domingo, 7 de octubre de 2012

EL FRAUDE: Crítica decine21.com



 


Robert Miller es un poderoso hombre de negocios, casado y con hijos situados en altos cargos de su holding familiar. Pero el momento actual es apurado para Robert, ya que está a punto de cerrar el traspaso de una de sus empresas. En realidad, todo su negocio depende de esa operación, pues ha falsificado las cuentas y el comprador ignora el vacío de capital existente. A la espera de esa importante transacción que lo salve a él y a sus inversores, Robert se relaja a menudo junto a su amante francesa. Sin embargo un serio percance provocará que la policía empiece a investigarle.


El fraude es una película más que urde su argumento al amparo de la crisis económica mundial. El director y guionista Nicholas Jarecki, debuta en el largometraje poniendo una vez más sobre el tapete el tema de la doble moral, de la vida falsa de tantos magnates, para quienes las empresas son sólo sus herramientas para adquirir poder, donde el dinero es el ídolo que manda sobre cualquier otra cosa, ya sea la verdad, las personas o la propia integridad. No está demás dejar claro que es esa falta de ética –“así son los negocios”, dice el protagonista– lo que ha llevado a la ruina a países enteros. Funciona en El fraude este tono dramático, con un empresario que se siente entre la espada y la pared, pero también el equilibrado enfoque de thriller policiaco, con esa especie de perro de presa personificado en el detective interpretado con gran soltura por Tim Roth.


Por otra parte, el inteligente guión de El fraude se esfuerza por mostrar a un protagonista genuino, muy verosímil, hombre cuyo comportamiento no resultará nada extraño al espectador (casi sentimos pena por él y por lo que le sucede), cuando en realidad debería producir extrañeza y un severo rechazo. En honor a la verdad Richard Gere compone a la perfección el papel de hombre agobiado, de picatoste en horas bajas que casi sin querer se ha ido convirtiendo en un egocéntrico manipulador. Espléndida resulta la escena de la discusión matrimonial (grande Susan Sarandon en el pocos minutos que tiene), donde el cinismo entre la pareja llega al culmen y donde se acaba revelando la inmunda falsedad de tantas vidas que relumbran bajo el oropel del triunfo material.

Podemos ver el trailer a la derecha.

sábado, 6 de octubre de 2012

JUBILACIÓN DE MARIA TERESA FERNANDEZ DE LA VEGA Es que no habrá un solo político decente?






ESCANDALOSO . . . . . . .¿Como se puede tener tanta cara? ¿No hay 5 millones de parados?

MUY PROGRE Y SOCIALISTA ELLA…… 

ESTA SI ES UNA JUBILACIÓN GOBIERNO AGRADECIDO A SUS EMPLEADOS

Fernández de la Vega (alias "la Barbi") duplica su sueldo y blinda su jubilación.

La ex vicepresidenta pasa a cobrar 142.367 euros brutos anuales. A cuatro años de retirarse se garantiza percibir más de diez veces la pensión mínima de por vida.

A partir de ahora De la Vega pasará de ingresar 73.486 euros brutos anuales a alcanzar los 142.367.

Esta sustancial mejora en las retribuciones de la ex politica es consecuencia de que durante dos años percibirá dos sueldos: 83.578 euros como miembro del Consejo de Estado y el 80% de su salario como vicepresidenta del Gobierno, como indemnización por haber cesado en el cargo (58.789 euros).

En términos comparativos, la retirada de la política proporcionará a De la Vega 18 veces la pensión mínima, que es actualmente de 7.744 euros. 

Prorrateando las pagas extraordinarias a 12 meses, la socialista ingresará 11.803 euros mensuales, mientras que quienes reciben la pensión mínima sólo alcanzan los 645 euros.

Además, y de cara al futuro, la ex vicepresidenta ha conseguido, mediante su nuevo cargo en el Consejo de Estado, que su sueldo sea para el resto de su vida, 10 veces superior al de quienes cobran la pensión mínima en España y más del doble de quienes cobran el mínimo establecido por la ley.

De la Vega fue vicepresidenta del primer Ejecutivo de la historia de la democracia que ha bajado el sueldo a los funcionarios. Estas medidas económicas no sólo supusieron recortes salariales para los empleados de la Administración , sino que también implicaron la congelación de las pensiones.

¡PÁSALO QUE SE ENTERE TODA ESPAÑA!


