.



El director del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Andreas Schleicher, opina que en España hay "muchos" profesores en relación al número de alumnos y considera que no se debe pagar a todos lo mismo, sino "atraer a los mejores" con incentivos.

Durante su participación en un Encuentro de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), ha opinado que se debe de "reconocer y recompensar" el talento y ha opinado que los profesores deben de asumir un papel "más activo" en los centros y "tiene que haber incentivos".
En este sentido, ha señalado que en España hay, a su juicio, un "gran nivel de aislamiento" y el grado de autonomía del docente "es muy reducido", por lo que es un ámbito que "tiene que mejorar".
En su exposición, ha subrayado que en otros países con mejores resultados en PISA, como Corea, se aboga por tener menos profesores, mejor pagados y mejor preparados, priorizando su calidad sobre el número.
"No puede haber mejor sistema educativo que sus docentes", ha afirmado Schleicher en el Encuentro de la UIMP 'Educar en el siglo XXI: buenas prácticas en el sistema educativo español', durante el que ha definido a los profesores como "el corazón" del mismo.

Seguir el ejemplo de finlandia o Canadá

Así, y a partir de los datos que obtienen los distintos países en el informe PISA, ha abogado por seguir también el ejemplo de Finlandia, Canadá o Singapur, donde los profesores se sienten "parte del sistema", se dedican a "desarrollarlo" y tienen un "papel" en el "diseño" de lo que enseñan y no sólo imparten "conocimientos prefabricados", algo que, a su juicio, contribuye a aprovechar su talento.
Además, ha opinado que, a diferencia de algunos de estos países, en España hay "mucho aislamiento entre centros", que desconocen cómo se enseña en otros de su entorno, lo mismo que ocurre con los profesores.
Ha citado que países como Canadá han dedicado "esfuerzos" a que los profesores trabajen juntos, destinan una serie de horas a reciclarse y a conocer qué hacen otros docentes.
Además, ha citado otros ejemplos como China, un país en el que hay cuatro niveles en la carrera profesional y si quieren avanzar en ella tiene que demostrar "que pueden cambiar las cosas" y "dar la vuelta" a centros que rinden mal o que pueden desenvolverse en entornos educativos difíciles.
"De lo que se trata es que el sistema educativo evolucione", ha afirmado el director de PISA, quien, por otra parte, ha asegurado que el "éxito" de los mismos "no sólo" depende de los recursos económicos que se destinen sino también del "tipo de políticas" que se apliquen y en qué se elige gastar el dinero.

España gasta 'bastante'

En este sentido, ha asegurado que España gasta "bastante" en Educación en relación con su Producto Interior Bruto (PIB), si bien ha apuntado que uno de sus factores de coste es lo que dirige a pagar a sus profesores.
También ha señalado que, a la hora de gastar sus recursos, España lo encamina a reducir el número de alumnos por aula mientras que otros países con mejores resultados en PISA, como Corea, con 40 o 50 alumnos en cada aula, "priorizan la calidad de la enseñanza" sobre el número de estudiantes por clase.
En su conferencia, seguida, entre otros, por la secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio, Schleicher ha opinado que en España los centros tienen "muy poca capacidad de maniobra" y "no configuran su propio entorno de aprendizaje".
En este sentido, ha señalado que, según PISA, "el rendimiento más alto" se consigue en aquellos sistemas donde se combina esta autonomía de los centros con una cultura de la transparencia en la rendición de resultados.
Sin embargo, el director de PISA también ha resaltado algunos puntos positivos del sistema educativo español, como el de la equidad, en las posibilidades que sus alumnos tengan la posibilidad de tener "éxito" vengan de donde vengan.
Según ha señalado, éste es un ámbito en el que España y su sistema educativo va "bastante bien" y ha abogado por mantenerlo, pero mejorando su calidad y su "excelencia", haciendo que sus alumnos desarrollen su capacidad "al máximo"

