viernes, 26 de abril de 2013

La historia de la decepción va para largo





La historia de la decepción va para largo. La generación del ocaso del franquismo nos comprometimos a fondo con la causa de la democracia primero. Apoyamos la reforma política que instauró la Monarquia en don Juan Carlos, salimos a la calle muchas veces para defender batallas que ahora parece se han perdido. En la noche de 23 F participamos en organizar focos de resistencia y apostamos por la manifestación masiva en defensa de la Constitución...

¿Para qué? Confiamos mayoritariamente en Felipe Gonzalez y en su programa de bienestar que ha resultado falso e hipócrita para todos, menos para él y los pingues ingresos obtenidos para convertirse en millonario gracias a una ideología que nunca profesó.

Tantos y tantos dirigentes sociatas, defensores de la ortodoxia del partido en la década de los 80 y convertidos por obra y gracia de multiples corruptelas en desagradable recuerdo con un numeroso rescoldo “transformista” antes de Zapatero, ahora de Rubalcaba y mañana no sabemos de quien.


¿Que nos pasa? ¿ Mas de seis millones de parados y no pasa nada? La manifestación de ayer frente al Congreso apenas reunió un par de miles de manifestantes, cuando tenemos en nuestra historia evidentes ejemplos de compromisos mas masivos de un pueblo que se enfrentó al absolutismo de sus reyes, a la dependencia francesa, a la Monarquía de Alfonso XII, al franquismo, a las bases norteamericanas, en defensa de la actual Constitución, contra ETA unos, y a favor otros...

Que triste es, Dios mio, cuando nos acercamos al ocaso de nuestras vidas, reconocer el ocaso también de nuestro moribundo pueblo.

¿Cuantos españoles extrañan el vivir del cuento de los ERES, los subsidios y el enchufismo amparados en terminologias huecas: fachas – rojos – oportunistas – que incluso hacen mella en nuevas opciones políticas con cara de renovadores de la sucia política, pero que a la hora de la praxis demuestran en el día al día, que aspiran a seguir el mismo camino de los “mayoritarios” con pedigrí.

Este sufrido pueblo tendrá que esperar el alcance de los 10 millones de parados, ¿para apoyar qué? 

Dario Pozo Ruz, en Valdepeñas.




domingo, 21 de abril de 2013

OCASO DEL SISTEMA DE PARTIDOS Y APOYO A MOVIMIENTOS SOCIALES




                  “No es la idea de revolución lo que está en crisis actualmente. Lo que está en crisis es la idea de partido. No hay que equivocarse de crisis. El enemigo nos dice que la revolución está en crisis, porque es lo que a él le viene bien. Lo que le interesa y lo que le viene bien es decirnos “no hay ninguna otra política posible”.
  Alain Badiou , Filósofo Francés
En estos días saltaron las alarmas en los elegantes despachos de la “casta política” española . Los resultados de una encuesta de la empresa especializada My Word han “colocado de los nervios” a los políticos profesionales .

La investigación demoscópico divulgado por la Cadena Ser (y silenciada a las pocas horas) predice los fuerte movimientos telúricos que moverán el piso del establishment partidocratico, Veamos:

1.- Los españoles depositan mayoritariamente su confianza en los nuevos movimientos sociales. Un 57% de los consultados cree que la democracia funcionaría mejor sin partidos políticos y con plataformas sociales elegidas para la gestión de los asuntos públicos.

2.- Un 88% de los españoles cree que los partidos políticos forman parte de una elite, junto con los grandes empresarios y los banqueros, y que trabajan solo en la defensa de los intereses de unos pocos.

3.- La mayoría de los ciudadanos, un 61%, sigue creyendo que la democracia, con todos sus defectos, es el mejor sistema político posible.

4.- Un 59% de los ciudadanos aprueba los “escarches” como el mejor instrumento del que disponen para rebelarse o presionar ante la situación de crisis que vive España.