AYER EMIGRÓ MI HIJA




Esta vez (*) no voy a hablar de ciencia ni políticas de I+D; lo retomaré en el próximo post. Esta vez voy a hablar de lo que ocurre en mi casa, y que refleja lo que con toda seguridad está ocurriendo en muchos otros hogares, porque en el día de hoy la verdad es que no puedo pensar en otra cosa.


Ayer me despedí de mi hija. Emigra en busca de un futuro que no ha podido encontrar en su país y que la sociedad, o sus padres, no le ha sabido dar.
Es extraordinariamente frustrante para un padre ver marchar a sus hijos, pero mantenerlos a costa nuestra no es opción porque supondría llevarles a una situación en la que quedarán atrapados sin futuro. 


Vivir en el extranjero ni es nuevo para ella ni le intimida, porque en los últimos 5 años ha vivido y trabajado en Canadá, Francia e Inglaterra, pero entonces se trataba de mejorar sus cualificaciones profesionales. Ahora se trata de rebelarse contra quienes se refieren a su generación como la generación perdida. Marchar le ha costado quedarse sin pareja, por lo que el llanto, apagado, que oía por la noche desde mi cama, se me hacía aún más amargo.


Como muchos jóvenes de su edad, mi hija ha completado su formación profesional con el paso cambiado. En la primavera regresó a España con la intención de buscar un empleo en España, en lo que fuese pero a poder ser "de lo suyo". Consiguió algunas entrevistas de trabajo, pero las condiciones siempre eran abusivas: salario de becario, 400 € al mes, para una persona con una licenciatura, un master, que domina cuatro idiomas y con experiencia laboral en el extranjero. Estos sueldos no le darían ni para comer ni para alquilar una habitación en las ciudades donde le ofertaban estos empleos. Tendría que tener una ayuda de sus padres, a lo que, por supuesto, estamos dispuestos. Pero ella no quiere seguir dependiendo de nosotros, con una ayuda que, de hecho, estaría subsidiando a los empresarios que abusan de nuestros jóvenes.


Este verano han pasado por casa, para despedirse, muchos amigos suyos. Sus conversaciones siempre giraban en torno a lo mismo: la depresión de la crisis, los despidos o el miedo a ser despedido, los abusos de los empresarios que, aprovechándose de la crisis imponen condiciones leoninas, despidiendo a buena parte de la plantilla para que los "supervivientes" hagan el trabajo del resto, intimidados por la amenaza de ir a la calle. Me pareció que se sienten culpables y quizá -como a todos- algo de culpa les corresponde, pero no el peso excesivo que estamos cargando sobre ellos.


En Mallorca, donde vivo, ha sido un año espectacular de turismo, con cifras récord de viajeros e ingresos. Un amigo que tiene un restaurante me dice que este verano ha hecho un 15 % más de caja. Sin embargo, muchas empresas del sector han despedido a buena parte de sus plantillas, de nuevo forzando al resto a asumir las tareas de los despedidos, aprovechándose del miedo a perder el empleo para aumentar sus márgenes de beneficios. ¿Es esto lo que ha conseguido la reforma laboral?.


La mayor parte de sus amigos también emigraban, unos a Alemania -sin saber alemán pero cargados de ilusión y desparpajo; otros a Uruguay, para poder desenvolverse en español, otros a Canadá, Australia, Inglaterra, Noruega... Estoy seguro de que muchos se han ido en condiciones mucho más difíciles que mi hija o sus amigos, o que incluso, queriendo hacerlo, no se hayan podido ir porque tengan dependientes a su cargo a quienes no puedan abandonar.


La emigración no es nueva en nuestro país, pero pensábamos haberla dejado atrás en el siglo XX y haberla cambiado por la movilidad internacional. Pensábamos que nuestros jóvenes se formaban y maduraban en un país moderno, avanzado, miembro destacado de la Unión Europea, con euros en su bolsillo, y pujando por entran en el G8 ante el asombro del mundo. Todo eso era una ilusión, un escenario de cartón piedra. 


Como padre me siento inmensamente frustrado y fracasado. Los padres siempre anhelamos que nuestros hijos conozcan una vida mejor que la que nosotros tuvimos, y así ha sido al menos desde que la Guerra Civil nos hizo tocar fondo. Ochenta años después estamos cayendo en barrena en una involución económica y política que, ya lo escribía hace un año, amenazaba con arrastrarnos por el túnel del tiempo hacia la España de mi infancia en los años 1960, a la que ya estamos llegando en muchas cosas.