domingo, 8 de septiembre de 2013

POR QUÉ PERDIÓ MADRID Y GANÓ ESPAÑA

A
Paul Volcker, el proverbial expresidente de la Reserva Federal, publicó en 2005 -antes de que estallara la crisis financiera- un artículo en The Washington Post titulado: "La economía, sobre hielo delgado". Volcker advertía de que debajo de la superficie tranquila del lago sobre la que se deslizaban los patinadores se escondían, en realidad, tendencias preocupantes: desequilibrios enormes y riesgos derivados de una política monetaria tan expansiva que había creado una gran burbuja de crédito. En particular, por la falta de ahorro de EEUU, que cada año estaba en la obligación de pedir prestado al mundo decenas de miles de millones de dólares para mantener elevado su nivel de vida (un 50% de renta mayor que España).
Alan Greenspan era, por aquel tiempo, lo más parecido al mesías monetario, y pocos repararon en las heterodoxas ideas (en realidad eran pura ortodoxia) del economista que dirigió la Reserva Federal entre 1979 y 1987, y que con más de 80 años vio lo que otros apenas intuían.
Volcker ganó la partida de la credibilidad frente a la marea de analistas y crédulos que se derretían cada vez que Greenspan decía a los mercados lo que querían oír (como ahora han hecho las autoridades y los medios de comunicación españoles a propósito de los Juegos Olímpicos). Y ganó la batalla de la credibilidad no sólo por sus profundos conocimientos del sistema económico norteamericano, sino, sobre todo, porque estaba ya fuera de la Reserva Federal, lo que le permitía analizar los fenómenos económicos con mayor objetividad y rigor económico.
Es decir, justo al revés de lo que suele suceder a los políticos y altos funcionarios del Gobierno de turno, cuya mirada está contaminada por lasurgencias electorales. Sólo eso explica, mejor que ninguna otra cosa, el empeño de Madrid por organizar (por cuarta vez) unos Juegos Olímpicos.

Se ha tratado de un empecinamiento político -sólo político- que desafiaba algunos de los más elementales principios de la economía, como es larentabilidad de las inversiones, tanto públicas como y privadas. Y el hecho de que no se hayan concedido los Juegos Olímpicos -con una derrota clamorosa (la tercera consecutiva)-, no impide hacer un análisis crítico de su utilidad. Si Madrid hubiera ganado, también habría que haberlo hecho igualmente. Los argumentos no cambian en función de quién sea el ganador.

Organizar los Juegos en la España actual y con lamentable arquitectura institucional del país, hubiese sido una mala idea económica. Aunque, evidentemente, a corto plazo hubiera inyectado toneladas de optimismo. Sin duda merecidas por la ciudadanía.
Cohesión territorial
Básicamente, por una razón. Uno de los problemas específicos de España -al margen de algunos desequilibrios macroeconómicos que todavía subsisten- tiene que ver con la cohesión territorial. Junto a regiones competitivas y de alto nivel de renta en relación con Europa (Madrid, Cataluña o País Vasco) permanecen territorios con buenas infraestructuras, pero inviables por ausencia de actividad económica. Lo cual es todavía más preocupante en un Estado ampliamente descentralizado en el que cada autonomía se ha convertido en un 'miniestado', pero sin la masa crítica suficiente para asumir el gasto sanitario o en educación (las dos terceras parte del presupuesto).
Éste es el caso de la España interior o de Extremadura (más de la mitad de territorio), cuyo futuro es algo más que oscuro. Fundamentalmente, como consecuencia del polo de atracción que suponen las dos grandes urbes del país (Madrid y Barcelona), que no solamente consumen la mayor parte de la inversión pública, sino que arrebatan la inmensa mayoría de la inversión extranjera.
Hay un dato que a menudo pasa inadvertido, pero nada menos que el 84% de la inversión extranjera directa (la que realmente importa) llega a Madrid y Cataluña. O dicho en otros términos, tan sólo el 16% de los 13.000 millones de euros que llegaron a España del extranjero el año pasado para invertir en elsistema productivo (no se trata de inversión en cartera) se lo tuvieron que repartir las quince comunidades autónomas restantes, algo que explica las crecientes diferencias interregionales en términos de capital humano y físico. Sólo con ver el ránking de las mejores universidades del país, se observa dónde se corta el bacalao del conocimiento en España (salvo algunas excepciones).
Lo curioso del caso es que ambas comunidades representan el 36,8% del PIB de España, lo que significa una evidente sobrerrepresentación en cuanto a captación de inversión extranjera. Lo peor, sin embargo, es que la distancia tenderá a ensancharse en los próximos años.
La organización de unos Juegos Olímpicos, a priori, no es ni buena ni mala (al margen del aspecto puramente deportivo). Su virtud dependerá de tres factores: la oportunidad histórica, la gestión económica de los recursos públicos disponibles, y, por último, su contribución a la cohesión territorial.