5.- El rechazo al bipartidismo es unánime incluso entre la derecha. Una abrumadora mayoría, el 87%, lo rechaza.

6.- Entre los movimientos sociales nuevos, la Plataforma de Afectados por las Hipotecas tiene 67 de respaldo: La apoya un 75% , le siguen el movimiento 15-M, con un 67% y los Afectados por las Preferentes, con un 65%;

7.- Los sindicatos reducen su respaldo a un alarmante 18%. La gran mayoría los ciudadanos cree que son parte del régimen.

8.- Respecto de la economía de mercado, es decir del capitalismo: el 60% lo rechaza porque genera desigualdades y malestar.

9.- Un 44%, frente a un 37% piensa que quien realmente manda son los mercados y las instituciones supranacionales.

10.- Un 57% cree que la imputación de la infanta Cristina cuestiona la supervivencia de la Corona. Un 35% que es grave y apenas un 7% piensa que va a ser perjudicial sólo para la propia infanta.



En otra encuesta, efectuada hace solo dos semanas, coincide plenamente con la información de la Cadena Ser.  La exploración del CIS certifica que los políticos españoles ( todos y sin excepción) reciben un 93 por ciento de desaprobación y que el rechazo a los partidos políticos es de un 91 por ciento. 

Los estudios de opinión hablan por si solos y sin embargo merecen más de un análisis.

La derecha responde. 

La crisis política española es palpable, se puede tocar. Por ello, este fin de semana en un gesto de elocuente intranquilidad , María Dolores de Cospedal sacó la voz para sentenciar ; “sin políticos no hay democracia”.

Se equivoca la lidereza del PP y se equivocan todos aquellos que confunden la política con los políticos profesionales .

Las encuestas están reflejado fielmente lo que todo el mundo sabe . Con los  políticos profesionales no hay democracia real.

La mayoría ciudadana se da cuenta que soportamos una elite que es personal a sueldo de unas “empresas de empleo privilegiado” que se llaman asimismo partidos políticos.

El respetado historiador José Álvarez Junco, le ha puesto palabras a esta crisis ; “Da la impresión, que los partidos actuales están en situación pre-agónica. El PP, y más aún el PSOE, podrían desaparecer en poco tiempo”.

¿ Ha muerto la política?

A pesar de los gruñidos destemplados de los políticos de profesión, la verdad es que la política no ha muerto. Está más viva que nunca.

Los ciudadanos de a pié, salvarán a la política porque la necesitan . Ya lo esta haciendo al entregar masivamente su confianza a los nuevos y exitosos movimientos sociales .

La ciudadanía ha entendido que la democracia no es votar cada cuatro años. No quiere enajenar su derecho a decidir . No quiere dejar su opinión en manos de unos representantes que llegado el momento se olvidan de los votantes y solo cumplen las orden del partido que les da empleo, con sobresueldos incluidos.

La acción de los nuevos movimientos establece las bases para la realización una democracia real. En su practica está el germen de una nueva ética emancipatoria . Una democracia real sin las improductivas mediaciones de las burocracias partidarias.

En realidad la crisis del capitalismo y su necesario compañero de ruta, el virus mortal de la corrupción, ha descompuesto rápidamente todo el orden constitucional del 78. Esta podredumbre incluye a los partidos nacionalistas periféricos y a las cúpulas de los dos grandes sindicatos del sistema.

Salta a la vista que el problema que tiene la “casta política” se llama supervivencia . Sus lamentos dan cuenta que ello. En privado reconocen que la corrupción ha sido un golpe letal y que están jugando los descuentos.

¿Qué pasará con la izquierda tradicional ?

Sí alguna fuerza puede salvarse de este merengue inmoral es la izquierda institucionalizada. Su militancia es luchadora y forma parte activa de los movimientos sociales. La honradez de su personeros máximos no ha sido cuestionada . Sin embargo, esto ya no es suficiente.

