Es la opinión de Hans-Werner Sinn, presidente del IFO (Information und Forschung; Información
 e Investigación), la institución de análisis y previsión económica mas 
prestigiosa de Alemania y de Europa.
Para Sinn, en una entrevista 
concedida al diario El País, España necesita una devaluación 
interna adicional brutal -bajada de salarios y pensiones, para 
entendernos- del 30%. “España tiene una deuda pública de más de un 
billón de euros” que no podrá devolver, “y es mucho mejor una quita 
significativa que un rescate, como demuestra la historia de EEUU”.
Sinn 
se refería a que en los años 20 numerosas infraestructuras 
norteamericanas fueron financiadas con deuda exterior, esencialmente 
europea. Al llegar la Gran Depresión, el Gobierno de los EEUU se declaró
 en quiebra y realizó quitas enormes de deuda.
      
Es 
exactamente lo contrario de lo que han hecho estos ineptos que nos 
gobiernan, con la decisión suicida de rescatar con dinero público a 
todas las cajas y bancos insolventes en lugar de dejarlos quebrar. 
En 
contra de lo que ha sucedido en el resto del mundo, donde los acreedores
 han perdido hasta el 80% (caso de Grecia), Zapatero primero y Rajoy ahora decidieron endeudar a varias generaciones de españoles
 para devolver a las cajas y bancos alemanes y franceses hasta el último
 euro que tan irresponsablemente nos prestaron. “La crisis se generó por
 el excesivo flujo de capitales de Alemania hacia el Sur”, explica 
Werner Sinn. Han arruinado a los pequeños ahorradores privados 
miserablemente engañados, y el resto -es decir, el grueso del dinero- 
nos lo han robado a nosotros y a nuestros hijos.
      
La barra 
libre del BCE y el rescate de 100.000 millones son precisamente para 
eso, para devolver los préstamos hechos por cajas y bancos europeos a 
cajas españolas incompetentes y corruptas, sin comprobar mínimamente su 
capacidad para devolverlos. Por eso, como ha sucedido en el resto del 
mundo, deberían haber sido los acreedores y no los contribuyentes quienes cargaran con las consecuencias
 de su irresponsabilidad, exactamente lo contrario a lo que estos 
insensatos han hecho. 
La deuda soberana a medio y largo plazo está en un
 85% en manos de españoles y, además, hemos asumido como auténticos 
imbéciles toda la deuda a los bancos europeos causantes de nuestra 
ruina. Y ahora, una vez devuelto el grueso de las deudas, Europa ni 
puede, ni le compensa, rescatarnos. Iremos, como dice Sinn, a una quita.
 Pero ésta, al contrario que en Grecia, irá sobre nosotros mismos. 
      
El efecto deflacionista de la deuda
      
Aparte
 del agravamiento de la recesión al que nos han conducido las 
disparatadas medidas de Rajoy, estamos entrando en una fase nueva, en 
una crisis más grave y profunda, como consecuencia del endeudamiento creciente y su efecto contractivo sobre la renta disponible.
Comentaba la pasada semana Juan Laborda
 que estamos entrando en una “deflación por endeudamiento”: la 
incapacidad de los deudores para pagar sus deudas les lleva a reducir 
sus gastos al mínimo para poder hacerlas frente. Ello produce una caída 
adicional de la demanda efectiva, un incremento de las empresas en 
pérdidas y un crecimiento acelerado de la morosidad que pone de nuevo en
 cuestión, si es que alguna vez no lo estuvo, la viabilidad del sistema 
financiero.
      
Se trata de un escenario cuasi catastrófico ya 
que perpetúa el estancamiento, lleva el paro a cifras inasumibles y a la
 quiebra del Estado, que se encuentra, técnicamente, en situación de 
burbuja de crédito unida a una desastrosa asignación de los recursos. La
 relación técnica entre deuda y deflación la explicó brillantemente
 en este medio Luis Riestra Delgado, y otro gallo nos cantaría si le 
hubieran hecho caso entonces.  
La idea de deflación por endeudamiento fue
 desarrollada por el economista Irving Fischer durante la Gran Depresión (1), para quien unos precios a la baja forzaban a los deudores a la “venta angustiosa de activos”,
 lo cual hundía adicionalmente precios y demanda agregada ya que, a la 
caída de ésta por la disminución de ingresos, se une el efecto de la 
devolución de la deuda. Como diría un castizo: albarda sobre albarda y el país entra en una espiral de quiebra. 
  