Parece evidente que España cumplía la primera de las tres condiciones. El país necesitaba -necesita- un golpe de optimismo tras un quinquenio en crisis que se ha llevado por delante casi cuatro millones de puestos de trabajo. Pero no es el caso del resto de condiciones. Hay fundadas razones para sospechar (ahí está el fortísimo endeudamiento generado en los últimos años) que si España no cambia su sistema de representación institucional (la baja calidad de nuestra democracia), el resultado económico hubiera sido un fiasco.

Unos Juegos Olímpicos organizados por políticos mediocres  conducen inevitablemente al fracaso económico, y no hay razones para pensar que las cosas iban a ser distintas. Al menos hasta que no se solucione el marco institucional en el que se desenvuelve la política madrileña y española. Sólo hay que ver el dossier que presentó Madrid 2020 al COI para observar quién se beneficiaría de las infraestructuras. No un territorio degradado social y económicamente, como sucedió en Barcelona que abrió la ciudad al mar, sino algunos de los nuevos planeamientos urbanísticos vinculados a los reyes del ladrillo.
El mito del efecto frontera
El tercer factor que puede aconsejar las organización de unos Juegos Olímpicos es el equilibrio territorial, y el hecho de que se fueran a celebrar en Madrid (la comunidad con mejores infraestructuras del país) sólo hubiera ayudado a desequilibrar un poco más la balanza a favor de la capital, ya suficientemente dotada de infraestructuras. El llamado ‘efecto frontera’, en contra de lo que suele decirse, tiene un impacto muy limitado sobre los territorios contiguos, como se demuestra en las dos castillas.

Hay otra razón que hubiera desaconsejado la organización de los Juegos Olímpicos. La economía de un país no puede funcionar a golpe de la feliz idea del político de turno. Ahora, una Expo (Sevilla y Zaragoza); ahora, unos Juegos Olímpicos (Barcelona y Madrid); ahora, un aeropuerto (medio centenar en todo el país); ahora, un parque temático (Terra Mítica); ahora, unos casinos (Eurovegas) o ahora, unos trenes de alta velocidad (la segunda potencia mundial) que han endeudado al país hasta niveles insoportables, y que han obligado a subir los impuestos para poder financiar gasto corriente, no nuevas inversiones que multipliquen la actividad económica.

Esta política económica espasmódica (con escasos proyectos a largo plazo capaces de identificar los nuevos yacimientos de empleo y fijar las vías por las que debe circular un nuevo modelo productivo) es consecuencia, sin lugar a dudas, del cortoplacismo con el que se hacen las cosas. Y Madrid 2020 no es más que el reflejo de esa forma de hacer política. Sin duda, respaldada por una opinión pública demasiado complaciente. A la que de vez en cuando se le embarca en proyectos suicidas de la mano de medios de comunicación dóciles con el poder que en la mayoría de los casos se han ganado a pulso su crisis. Y el hecho de que se eligiera a una empresa de márketing (no a un gabinete de análisis demoscópico creíble) para que dijera que el 91% de los ciudadanos estaba encantado con los Juegos, no es más que la prueba del nueve de la chapuza.
Un país no puede crecer a golpe de ocurrencia o evento deportivo, y sí lo hace está condenado al fracaso. Probablemente, la mejor lección que deben aprender las autoridades de lo sucedido en Buenos Aires es que una tasa de paro del 26% dice muy bien lo que somos. O incluso, los 7.455 millones de euros que debe el ayuntamiento de Madrid. Ésta es la realidad.