La historia ha puesto sobre la mesa un desafío de proporciones. En Europa se aproxima  el tiempo de las revoluciones del siglo XXI. El tiempo de las revoluciones democráticas será cuestión también del viejo continente.



Los nuevos movimientos encaminan sus pasos en ese sentido. La revolución democrática del nuevo siglo, necesariamente desplazará a la vieja partidocracia y establecerá nuevas formas de democracia directa y participativa (que limite en sus justos términos el papel de los representantes).

Sectores de cúpula de la izquierda apegadas a las instituciones se resiste a entender que el desastre de la “casta política” es un camino sin retorno.  En esos círculos más de algún personaje ha confundido ser un revolucionario profesional -como los pensaba Lenin- con vivir como un político profesional como se practica en España.

El irremediable desgaste del PP y del PSOE , alimenta el apetito de algunos dirigentes  “izquierdistas” . Sueñan con nuevos tripartitos. Aspiran a co-gobernar con el PSOE al estilo Andaluz. Afilan los dientes para los  próximos comicios de las comunidades autónomas.

El más sincero de esta deriva oportunista es el diputado Gaspar Llamazares. En su libro que curiosamente lleva por titulo “El libro Rojo” postula derechamente una alianza con el PSOE “ para salvar al capitalismo” .

¿Es la izquierda institucionalizada un problema?

Este tipo de “izquierda” se ha quedado en el pasado. Como explica Tony Negri ha sido alimentada ideológicamente con aquellas nociones de las Constituciones Europeas , surgidas después de la segunda guerra mundial. Estos pactos reconocían un estado social pero que a continuación declaraban sagrado el derecho de propiedad y igualaban democracia a capitalismo.

Estos equívocos en cuestiones cardinales para la economía y la política lastra la imagen de la marca electoral de la izquierda. De hecho colocan en entredicho los acuerdos de su ultima asamblea federal que aprobó impulsar un proceso constituyente, para cambiar el “ancien regime”.

Parte importante de la izquierda institucionalizada practica una idea del siglo pasado. Sinónimo de política es elecciones, parlamento, organismos del sistema. A fin de cuentas el parlamentarismo demo-liberal ha servido para obtener recursos y mantener un aparato burocrático que se auto-reproduce en el poder.



Cierta “izquierda” europea ha olvidado convenientemente que ninguna de las revoluciones del siglo XX la hizo un partido institucionalizado. Tampoco fueron los partidos legales los que forjaron las grandes revoluciones democráticas y populares del siglo XIX en Europa.

Otra cosa muy distinta es que las grandes transformaciones han tenido siempre tras de sí a organizaciones de revolucionarios dispuestos a abrir nuevos derroteros para la política.

No debemos confundir a los actores de la liturgia de los puños en alto, las banderas y los himnos con los auténticos revolucionarios. Estos no están ni el los parlamentos nacionales, ni en ese organismo inoperante que es el parlamento europeo.

La política no está en crisis

Tal como afirma  el filosofo francés Alain Badiou,  lo que está en crisis es la vieja idea de partido de estado. No está en crisis la política como fuerza emancipadora y menos aún la necesidad de una revolución democrática.

En el siglo XXI asevera “habrá que reinventar la política, el arte de la política, la alegría colectiva de la política … porque  sí estamos convencidos que la política puede ser una creación, entonces la organización política es un grupo creador . No es un instrumento . no es un aparato.”

Los pueblos de España están mostrado una gran capacidad de creación política re-inventando nuevas formas de lucha.

Se ha legitimado ante la opinión publica la desobediencia civil y la propia dinámica de la crisis empuja a los movimientos a constatar que no hay salida democrática dentro del castillo blindado de un régimen político añejo.

En este escenario si la izquierda parlamentaria quiere sobrevivir debe tomarse  en serio una política ruptura democrática.

No es de recibo que mientras los abnegados militantes de la izquierda están en todos los frentes de lucha, la dirigencia del partido y los sindicatos mayoritarios estén a la cola de todos los llamados a movilización.