También me siento frustrado como formador de jóvenes científicos, aunque estos, estoy convencido, tienen un mejor futuro, porque el largo período de formación de investigadores, que se completa al final de treintena, supone que estos jóvenes, de la misma edad que mi hija, a quienes dirijo tesis de doctorado y master, seguirán progresando como científicos para -espero- completar esa formación cuando nuestro país haya salido del hondo agujero en que se encuentra. Sin embargo, para ellos no será fácil, y también habrán de ser duros y resistentes para salir adelante.


Pero no se trata de compartir mis sentimientos como padre ni como formador de jóvenes investigadores, sino de mis sentimientos como ciudadano español. ¿Qué futuro espera a una sociedad en la que sus jóvenes solo tienen la opción de desaparecer o amoldarse a condiciones laborales las más de las veces abusivas y requiriendo del subsidio de sus padres?


Los medios de comunicación les llaman, y me repugna que lo hagan, la generación perdida. Pero ¿acaso no somos nosotros -los de mi generación, nacidos entre 1950 y 1970- los del gran batacazo? Una generación de irresponsables: los unos por lanzarse a la fiebre del oro pensando que se vendían duros a peseta, los otros, entre los que me cuento, por mirar para otro lado. Con un sistema político degradado basado en partidos clientelistas que se alimentaban, y todos lo sabemos, de la burbuja inmobiliaria y los pelotazos urbanísticos. 

El objetivo de la recaudación de impuestos para contar con abundantes presupuestos para colocar a los del partido en empresas públicas municipales y consejos de dirección y cajas de ahorro con sueldos públicos; financiación ilegal de partidos y dinerito para el bolsillo de los más descarados (basta ver las portadas de los diarios). Muchos declaran ahora, pobrecitos, que las pasan "canutas" con sus sueldos públicos... y es así porque ya no reciben los "extras" que a tanto oportunista trajo a la política.

 Basta recordar aquellas palabras, en una grabación de un político que llegó, a pesar de ellas, a ser presidente autónomico y ministro del Gobierno, diciendo que "yo estoy en política para forrarme" (busquen esta cita en Google y sabrán de quien se trata). También recuerdo otra grabación donde un empresario corrompía a un político municipal prometiendo algo así como (no recuerdo la frase exacta), que "te voy a asegurar el futuro a tí y a diez generaciones de los tuyos". Repugnante, pero todos lo sabíamos, todos oíamos estas palabras en los medios de comunicación. 


Al menos la justicia está, pacientemente, haciendo aflorar esos delitos, aunque lo que salga a la luz no sea más que la punta del iceberg. Espero que también les llegue el turno a los colaboradores necesarios: los banqueros, que en vez de tener que dar cuentas de su actuación se deben estar riendo a carcajadas tras la publicación de los nuevos presupuestos del Estado en los que pagamos el rescate a los bancos a costa de nuestra salud y educación. Con ayuda de los políticos, que libraron a los banqueros de toda regulación efectiva.


Nadie pide perdón a nuestros jóvenes. Yo lo quiero hacer desde aquí, por la responsabilidad, quiero creer que poca, que me toca.


Acostumbrados a comulgar con rueda de molino, ya no nos da escalofríos saber que la cifra de desempleo entre nuestros jóvenes supera el 50 % (sin contar, claro está, con los que ya se han ido, que son multitud). Mientras la Roja siga metiendo goles y Cristiano esté alegre seguiremos embotados y aceptando con resignación estos males que se nos han echado encima, sin que nadie asuma responsabilidades y nadie pida perdón.



Hay quien se felicita, estúpidamente, de que muchos seguimos en silencio, pero algo está cambiando. Ya no nos vale más de lo mismo, ya no nos aplacan con mentiras calculadas, engaños burdos, eufemismos y la cantinela de que lo que nos pasa es que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades y nos merecemos lo que pasa.