Fuente: EL CONFIDENCIAL

ESPAÑA CARECE DE SOLVENCIA PARA ORGANIZAR UNAS OLIMPIADAS, CON EL GOBIERNO DE RAJOY



España carece de solvencia. En el Comité Olímpico Internacional nadie cree en el Gobierno de Mariano Rajoy y en su capacidad de generar confianza. El deporte español acumula éxitos, pero cuenta con un enemigo que le impide crecer, la clase política, que al menos ayer dio la cara. Género incapaz de hacer creíble un proyecto nacido por y para el deporte. Ni la firme presencia del Príncipe Felipe consiguió dar la vuelta a la percepción que se tiene de la España actual, esa que apunta a la crisis económica y a la corrupción como principales indicios de este tercer fracaso consecutivo. Por primera vez, Madrid ha quedado eliminada en primera ronda, sin poder luchar por el triunfo que se llevó Tokio de manera contundente con 60 votos contra los 36 de Estambul.
El proyecto nació cohibido y triste por la ausencia de dinero. El olimpismo es una máquina de hacer dinero y en ocasiones de destruirlo, pero no entiende de estrecheces, tal y como afirmaba más de un miembro de la candidatura al término de la votación. Los rivales sabían de esa debilidad y han presumido de dinero, de credibilidad, de solvencia ante esa obligada austeridad que ha acompañado a la candidatura desde que Alberto Ruiz-Gallardón diera el paso de luchar por los Juegos. "Tenemos 4.100 millones de dólares en el banco a manera de garantía", confesaban desde Tokio. Mientras, Madrid hablaba de una candidatura cercana a la realidad económica del mundo, que por lo visto no es la misma por la que se mueve la gente que pisa la sede de Lausana con asiduidad.
El proyecto de Alejandro Blanco, en el que Ana Botella se convirtió en inesperada y poco afortunada compañera de viaje, arrancó con la losa de tener que ajustarse a la ausencia de dinero presente y futuro, a una austeridad que no gusta entre los miembros del COI. Hecho éste que la hipocresía del movimiento olímpico nunca reconocerá, pero que no perdona, tal y como ha quedado demostrado con un tercer golpe que amenaza con dejar KO la ambición de la capital de España de ser olímpica.
La 'guerra de la foto'
Las guerras políticas y de poder que ha tenido el Partido Popular desde el inicio del llamado sueño olímpico tampoco han ayudado a crear el mejor escenario posible. La siempre sorda guerra de la foto ha creado dudas. El aparecer por encima de cualquier consecuencia ha importado más y la mejor demostración es ese aplauso que acompañó la intervención de Mariano Rajoy, ya en el hotel NH y con la derrota en el bolsillo. Aplaudían todos aquellos que durante estos meses han procurado salir en la foto y ayudar más bien poco, es decir, políticos y personas que viven alrededor de ellos. Lejos de esos que aplaudían, el grupo de deportistas que ha estado con la candidatura y que sentía como suya la derrotaTodos ellos estaban rotos, de manera sincera. Soñaban con ver unos Juegos en España y con recibir una inyección para que el deporte español respire y pueda seguir vivo.

La dureza de la derrota, por inesperada y abultada, destrozó a los protagonistas de este sueño olímpico convertido en pesadillaAlejandro Blanco rompió a llorar. No se lo esperaba. El presidente del COE estaba convencido del éxito o de por lo menos luchar por ello, algo que no pudo hacer. La cota de simpatía en esta ocasión en26 de 94 miembros COI con derecho a voto. Los 32 votos siguen siendo el techo. No avanza.