La antiguas recetas ya no sirven. 

El partido tradicional hace mucho que perdió la iniciativa. Aquel aparato que solo vive por y para las elecciones ha caído buenamente en el precipicio que anticipó Gramsci: “el partido (burocrático) acaba por volverse anacrónico, y en los momentos de crisis aguda queda vacío de su contenido social y queda como apoyado en el aire”.

La historia reciente en Europa ha demostrado que las estrategias puramente electorales , incluyendo aquellas que propugnan un frente de izquierdas, son una trampa. Un callejón sin salida que solo legitima el sistema imperante.  Estas estrategias sustentadas por el “cretinismo parlamentario” han llevado a derrota tras derrota a la izquierda en Alemania , Francia e Italia.

En medio de una profunda contra-revolución conservadora y neoliberal el parlamentarismo nada han conseguido y nada conseguirá. Bueno, no exactamente. Puede seguir alimentar la burocracia partidaria.

En realidad la izquierda institucionalizada está desprovista de una táctica y una estrategia para la revolución democrática .  Y,  como  carece de un pensamiento “fuerte”, no logra estar al nivel de un pueblo que está en plena ebullición rupturista.

Las antiguas políticas parlamentarias de salón conducen a la bancarrota de cualquier partido que se asuma de izquierda .  El tercer estado está activado y calienta motores buscando una salida a “la plebeya”. La ruptura desde abajo es una acontecimiento que crece en la medida que la crisis se profundiza.

España tiene una importante diferencia con otros países esquilmados del sur de Europa. En el reino Borbón, además del desastre económico, hay una profunda crisis del modelo territorial. Ha quedado obsoleta la monarquía parlamentaria negociada con los herederos del franquismo.

Revolución democrática es lo que toca.

El nudo gordiano de la crisis española es la crisis del poder político constituido. Cada día que pasa los hechos ponen en evidencia que el “orden” establecido por la transición ya no sirve ni para la clase dominante ni para las clases dominadas.

La revolución digital ha creado la base material  para el cambio democrático. Ofrece los medios tecnológicos ( móviles, tabletas, ordenadores ) para que los ciudadanos puedan decidir directamente, mediante el voto electrónico, las leyes y disposiciones que les afectan de modo fundamental.

La gente común se da cuenta de las posibilidades del cambio. Quiere participar . Demanda horizontalidad. Exige que no se le arrebate su derecho a decidir.
Hace solo poco más de una año, un pequeño grupo levantamos la idea de un proceso constituyente para llevar a cabo una revolución democrática. Un proceso que edifique una nueva institucionalidad desde abajo y con los de abajo.

Al comienzo, las élites creyeron que éramos “marcianos”. Para su sorpresa, en pocos meses, la idea de los constituyentes ha impregnado fuertemente a los movimientos sociales. La realización de un proceso constituyente democrático es hoy la alternativa más  sería para una salida democrática de la crisis.

La tiempos históricos van tan rápido que las tornas están cambiando dramáticamente. No solo hay que cambiar el gobierno. Hay que cambiar el régimen.  La tercera republica ya es una utopia alcanzable para esta generación.

Vivimos el comienzo del fin de una época. Caduca una manera de “hacer política” con moquetas y coches oficiales. Se acaban esos soberbios días de vinos, puros y rosas (al estilo Barcenas) financiados con la especulación inmobiliaria de la Banca.
¡Pero cuidado, no hay que vender la piel del oso antes de matarlo !  El silbato del arbitro no ha sonado todavía y “la casta” aspira a meter un gol de última hora.



No le quitemos el culo a la jeringa 

Como era de esperar, los elementos más avispados del poder constituido están proponiendo “reformas constitucionales” . Los políticos profesionales, ni cortos ni perezosos, se apuntan apresurados a estas reformas cosméticas.