Deberíamos hacer todos un esfuerzo gigantesco para asegurar un futuro a nuestra juventud, porque ese futuro es también el nuestro. Una sociedad cada vez más envejecida que tendrá un porcentaje de jubilados enorme que solo se podrá sostener con una población laboral dinámica y productiva, la misma que estamos enviando al extranjero o arrinconando en los hogares paternos. No veo otra solución al arranque necesario de la creación de empleo en España que un nuevo movimiento de cooperativas para la innovación, que debieran priorizar las iniciativas de nuestros jóvenes, que tienen estupendas ideas, y apoyarlas con recursos públicos; invertir en nuestros jóvenes es hacerlo en nuestro futuro.


Pero quienes deben utilizar nuestro esfuerzo, que son nuestros impuestos, para fomentar políticas de empleo para jóvenes están de nuevo distraídos en cálculos de sus miserables ventajas políticas. Nuestras instituciones políticas siguen siendo lo de siempre: en una expresión inglesa, el mismo circo con distintos payasos. Nada ha cambiado, pero es imprescindible que lo haga.


Nos hemos dado el gran batacazo, pero pongámonos en pie, sacudámonos el polvo y pongámonos a caminar, aunque para ello tengamos que librarnos del enorme peso de la incompetencia política que en buena medida nos ha traído a donde estamos.


Deseo que mi hija y todos los que como ella se han ido a la emigración, sean felices y puedan en un futuro cercano regresar a su país para contribuir, con su capacidad, a nuestro futuro.


Me gustaría cerrar este texto recitando a mi hija, y a todos los jóvenes de su generación que, como ella han emigrado, el poema de José Agustín Goytosolo, Palabras para Julia; pero es mejor que lo escuchen cantado por Paco Ibáñez en su concierto en el Olympia de París.


 * Carlos M. Duarte que es Profesor de Investigación, CSIC, en el Instituto Mediterraneo de Estudios Avanzados ( IMEDEA )

Fuente: http://www.huffingtonpost.es

CUANDO LAS ELECCIONES NO SIRVEN DE MUCHO...HAY QUE GANARSE LA CALLE




"El circo está preparado para iniciar sus actividades en Galicia y Vascongadas    ( que me perdonen pero eso de "país vasco" lo pone el papel y a mi no me gusta y no me van a obligar a decirlo nunca.

Posiblemente vendrá después otra actuación en Cataluña y como ha dicho Felipe Gonzalez (ex-presidente del gobierno  del PSOE) eso de la independencia o secesión aquí no va a ningún sitio.

Será de las pocas verdades dicha por un socio-listo de la post-transición, entre sus habanos y lujosas mansiones que harían enrojecer a Pablo  Iglesias.

Y hablo de circo, que al igual que las recientes dotaciones de subvenciones millonarias ( referidas en esta semana en Mentiras de la Crisis) repartidas entre PP y PSOE, trataran de repartirse el poder en la Xunta, con ayuda de unas reglamentaciones electorales que siguen marginando a opciones que pudieran hacer cambiar el Parlamento de estas regiones ¿autónomas?

Ojala comprenda UPYD que con las reglas del juego que impone esa "casta política" va a ser muy, pero que muy difícil conseguir avanzar con su proyecto.

La sociedad española está muy cansada con los políticos-sistema y las movilizaciones recientes lo atestiguan...

¿ Los partidos nacionalistas no han vacilado nunca en movilizar a las "masas", tampoco los sindicatos con sus demagógicas e interesadas proclamas... 

¿ Cuando podremos "mover ficha" los ciudadanos que sentimos repugnancia por tanta afrentas de nacionalistas,impopulares y sociolistos ?...

¿ Tendremos que quemar banderas catalanas cada vez que sus enmascarados, organicen su "mascarada" ?

Será mejor no pensar que los partidos solo sirven "como oportunidad de la empleocracia" y si sirven de verdad para captar la voluntad del pueblo, deberán expresarse en todos los frentes, pues ya sabemos que los medios informativos están con el bipartidismo malvado que hunde a España." 

Dario Pozo Ruz.

MARIO CONDE Y LA RESURRECIÓN...






Y así, con este bagaje, se presentó en septiembre de 2009 como nuevo tertuliano de Intereconomía, envuelto en un aura de misticismo taoísta mientras pontificaba sobre lo humano y lo divino. Sorprendente cuanto menos el ver a un Maestro Masón (lo es desde 1981) corrigiendo al Papa en una tele que va de católica.