Nadie de la expedición se quedó en el hotel Hilton para felicitar a Tokio. No lo manda el protocolo. Poco a poco fueron apareciendo por el hotel NH. Los ministros Margallo y Soria fueron de los primeros en dejarse ver y hablar demala suerte como argumento. Después llegó  el presidente del Gobierno y poco más tarde los Príncipes de Asturias. El último en llegar, Alejandro Blanco. Apareció con los suyos, con los presidentes de las federaciones. Arruinados en lo moral y sin apenas esperanzas de que el panorama pueda cambiar en los próximos años. No hay dinero y nada hace indicar que pueda darse otro escenario pese a esa luz que Rajoy dice ver. Se sabían derrotados, hundidos. 
El Príncipe Felipe intentó levantar el ánimo, incluso llegó a hablar con el gurú Burns, que ya puede presumir de tener una derrota olímpica, en un intento de vuelta a la normalidad. Diálogo con Rajoy, instantes después de que el presidente del Gobierno confirmara que no piensa cobrarse víctima política alguna y que no cierra la puerta a futuros proyectos olímpicos de Madrid, aunque la siguiente ciudad que volverá a la lucha olímpica será Bárcelona, que quiere pasar a la historia siendo la primera capital capaz de organizar unos juegos de verano y de invierno. "Debemos levantarnos y seguir luchando", afirmó el heredero a la Corona. 
El ministro Wert fue más allá al afirmar que: "Seguiremos luchando si Madrid quiere", haciendo gala de su habitual valentía. Lo cierto es que nadie se atreve a descartar una nueva batalla, aunque el ánimo ayer no invitaba a pensar en un cuarto proyecto consecutivo. Y más tras la contundente derrota. Lo que unos y otros han querido destacar es el trabajo de Alejandro Blanco, que piensa seguir al frente del COE.

Fuente: ELCONFIDENCIAL

jueves, 5 de septiembre de 2013

ESPAÑA: TODO SIGUE IGUAL


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¿Qué es gobernar?
El verano de 2013 será recordado por la grave tragedia del accidente de tren de Santiago. Sorprende que acto seguido se ponga en solfa todo el sistema de seguridad vial. La labor de los Gobiernos es procurar cotidianamente la mejora de los servicios públicos sin esperar a que ocurran estas desgracias. También extraña que antes ningún actor del sector (maquinista, ingenieros, técnicos, ni usuarios) hubiera advertido del peligro de dicho tramo. Para quitarse de encima responsabilidades, crean comisiones de técnicos independientes nombrados por ellos para decir lo que no se atreven: grupos sobre estudio de pensiones, impuestos, seguridad, etc. Y uno se pregunta,¿para qué sirven los ministerios y sus funcionarios cualificados? Nos quieren de esta forma vender la inevitabilidad de las medidas, su neutralidad política y la mejora que supondrán para todos.
España 2014: más de lo mismo
Aunque se cambie de lenguaje y ropaje, el  camino está trazado: másrecortes. El sacrificio de casi todos ha producido efectos en el sector exterior, pero la bajada generalizada de salarios y beneficios no sirve para atajar dos de los principales problemas que nos acechan: el déficit público, que no hace más que aumentar, y la falta de crédito.
Es difícil aceptar recortes mientras los Gobiernos autonómicos gastan 300.000 euros en un partido de baloncesto, aunque busquen patrocinadores a posteriori, y los presidentes quieran contratar entrenadores personales a costa del erario público. 
Urge la reforma del Estado
Para salir de esta hay que replantearse la concepción del Estado con sus múltiples niveles e incoherencias (Senado, Diputaciones, etc.) que conducen a que los esfuerzos de casi todos se desvanezcan ante tanto gasto inútil. No sólo hay 17 de todo (calendarios de vacunaciones, sistemas impositivos diferentes  con traslados de domicilio fiscal a las comunidades menos confiscatorias), sino también falta de coordinación entre las mismas(cuando un monte de una zona limítrofe arde, aunque los bomberos de la comunidad vecina estén más cerca no pueden actuar a pesar de que se ofrezcan voluntariamente, como pasó este verano en Ayora). Pueden hablar de protocolos de colaboración, pero siempre falta la póliza o el sentido común, por mucho que nuestros políticos alardeen de que todo está controlado.
El despilfarro aumenta
Nuestra situación no se arregla únicamente con bajadas de salario y subidas de precios e impuestos. Ya son nuestros jornales un 30-40% más bajos que los de nuestros vecinos alemanes y franceses, y a los trabajadores españoles se los rifan en el extranjero. Hay que preguntarse ¿qué es lo que falla y dónde está del dinero? En mi comunidad, este verano nos hemos enterado de que las resonancias magnéticas derivadas a un servicio privado cuestan sustancialmente más que en un hospital público, y que los contratos celebrados con las empresas tienen vigencia decenal.
Como vemos, el dilema de la cuestión no es público/privado; más bien eficiencia o no, control o despilfarro.
Todos quieren recaudar a costa de los ciudadanos
El afán recaudatorio ha llegado hasta la fiesta de la Tomatina , aunque los ediles de Buñol (adivinen de qué partido) quieren disimularlo alegando que es la principal forma de controlar la masificación y de paso ofrecer mayor seguridad (se ha quintuplicado) y servicios. Uno que ha tenido la suerte de ir varios años reflexiona sobre el peligro que ha corrido según los organizadores, y no sabe si demandarlos o no. Este año no he asistido (me niego a pagar, ya que compensaba el coste para el pueblo con el gasto que realizaba).
Pronto cobrarán por las mascletás y por los sanfermines, además de por los rayos solares .Y aquí todos están de acuerdo.
Mientras los extranjeros empiezan a comprar inmuebles españoles a precios de saldo, algunos ricos españoles y griegos siguen empecinados en encarecer Londres, Paris y Berlín.
Mientras nos distraen con el circo
No voy a entrar en comentar cada episodio del caso Bárcenas (para eso están los treinta periodistas presentes en todas las tertulias de todas las cadenas a todas horas) ni el asunto de los ERE andaluces. Lo que tengo claro es que si ellos mismos admiten que sus organizaciones son un descontrol absoluto, no están capacitados para administrar el erario público, independientemente de las responsabilidades judiciales.
Cada vez estoy más convencido de que en todos los partidos y organizaciones políticas existen mecanismos de financiación fuera del control judicial que van desde la B hasta la Z. La multitud de casos de corrupción no se entiende sin que los de arriba enseñen el camino y su complacencia con ellos.
El sistema financiero continúa igual
Por lo demás, el sistema financiero sigue sin dar crédito o dándolo a niveles de usura (1,70% mensual en tarjetas), cobrando comisiones por respirar, atiborrándose de deuda gubernamental, regalando entidades a costa del erario público (qué fácil habría sido liquidar una entidad pequeña para aprender y estar preparado para las próximas crisis). El germen de la próxima ya se ha generado mientras no se exijan responsabilidades por esta y los causantes sigan a sus anchas, algunos incluso cobrando de las entidades que quebraron.