Este ejercicio de “transformismo” de los conocidos de siempre no se lo cree nadie. Vienen una vez más con un puñal bajo el capote. Es la vieja practica gatopardista; que aparenta el cambio para que nada cambie.

El proyecto de los constituyentes está en las antípodas de las pretensiones de las élites del poder. El proceso constituyente tiene dos características inseparables ; es revolucionario porque su objetivo es desplazar al poder constituido y es democrático porque se vale de medios democráticos. Los emplea para constituir un nuevo poder donde las decisiones de pueblo no sean arrebatadas por una oligarquía.

Los constituyentes, al igual que la gran mayoría de los movimientos sociales, piensan que no debemos ni podemos quitarle “el culo a la jeringa”.

La era esta pariendo un corazón. Se le puede escuchar y nos dice Revolución Democrática es lo que toca. Con seguridad será un camino difícil , con avances y retrocesos pero es el signo de un nuevo tiempo histórico.

Esta revolución democrática debe llevar a cabo una profunda limpieza de todo el espectro político. Como dice el profesor Juan-Ramón Capella “No solo hay que jubilar o poner a la sombra al personal político. Hay que trabajar para que la última palabra la tengan los pueblos de España”.

  Emilio Pizocaro/socialismo21.net/

Fuente: (http://www.cadenaser.com/espana/articulo/59-ciudadanos-aprueban-escraches-mejor-instrumento-presion/csrcsrpor/20130415csrcsrnac_1/Tes?id_rss=14092012-Ser-rs-1-Tw)

sábado, 20 de abril de 2013

ESPERANDO EL CAMBIO




Hace una semana que no selecciono ninguna información para publicar en "Mentiras de la Crisis", semana de paréntesis por mi estado de salud y por la saturación en los medios digitales de noticias inquietantes, que no traen precisamente esperanza alguna, para aquellos ciudadanos que estamos confiando en que existen posibilidades de cambio.

* La llamada "clase política" sigue sin enterarse que son ellos el origen del mal y parte de las soluciones que parecen no interesarles.

* La sociedad, los medios de comunicación, muchos conferenciantes, y la contestación en la calle, parecen seguir derroteros totalmente distintos de un gobierno - montado en el absoluto monopolio de un poder que saben muy bien perderán, aunque el otro poder "el oculto" está tranquilo en sus cuarteles de invierno, porque saben que "su sistema" traerá otro partido o varios dispuestos a hacer mas de lo mismo.

*La monarquía ha pasado de ser la institución mas respetada para el pueblo, a la mofa y al chiste fácil.

*Hasta los partidos "emergentes" sospechan el declive de los existentes y rellenan sus militancias con incorporación de profesionales desempleados esperando el "maná del reparto democrático". Que gran alternativa tendrá el país si dejamos que nuevos capitanes sin experiencia laboral - eso sí,  con cientos de masters-  y sofisticados cursos "experimenten fórmulas sin arriesgar nada.


*Parece que la Justicia estrecha el cerco a los corruptos, pero no consigue recuperar confianzas ante un público escandalizado por la forma en que condenan a famosos o banqueros y estrechan el cerco a un pueblo sufrido y dolorido.

*Para los católicos - que todavía quedan aunque menos- su Iglesia parece navegar obsesionada por sus "males de siempre": matrimonios homosexuales, aborto, ayudas a la enseñanza privada , textos y programas... alejados de los nuevos aires traídos por el Papa Francisco y mirando para otro lado en cuestiones como igualdad de la mujer, desahucios y paro galopante...

En algún lugar tiene que haber mas gente dispuesta a terminar con tanto despropósito y no sigan con la monserga de siempre - que ni siquiera se lo creen ustedes - de que el problema sigue siendo que si la derecha o la izquierda, cuando es entre lo digno y lo indigno.



Dario Pozo Ruz, desde Valdepeñas. 

domingo, 14 de abril de 2013

Portazo del Comité de las Regiones de la UE al proyecto secesionista de Mas


Reunión el plenario del Comité de las Regiones de la UE.