Por si el señor Ariza no lo entiende: ser masón conlleva excomunión inmediata. La relación de Ariza y su grupo con distintas sectas pseudomasónicas nunca ha estado clara. En enero de 2012 un grupo de padres y profesionales católicos, encabezados por el abogado Pedro Leblic, denunciaron las actividades de la secta paramilitar El Yunque en España, para “desenmascarar a sus miembros y poner al descubierto la red de sociedades que utilizan como tapadera”.


 Esta noticia, tan católica, no encontró eco en el grupo Intereconomía. Unos días después, el miércoles 1 de febrero de 2012, el entonces director de la Gaceta, Carlos Dávila, abría en primera con un párrafo dedicado a El Yunque, donde cargaba contra las organizaciones secretas que intentan infiltrar la Iglesia. Veinte minutos después de mandar la portada a los medios, Julio Ariza la censuraba y obligaba a confeccionar una nueva sin mención a El Yunque. 


Marcial Cuquerella, director general de IntereconomíaTV, podía dormir tranquilo, y Carlos Dávila esperó a que lo echaran cuatro meses después. Lo de que Ariza perteneció a una secta neotemplaria en su juventud es solo un rumor, o no, quién sabe, depende.


Así que, con una plataforma mediática a su servicio, Conde se entregó a lo que más le gusta (después del poder): el narcisismo desmedido. Le encanta oírse hablar, poner posturitas y miradas al horizonte, desglosar los temas en ¡primero!, ¡segundo!, ¡tercero! Un monólogo sin fin, Conde se pregunta y se responde: ¿es posible tal cosa? Y se contesta: Sí, lo es.

Oratoria clásica y venta de crecepelos, reduplica los recursos retóricos, abusa de la anáfora, exagerada oratoria de subidas y bajadas sin respirar, que se ahoga, aliteración de erres forzadas. Se ajusta la corbata de seda, juega con las gafas a lo forense de CSI, y fascina al telespectador con exégesis sobre la vía del Tao. Se pone intenso. 

Publicó “Cosas del camino” en 2009, y en 2008 “La palabra y el Tao”, que empieza así: « La gigantesca dimensión del taoísmo, de su metafísica, todavía arranca en mí escalofríos en la piel cuando recuerdo aquellas madrugadas, calmados los ruidos de la prisión, dormitando los cuerpos de los presos». 

 Si saliera de una prisión yanqui hubiera encontrado a Jesús, pero en una cárcel española o se encuentra a Bin Laden o se hace autoayuda New Age, y Lao-Tsé es más chic. 

Cuando quiere poner cara de bueno, inclina la cabeza y esboza una sonrisa algo merluza. Todo bondad y humildad, cual anacoreta alejado del mundo y sus placeres: « Si acumulas grandes cantidades de oro y de jade, nadie podrá protegerlas. Presume de riqueza y honores y te vendrá la desdicha », notable razonamiento para alguien que solo en propiedades inmobiliarias supera los 100 millones de euros.


Pero la tele lo aguanta todo. Incluso lanzaron a mediados de 2011 una especie de hagiografía novelada sobre su vida. Atónito el espectador, solo faltó en El Gato al Agua la escena del sillón con los demás tertulianos besando su anillo. No es que fuera bueno, ¡es que era un santo en vida! Pero Conde no estaba allí solo para ser beatificado o para soltar su rollo, no es Ramoncín, sino para preparar su nueva operación de asalto al poder. Conde no cobra por hablar, paga.


Así llegó aquel 15 de septiembre, mientras más o menos la mitad de liberados sindicales se manifestaba en Madrid, la “noticia del día” para Intereconomía era que su tertuliano se presentaba a las autonómicas gallegas. Es candidato por Pontevedra, pero tiene su cuartel general en Orense.


Con los populares de Orense pasa como con los de Castellón, van por libre y son intocables. Jose Luis Baltar ha sido durante 20 años el Carlos Fabra orensano, y ahora lo es su hijo, José Manuel Baltar. No le toca la lotería cada dos por tres pero su colección de 100 coches antiguos atestigua de cómo le han ido las cosas al cacique gallego. Cuando algo se les desmanda, como la alcaldía de Orense, es caer de la sartén al fuego, y el alcalde socialista Francisco Rodríguez acabará dando con sus huesos en el talego.