Resumiendo: En España, donde hacen faltan los recortes no se hacen, y los que se hacen son a costa del bienestar de todos y del progreso. No es de extrañar que un indicador del progreso como la esperanza de vida haya empezado a menguar por primera vez en muchos años, y es que empiezan a faltar hasta biberones en las maternidades de los hospitales, mientras los de siempre se aferran como nunca a sus cargos públicos, pues no aprovechan para otros menesteres.
Los mercados: nos debatimos entre Jeremy Siegel y algunos seguidores de Elliot, que piensan que pueden subir, y el famoso Capede Shiller, de Tobin y elindicador de Hidenburg-Omen, que ven el mercado peligroso.
Cada vez me convenzo más de que lo importante es separar el trigo de la paja, comprar buenos negocios y empresas bien gestionadas, preferentemente con balances sólidos, en momentos aburridos o de pánico, estar diversificado y tener paciencia. Si lo estamos, es muy fácil de comprobar, basta responder a esta pregunta: ¿podemos dormir tranquilos?
Parece que el alpha retorna, y para ello nada mejor que elegir buenos fondos de inversión, pues en nuestro país podemos presumir de esta industria, ya que nuestros buenos gestores resisten muy bien la comparación con las élites mundiales.
Fuente: EL CONFIDENCIAL

lunes, 2 de septiembre de 2013

LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS SE BLINDAN PARA MANTENER SU APARATO POLÍTICO



APENAS RECORTAN EL 4% DE SUS 1.268 DIPUTADOS

Las autonomías siguen decididas a mantener íntegro su aparato político después de seis años de crisis económica y tres ejercicios de recortes y ajustes presupuestarios cargados sobre el capítulo de servicios. De los 1.268 puestos de diputados autonómicos actuales, sólo cuatro de Cantabria y entre 18 y 28 de Castilla-La Mancha está claro que van a desaparecer cuando se celebren las elecciones municipales y regionales de mayo de 2015. Ello supondrá una reducción general de apenas el 2,2 por ciento en la nómina de parlamentarios del Estado de las autonomías.