Domingo, 14 de abril de 2013 
 

Reunión el plenario del Comité de las Regiones de la UE.

El Comité de las Regiones de la Unión Europea (CdR), el órgano consultivo que representa a los entes regionales y locales de la UE, ha aprobado este viernes por amplia mayoría un dictamen en el que advierte de que cualquier proceso secesionista de una región de la UE es un ‘asunto interno’ del Estado miembro en cuestión, y que si una región consigue la independencia y quiere unirse a la UE, deberá seguir el mismo proceso de adhesión que cualquier país externo.

El documento supone un nuevo varapalo a las aspiraciones secesionistas planteadas en los últimos meses por el presidente de la Generalidad, Artur Mas -que, como todas las CCAA, tiene representación directa en el CdR-, cuya hoja de ruta pasa por buscar apoyos a su proyecto en el ámbito internacional, para lo que ha fortalecido la estrucutura autonómica dedicada a la política exterior, reactivando las entidades existentes en ese ámbito y creando otras nuevas.



El texto aprobado por el órgano comunitario es contundente. El punto 62 señala que el CdR ‘deja claro que, de acuerdo al artículo 4.2 del Tratado de la UE [donde se indica que la UE respetará las funciones esenciales del Estado, especialmente las que tienen por objeto garantizar su integridad territorial], los avances en la dirección de la independencia de una región deberían ser vistos como un asunto interno del Estado miembro afectado’.

Y el punto 63 ‘recuerda que si una región, tras haber conseguido la independencia, quisiera unirse a la UE, se le requeriría que hiciese una solicitud formal al Consejo y seguir el procedimiento de adhesión en virtud del artículo 49 del Tratado de la UE [que exige la unanimidad de los 27 estados miembros] de la misma forma que cualquier otro país que quisiese convertirse en Estado miembro de la UE’.

El CdR insta a dialogar sobre descentralización

Aunque en ningún lugar del texto se cita el caso de Cataluña, este parece una respuesta a medida al proceso que Mas, con el apoyo de ERC, está intentando poner en marcha.

De hecho, el dictamen del CdR también se muestra ‘convencido de que un proceso de descentralización adecuado puede mejorar ampliamente la satisfacción de la gente de las regiones y de las autoridades locales y puede reforzar su lealtad al Estado nacional’.

Y considera que ‘debe tenerse en cuenta que un rechazo prolongado a dialogar, con el consiguiente fracaso para tener en cuenta los deseos y demandas de la región, y un injustificado rechazo a la descentralización de competencias y recursos financieros, puede dar lugar a demandas de autonomía y en casos extremos de secesión de una región del Estado nacional’.

El CdR asegura que ‘sigue de cerca los movimientos de independencia que recientemente han ido ganando fuerza en ciertas regiones de los estados miembros de la UE y de los países candidatos [a entrar en la UE] y de sus muy diferentes causas históricas, políticas y económicas’.

Por último, hace un llamamiento a ‘estudiar las causas de estos movimientos, haciendo posible discutir y entender sus motivaciones, y encontrar soluciones coherentes y pacíficas tanto para el las entidades centrales como para las regiones’.



La UE mantiene su criterio

Los diferentes órganos de la UE se han pronunciado en reiteradas ocasiones en el mismo sentido que ahora ha hecho el CdR, manteniendo el criterio avanzado por la Comisión Europea en 2004. En junio pasado, la Comisión Europea rechazó una Iniciativa Ciudadana Europea (ICE) presentada por Reagrupament que tenía por objetivo ‘garantizar la continuidad de la ciudadanía europea para los ciudadanos de un nuevo Estado surgido por un proceso de secesión de una región de un Estado miembro de la Unión Europea‘.

El vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Competencia, Joaquín Almunia, advirtió en octubre pasado que la secesión de una parte de un Estado miembro de la UE dejaba a ese territorio fuera de la UE. Una posición que ha sido reiterada en dos ocasiones por la vicepresidenta y comisaria de Justicia de la Comisión Europea, Viviane Reding, y que la propia Comisión Europea ha comunicado por escrito a la Cámara de los Lores del Reino Unido.

El Ejecutivo comunitario ha subrayado en múltiples ocasiones que cualquier intento de independencia de una parte de un Estado miembro es una cuestión interna de dicho país. Así lo indicó el portavoz de la Comisión Europea, Olivier Bailly, en septiembre pasado, y así lo ha repetido una y otra vez el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso. De igual forma se ha manifestado el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz.

La secesión no tiene el aval del Derecho internacional

Por otra parte, la jurisprudencia internacional, tal y como reconocen incluso algunos de los más destacados ideólogos del nacionalismo catalán, como Jaume López Hernández, señala que el derecho a la autodeterminación solo es aplicable a ‘procesos de descolonización’, principalmente puestos en marcha a partir de la Segunda Guerra Mundial, según recoge la Carta de las Naciones Unidas (1945) y la Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales (1960).




Además, la Declaración sobre los principios de derecho internacional referentes a las relaciones de amistad y a la cooperación entre los Estados de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas (1970), que ampara el derecho a ‘la libre determinación de los pueblos’, deja muy claro que ‘todo intento de quebrantar parcial o totalmente la unidad nacional y la integri­dad territorial de un Estado o país o su independencia política es incompatible con los propósitos y principios de la Carta’ de las Naciones Unidas.

‘Así, cualquier reivindicación de una minoría territorial que no pertenezca a un imperio, ni haya sido colonia, se conceptualiza como un conflicto de unos ciudadanos con su Estado, fuera de los márgenes, por tanto, que presupone el derecho a la autodeterminación’, reconoce López Hernández.

Fuente: LA VOZ DE BARCELONA.COM

sábado, 13 de abril de 2013

El número dos del PSC denuncia "la deslealtad y desvergüenza" de Miguel Sebastián

El número dos del PSC denuncia "la deslealtad y desvergüenza" de Miguel Sebastián
Miguel Sebastián, exministro de Industria. (Efe)

El actual número dos del PSC en el Parlament de Catalunya y antiguo alto cargo con Zapatero de los Ministerios de Industria y de Ciencia e Innovación, Maurici Lucena, no se ha mordido la lengua a la hora de relatar su experiencia política con el que fuera ministro socialista de Industria, Miguel Sebastián. Lucena denuncia sin rodeos la “deslealtad y desvergüenza” del que fuera candidato a la alcaldía de Madrid en un libro de reciente aparición sobre economía donde repasa su experiencia profesional para abrir un debate acerca la política industrial y de innovación que necesita España ante la crisis económica.

Bajo el título En busca de la pócima mágica el volumen ha sido prologado por Julio Segura, expresidente de la CNMV, y su publicación ha sido apoyada con sendas y muy elogiosas reseñas a cargo del exvicepresidente económico, Pedro Solbes, y el actual consejero de Economía de la Generalitat de Catalunya, Andreu Mas-Colell

La obra rompe una lanza a favor de las políticas industriales de corte horizontal, distinguiendo claramente el grano de la paja para asegurar la eficiencia de los cada vez más escasos recursos públicos. Sobre esta base conceptual, Lucena repasa sin ningún tipo de complejos episodios muy recientes de la historia económica de España con la certeza que brinda la experiencia personal del autor.

El exministro de Industria boicoteó la reeleción de Lucena como presidente de la Agencia Espacial Europea, que acabó en manos del británico David WilliamsMención aparte merece el apartado monográfico dedicado a delatar la conducta del antiguo zar económico de La Moncloa, Miguel Sebastián, cuando sentado en el trono del Ministerio de Industria se dedicó a colocar palos en la rueda del nuevo Ministerio de Ciencia e Innovación que Zapatero puso en manos de Cristina Garmendia. Lucena ocupaba entonces el cargo de director general del Centro de Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), organismo que fue transferido al citado departamento de Ciencia e Innovación, y asistió como testigo de excepción a lo que él mismo califica como “acaloradas discusiones entre los altos cargos de ambos departamentos”.