 Al jubilarse como presidente del partido y de la diputación de Orense, Baltar organizó un congreso manipulando los censos del PP y repartiendo cargos, empleos y mamandurrias, de forma que su hijo, José Manuel Baltar, heredó partido y diputación. Padre e hijo son grandes amigos de Mario Conde, no hay sarao de unos u otro en el que no estén todos. En las conferencias del banquero nunca falta la presencia de los Baltar, y a la inversa.

El espectacular pazo donde vive Mario Conde le fue proporcionado por la familia de María José Caldelas, exdiputada popular y esposa de José Manuel Baltar, en Chaguazoso (La Mezquita, Orense), es propiedad del padre de María José, suegro de José Manuel Baltar. 

Conde ha colocado como su número 2 por Orense a Alfredo Enríquez Badás, hasta ahora hombre de confianza de José Luis Baltar en la captación de voto a emigrantes. Durante el pasado verano, Mario Conde presentó su ideario político en la Menéndez Pelayo, «Ciudadanía y sociedad civil» tituló su conferencia en el Centro Cultural de la Diputación, con José Luis Baltar como invitado de honor. 

Después, los días 15, 16 y 22 de septiembre en la UNED, participó en el curso de Cortegada sobre el balneario de la localidad, financiado por el patronato de la institución, que preside el padre Baltar, José Manuel, y por la Diputación, que preside el hijo Baltar, José Luis .

 El jueguecito que se traen los Baltar es de una claridad cristalina: Orense puede poner en riesgo la reelección de Feijoo, que es un Rajoy con mejor planta, Baltar mueve ficha y amenaza, de modo que si Feijoo quiere ganar deberá ceder a Baltar hijo como durante décadas cedieron a Baltar padre. La presión aumenta o disminuye según José Luis Baltar tenga las manos más o menos libres para hacer sus listas y colocar, de paso, algún consejero afecto. Por volver al símil valenciano, Rajoy necesitaba a Camps, que a su vez necesitaba a Fabra; para mandar Rajoy, a Fabra tenía que tocarle la lotería.

 El banquero entiende bien lo que significa “a caballo regalado”, así que por arte de magia se le puso acento gallego. Nada nuevo, lo normal en partitocracia. Es la misma operación de Felipe González, Polanco y Mario Conde pero a escala regional, lo único novedoso es que tengan el descaro de disfrazarlo como anti sistema.

González lo intentó, si no lo consiguió fue por los pelos, el objetivo es siempre crear una casta que sea a la vez gobierno y oposición. A la mejicana, se dice, donde mandan unos tipos que se dicen al mismo tiempo “revolucionarios” e “institucionales” (PRI), de risa, o como los peronistas argentinos, únicos capaces de hundir el país más rico de la Tierra, solo ellos pueden hacer que los progres canten a Evita mientras ella y su general abrazan amorosamente a los criminales nazis. 

Felipe soñaba con fundar el Partido Gubernamental Opositor, es la desgracia del populismo latinoamericano a la española. Por poner un ejemplo más cercano, los ultraregionalistas españoles, unos maestros, cierran hospitales pero reparten banderitas de colorines.


La gran duda es si veremos con Mario Conde una especie de Nueva Rumasa reloaded. ¿Seguirá los pasos de Ruiz Mateos, tropezando otra vez con la misma piedra? Uno de los grandes periodistas de investigación de nuestro país, Juan Luis Galiacho, está siguiendo en el extraconfidencial.com sus últimos problemas con la justicia.

Todo empezó antes de que el empresario destapara sus cartas políticas, en 2009, a raíz de una denuncia por impagos de empresas vinculadas presuntamente al nuevo emporio financiero creado  por Mario Conde. 

Dice Galiacho que hay al menos dos procedimientos judiciales, « 2188/09 que se lleva en un juzgado de primera instancia de  Madrid, y 2099/09 que se lleva en un juzgado de primera instancia de Fuenlabrada», y que han dado lugar a la investigación, « al encontrarse las sociedades deudoras en un estado de insolvencia y de pérdidas, y haber dejado “un pufo” cifrado en más de 100.000 euros.

 Las investigaciones ya iniciadas indican que son varios los presuntos “hombres de paja” que aparecen detrás de estas empresas vinculadas » al ex banquero. « Fuentes directas del caso han asegurado a extraconfidencial.com  que detrás de todas estas operaciones se esconde un verdadero entramado de ingeniería financiera, con varias empresas en cadena que van dejando cadáveres en el camino, “desaparecen y no pagan, es una copia similar a lo que sucedió en Banesto” ». 