El Partido Popular intenta el recorte en otras comunidades, pero los partidos de izquierda y los nacionalistas se niegan. Además, los estatutos blindados en la etapa de Zapatero exigen trámites de reformas legislativas complejas y mayorías de hasta dos tercios que dificultan la reducción de la mayoría de las Cámaras regionales casi como si se tratara de cambiar la Constitución. Hay estatutos de autonomía como el de Madrid que hasta fijan el aumento automático de representantes según crece la población.

En todo el Estado de las autonomías, salvo los casos citados de Cantabria y Castilla-La Mancha, en las que el PP se ha impuesto por mayoría simple para ajustar gastos y nóminas en las respectivas asambleas, sólo el compromiso de Alberto Núñez Feijóo de reducir la Cámara gallega en 14 escaños (de 75 a 61) para las elecciones previstas en 2016 tiene visos de salir adelante.



El recorte total de parlamentarios autonómicos españoles sería entonces algo superior al 3% y el 96% de los cargos políticos dedicados a legislar en el ámbito regional se habría mantenido después de casi dos legislaturas de crisis económica, lucha contra el déficit y ajustes en casi todos los ámbitos de la Administración y los servicios al ciudadano.

"El chocolate del loro" de 250 millones

Los argumentos de socialistas, comunistas, nacionalistas y regionalistas para mantener el mismo número de diputados autonómicos son variados: desde que forma parte de la esencia de la autonomía o nación, a que es “el chocolate del loro” y que reducir gastos en la nómina de los parlamentarios (más asesores, secretarias y resto de personal adscrito) es puro “populismo” de quien lo defiende. Caso por caso pueden parecer cifras presupuestarias menores, pero sostener al conjunto de los diputados autonómicos le cuesta al Estado unos 250 millones de euros por legislatura.

Los dirigentes del Partido Popular han propuesto el recorte de las Cámaras regionales en casi toda España donde tenían algún peso para hacerlo. En Madrid, primero Esperanza Aguirre y después Ignacio González, han promovido la propuesta de dejar los actuales 129 diputados en la mitad: 65. El PP necesita el apoyo del PSOE o de IU para aprobarlo y no lo tiene. Sólo UPyD secunda a los populares, pero no suman la mayoría necesaria para acometer la reforma.

En Cantabria hace un año que los populares, frente a la oposición de la izquierda, impusieron su mayoría simple para pasar de los 39 escaños actuales a los 35 para las próximas elecciones, que es el mínimo fijado en su estatuto.

María Dolores de Cospedal fue más allá que los demás, y de la doctrina oficiosa de la dirección del PP que otros presidentes autonómicos no han querido seguir. Con la misma mayoría simple con la que el PSOE aumentó el número de escaños en la legislatura anterior para evitar su propia derrota, la presidenta de la Junta de Comunidades ha aplicado la hegemonía de los ‘populares’ para dejar los 53 puestos de diputado en una horquilla situada entre 25 y 35 para los próximos comicios. La oposición considera que el recorte es “un pucherazo”.

Sin movimientos en Castilla y León

En Castilla-León y en la Comunidad Valenciana los Gobiernos regionales no han movido ficha. Alberto Fabra necesitaba el respaldo de los socialistas y de entrada le advirtieron que consideraban sagrados los 99 escaños actuales. En Asturias, la presidenta del PP, Mercedes Fernández, ha promovido una iniciativa para dejar los 45 puestos de parlamentarios en 35. Foro Asturias, el partido de Francisco Álvarez-Cascos, la apoyaba, pero el rechazo de PSOE e IU cerró el debate.


Los estatutos de autonomía, la izquierda y los nacionalistas ya habían frenado una de las sugerencias incluidas en la propuesta del Gobierno para la reforma de la Administración incluso antes de que se aprobara. Por encima del Ejecutivo, la reducción del aparato político, legislativo y de gestión de las autonomías depende de la voluntad de sus gobernantes y también de los partidos de la oposición. Sólo una reforma constitucional (que también requiere el concurso del PSOE) podría abreviar el proceso de racionalización del Estado autonómico.