La razón de tales enfrentamientos internos dentro del Gobierno socialista no era otra que el deseo de “torpedear implacablemente la transferencia de competencias” desde Industria al nuevo departamento. Lucena sabe muy bien de lo que habla pues no en vano él mismo formó parte años antes del equipo de asesores que, encabezado por Miguel Sebastián, preparó el programa económico con el que Zapatero concurrió a las elecciones generales del año 2004.

El libro señala que Sebastián había sido precisamente el encargado de diseñar en 2008 el esquema del flamante Ministerio de Ciencia e Innovación con el que el PSOE pretendía impulsar un nuevo modelo de crecimiento en España. Lucena denuncia el afán de su antiguo jefe por “enmendarse a sí mismo”. 

El que fuera responsable del CDTI puntualiza los detalles del boicot: “no nos dio ni agua, negándose a transferir, además de presupuesto y personal, los programas Avanza I+D, la gestión de la contribución española a la Agencia Espacial Europea (ESA), las ayudas públicas a la I+D del sector aeronáutico y la Empresa Nacional de Innovación (Enisa)”.  


Lucena muestra también rasgos de la personalidad de Sebastián cuando señala que “nuestra antigua amistad terminó en el mismo momento en que él, en uno de sus célebres ataques de ira, cruzó la raya verbal que no se debe cruzar jamás”. A partir de esta denuncia, el dirigente del PSC cuenta la venganza de que fue objeto cuando en junio de 2010 iba a ampliar por un año su mandato bienal como presidente de la citada Agencia Espacial Europea (ESA), un importante organismo internacional, y Sebastián se encargó de frustrar su renovación desde el Ministerio de Industria.

Lucena había abandonado el CDTI unas semanas antes, en mayo de 2010, para hacerse cargo de ISDEFE, una empresa pública de ingeniería y tecnología al servicio del Ministerio de Defensa que entonces dirigía Carmen Chacón. El cambio de destino no fue obstáculo para que los 17 países que integran la ESA expresaran su acuerdo para que el representante español continuase un año más al frente del organismo europeo.

La carta firmada por Teresa Santero
“Para asegurarme de que el Gobierno español estaba también conforme -señala Lucena en el libro- me reuní con el jefe de gabinete del presidente, quien me dio luz verde y subrayó el valioso activo internacional” que suponía la presidencia española de la ESA. “Pues bien,  a los pocos días, aprovechando mi paso al Ministerio de Defensa, el ministro de Industria forzó mi destitución como miembro de la delegación española de la Agencia, lo que automáticamente imposibilitaba mi continuidad como presidente del consejo”.

El cese se hizo efectivo con una carta firmada por la secretaria general de Industria que en aquellos días era Teresa Santero, la misma que acaba de ser imputada hace menos de un mes por un presunto fraude de hasta 21 millones de euros en la concesión de subvenciones públicas destinadas a la recuperación industrial de la Bahía de Cádiz.

Lucena afirma con asombro y no poca frustración que “al ministro y a la secretaria general esta ‘gamberrada’ les resultó de lo más divertida y no disimulaban su satisfacción”. “En cualquier caso –añade- además del ridículo que hicimos como país, el resultado de esta vendetta fue el nombramiento de un británico, David Williams, en lugar de un español, como nuevo presidente del consejo de la ESA”.

El relato de tan truculento episodio se cierra con una moraleja lapidaria por parte del autor, que remata su denuncia en los siguientes términos: “Por decirlo tal como lo siento: cuesta comprender cómo alguien que desempeña una alta responsabilidad pública como ministro de España pueda ser capaz de anteponer su sed de venganza personal a los intereses generales de su país”.

Fuente: EL CONFIDENCIAL.