Su empresa Hogar y Cosmética Española SA  tiene dos embargos de la Diputación de Málaga, una notificación de la Consejería de Fomento Servicio Territorial de Zamora, y unas pérdidas de 80.000 euros. Demerquisa S.L. tiene una deuda en el Registro de Aceptaciones Impagadas (RAI), y unas pérdidas de 333.179 euros.

 Pinisan S.L. tiene una reclamación de la Dirección Provincial de Trabajo y Seguridad Social, siete anotaciones en el Registro de Aceptaciones Impagadas (RAI)  por valor de 70.533 euros, unas pérdidas de 132.996 euros y el procedimiento judicial ordinario por impago de cerca de 600.000 euros a un proveedor, en el Juzgado de Primera Instancia nº 4 de Fuenlabrada.

Mario Conde, que es la personificación del sistema, ejemplo perfecto de la corrupción del sistema, se presenta como un anti sistema que viene a regenerar la política. Entiéndase bien, “regenerar” es quítate tú para ponerme yo, y hagamos negocios; pero si no puede ser no pasa nada, seamos amigos y hagamos negocios. Busque la bolita, ¿dónde está la bolita? Cuando se oye en la misma frase Orense, política y Mario Conde, el corruptómetro se dispara a Defcon 2.

 Por José Donís Catalá ( Diario El Aguijon.com)

COMENTARIO: Las jóvenes generaciones quizás no conoceran a este sujeto que es el principal promotor de la "cultura" de los yippies en la década de los 70, ostentación de una "clase" corrupta, sin ninguna ejemplaridad ética para dar lecciones a nadie... si le votan algunos ya sabemos quienes serán.

La clase política se convierte en el tercer problema para los españoles

 

 

Por debajo del paro y la economía



Según una encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) para  los españoles la clase política es el tercer problema más importante en este momento. El descontento con la clase política supera la inmigración y el terrorismo de ETA.

La principal preocupación de los ciudadanos sigue siendo el paro, según indica el 81,8 % de los encuestados. Es segundo asunto es el económico, según el 47,8% y el tercero, la clase política, el (16,8%).


Hasta hace un mes, este nuevo indicador se situaba en el quinto lugar, por detrás del paro, de los problemas económicos, del terrorismo de ETA y de la inmigración.


Por otro lado, la preocupación por el paro ha aumentado en los últimos meses, aunque en febrero registra un descenso de 0,8 puntos hasta situarse en el 81,8%. Aunque sigue siendo el primer problema para cuatro de cada cinco españoles.


El descontento con la clase política supera la inmigración y el terrorismo de ETA, cuya preocupación ha caído más de cinco puntos en el último mes. El sexto problema es la vivienda.


La sensación ciudadana refleja que la situación económica no mejorará en los próximos meses. El 78 por ciento de los encuestados considera que la coyuntura actual es "mala o muy mala" frente a un 21,4 que la califica de "buena o muy buena". Las encuestas reflejan que  los españoles piensan que la situación económica empeorará en los próximos meses, (un 29,1%), el 22,6% asegura que la situación mejorará, y el 38,3% opina que la situación en unos meses será igual.


Sobre la situación política, el 57,4% la juzga como “mala o muy mala”, el 33,7% como “buena o muy buena·. Pero lo que se ve es que la mayoría de la población tiene poca o ninguna esperanza en una mejora de futuro. Un 13,6 por ciento espera que prospere y un 20,8 por ciento piensa que irá a peor.

 Por Rocío Esteban González (Diario el Aguijon)

viernes, 5 de octubre de 2012

La partitocracia hispánica

Luis Sánchez de Movellán es Director de la Vniversitas Senioribvs CEU.
Por Luis Sánchez Movellán

"La casta política española es antipatriota, porque esconde su propio pecado en la generación y desarrollo de la crisis actual. La postura de resignación de la clase política hispánica es vergonzosa y no explica cual ha sido su parte de culpa en el paro de seis millones de compatriotas o allegados, en la quiebra parcial del sistema financiero y en el mantenimiento de un sector público momificado que no puede hacer frente a sus compromisos de pago".


Frente a la profunda y estructural crisis que padecemos, los partidos políticos están actuando como si el asunto no fuera con ellos. La casta política española ha desarrollado, durante todo el período de la II Restauración, un interés meramente particular, sostenido por toda una red clientelar y de corrupción, que se sitúa por encima y al margen del bien común de la nación.