Fuente: ELCONFIDENCIAL.

domingo, 1 de septiembre de 2013

NUEVA RESPONSABILIDAD EN UNA POLÍTICA A REGENERAR





“No sé si fue un invento progresista del PSOE tras la transición o evolución normal de nuestra sociedad cuando se comenzó a hablar de equiparar proporcionalmente a la mujer y otros sectores  tradicionalmente relegados en la responsabilidad política.

Nos encontramos entonces ante un papel   que “se dice”  es más igualitario y en la que el contrapeso de la historia ha colocado en posición más emergente a grupos tradicionalmente marginados.

La “era Margaret Thatcher supuso un merecido cambio en la participación de la mujer en cargos de responsabilidad en los gobiernos y desde entonces la carrera parece tan imparable  que ya están surgiendo otros grupos “marginales” ahora afectados por actitudes de exclusión.

La cuestión política ha tenido que pasar de la época del “consejo de ancianos” al monopolio de los “ yuppies”  ( universitarios titulados, con posibilidades económicas o sin ellas, “obreros de cuello blanco”...) dejando atrás a amplios sectores de la sociedad que curiosamente aguantan sobre sus espaldas la responsabilidad de sacar adelante “ a quienes parece que deben llevar las riendas de la sociedad que buena o mala han heredado”.

Los que fuimos muy jóvenes en la transición éramos espectadores privilegiados  del protagonismo de políticos fracasados en el 36 y desplazados por “elefantes” de nueva ola... inauguradores de las eras del “pelotazo”  y del abuso carroñero que nos ha dejado España en estado ruinoso.

Las esperanzas que la izquierda en la transición llenó de expectativas e ilusión a nuestro pueblo, no pueden caer en saco roto, ante el vuelo rasante de tanto pájaro en búsqueda de presas fáciles.

Acudir a la población más debilitada y con menores cuotas de formación e información parecen ayudar a quienes utilizando un patrimonio moral que nunca debió pertenecerles, traicionaron los ideales de Pablo Iglesias, convirtiendo su práctica política en “privilegiado” afán de comisiones y corruptelas.

Hasta en nuestra provincia podemos encontrar ejemplos lacerantes de quienes un día “se apuntaron” a la participación pública en Madrid y otras ciudades importantes, como “emigrantes” de la “oportunidad política”,  causando vergüenza cuando no procesos  - anticorrupción y escándalos – y ahora pretendiendo  eternizarse  lejos de los lugares donde “nunca se atrevieron  a volver, escondidos en nuevos “bunker” del post franquismo...

Necesitamos  partidos que prioricen  valores éticos y morales,  desterrando el caciquismo existente y que busquen candidatos desprovistos de esa rémora que tanto ha igualado a unos y otros de la clase política, pues no encontrarlos será la confesión de nuestro definitivo desastre.



No podemos sustituir  la competencia  por la mediocridad o la necesidad de participar por la opción de las empleomanías.

Se escuchan discusiones pero pensar que  la solución la tienen que dar “siempre los jóvenes,  las mujeres, o los marginados”, mientras se crea una sociedad que convierte a los mayores en “su problema”.

Hay   un reto en los próximos años:

  • Defensa de una nueva ética política desprovista de cuotas de clientelismo y empleomanía.

  • La preponderancia del espíritu de servicio contra un concepto materialista de hacer todo a cambio de mejores ingresos...

  • La recuperación de la independencia de juicio, en el análisis y en la acción, cuando el riesgo es sustituir las propias convicciones por “los puestos”.

  • Buscar la implicación de más sectores en la búsqueda de soluciones a los problemas comunes, lejos de del “marketing” de una sociedad de consumo que parece estar destinada a un  grupo “menos peligroso porque no piensa”.

  • Combatir el “pasotismo”  de los que consideran perdida toda la esperanza de incidir en mejora de la sociedad, conformándose en vivir como “rémoras” del sistema”.


Dario Pozo Ruz.