 Los políticos españoles son los principales responsables de la llamada burbuja inmobiliaria, de la quiebra de las cajas de ahorro, de la fantasmagoría de las energías renovables y de la compulsión constructora de infraestructuras innecesarias. Todos estos desmanes han conducido a España al abismo del rescate europeo, del cual intenta zafarse nuestra clase política porque les obliga a hacer reformas a fondo que erosionan su interés meramente egoísta y particular.


La creación del sistema político durante la Transición no fue inocente. Los políticos de la época postfranquista conformaron un sistema que dio lugar a la casta política tal como hoy la vemos y padecemos. Para ello, adoptaron dos medidas fundamentales que dinamitaron la estructura jurídico-política de España: la primera, construir un sistema electoral proporcional corregido, con listas electorales cerradas y bloqueadas; y la segunda, fue descentralizar fuertemente el Estado, adoptando la versión esperpéntica del “café para todos” para abrir las puertas al nefando Estado de las Autonomías.


Lo que en un principio pareció más o menos razonable, muy pronto devino en una orgía de despropósitos que dio lugar a la aparición de una clase política fuertemente profesionalizada muy distinta a la que había protagonizado la Transición. Igualmente la descentralización del Estado, que comenzó a principios de la década de los 80 del pasado siglo, fue mucho más allá de lo que cualquier teórico de la política pudiera imaginar. Y el poder dentro de los partidos políticos también sufrió una fuerte descentralización, todavía más rápida que la de las Administraciones Públicas, dando lugar a la aparición de las baronías territoriales que se convirtieron en los hacedores de reyes de sus respectivos partidos. Y ya, por último, la casta política se ha dedicado a colonizar ámbitos ajenos a la política, provocando una fuerte politización de los mismos que han acabado con su independencia y provocado una creciente deslegitimación de las instituciones y un profundo deterioro de nuestro sistema político.


La clase política española no se ha constituido como un grupo de intereses particulares, sino que se ha conformado como una auténtica élite esquilmadora de la nación. Y ello, lo ha logrado a través de un sistema de captura rentista que permite, sin crear nueva riqueza, detraer rentas de la mayoría de la población en su propio beneficio. Igualmente, ha adquirido un poder que le permite condicionar y bloquear el funcionamiento de una sociedad abierta, en el sentido popperiano. Y, por último, esta élite insaciable combate la llamada “destrucción creativa” que caracteriza al capitalismo más dinámico, es decir, anquilosa al propio sistema de economía de libre mercado.


La casta política española es antipatriota, porque esconde su propio pecado en la generación y desarrollo de la crisis actual. La postura de resignación de la clase política hispánica es vergonzosa y no explica cual ha sido su parte de culpa en el paro de seis millones de compatriotas o allegados, en la quiebra parcial del sistema financiero y en el mantenimiento de un sector público momificado que no puede hacer frente a sus compromisos de pago.


La crisis ha acentuado el conflicto entre los intereses particulares de la clase política española y el bien común de España. Las reformas estructurales para permanecer en el euro chocan frontalmente con los mecanismos de saqueo de la casta política. La infinita desgana con la que se está abordando el proceso de reformas nos muestra las consecuencias que el reformismo producirá a la clase política en su sistema de captura de rentas. Es decir, y hablando claro, la casta política está “mareando la perdiz” con la esperanza de que la tempestad amaine por sí misma para que al final no haya que cambiar nada esencial. Como este escenario parece poco probable, tarde o temprano (más bien temprano), la clase política española se enfrentará al dilema de aplicar las reformas en serio o abandonar el euro.


La confusión inducida entre reformas y recortes tiene el efecto perverso de intoxicar a la población para crear el caldo de cultivo necesario para, cuando la coyuntura sea propicia, presentar una salida del euro como una defensa de la soberanía nacional frente a una intromisión exterior que impone recortes drásticos al Estado del Bienestar patrio.


El desprestigio de la clase política española, como muestran los sondeos, una y otra vez, es inmenso. Tendríamos que cambiar de sistema, no sólo electoral sino también jurídico-político, con el objetivo de conseguir una clase política moderna y funcional, más adecuada a las necesidades de España. En definitiva, sin cambiar a una clase política disfuncional no puede abordarse un programa reformista ambicioso.

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