      
Es
 una dinámica deflacionista que estos necios que nos gobiernan son 
incapaces de entender. Sus conocimientos de economía no pasan de la 
estática neoclásica, pero las implicaciones dinámicas de la deuda, algo 
sencillo y de puro sentido común, se les escapan. Al recorte de salarios
 y las subidas de impuestos se unen las ventas de liquidación para pagar
 las deudas y los intereses.
La espiral deflacionista descrita por Fischer
 funcionaba así: los recortes de salarios y las subidas de impuestos 
reducen la renta disponible, el consumo y la inversión se hunden y el 
precio de los activos baja, lo que produce las ventas en liquidación 
mientras la renta disponible de las familias se contrae, lo que genera 
más paro y más depresión
      
Los precios de los activos caen más aún, reduciendo  la riqueza de las familias y de las empresas, lo que incrementa las quiebras y reduce ulteriormente la demanda
 efectiva. Una bola de nieve auténticamente diabólica; por algo se llama
 espiral deflacionista: el desastre se autoalimenta a sí mismo. Como 
consecuencia, el pesimismo y la falta de confianza se acentúan y el 
dinero no gastado ni invertido se acumula. Esto es lo que Fischer 
afirmaba que pasaría y es exactamente lo que ocurre: una espiral 
deflacionista que nos lleva al desastre y unos deudores que cuanto más 
pagan, más deben.
      
Sin embargo, Fischer tenía un presidente capaz y con agallas, Franklin D. Roosevelt, y no un necio y un cobarde patológico como Rajoy, que se esconde en cuanto los problemas se agudizan y sólo da la cara cuando no tiene más remedio para decir estupideces como “la corrupción no es el problema” o “hay vida después de la crisis”. 
Fischer convenció a Roosevelt para realizar fuertes quitas de deuda, 
justo lo contrario de lo que han hecho estos miserables, porque ¿qué 
otro calificativo merecen quienes están arruinado a todo un pueblo y a 
las generaciones futuras, llevando a la desesperación a millones y al 
suicidio a no pocos, como en el aterrador relato del viernes de Juan Carlos Barba,
 para mantener intactos los privilegios de una casta política corrupta y
 sus más de dos millones de enchufados? 
El resultado final es claro: en 
contra de lo afirmado por el Gobierno y sus plumas mercenarias, 
tendremos una recesión aún más profunda en 2013.
      
Bloomberg : "No se crean las cifras de déficit del Gobierno español”
      
La
 semana pasada, una persona conocedora (la más conocedora, para ser 
exacto) de la situación económica de la Comunidad Valenciana comentaba a
 otra persona muy allegada a un servidor que el déficit de 2012 no ha 
sido el 3,45% comunicado a Montoro, quien lo ha incluido en el cálculo
 del déficit público sin comprobar nada, sino el 5,7%.
Nada nuevo, 
excepto que en este caso tengo la cuantificación exacta, porque casi 
todas las CCAA y Ayuntamientos han hecho lo mismo. Pero lo que sí me ha 
sorprendido es que esta persona afirmara también que es “absolutamente 
imposible” recortar un solo euro más en Valencia. 
Las decenas de miles 
de enchufados, parientes y amigos, las televisiones, las embajadas,
 los coches oficiales, los chiringuitos (empresas) públicas, son 
absolutamente intocables. 
La única solución, según esta persona, es que 
Rajoy “reforme la financiación autonómica” y les dé todos los años 6.000
 millones más
      
Exactamente en la misma línea que Valencia, 
Rajoy y sus mariachis afirman sin sonrojarse que el ajuste ha terminado y
 que ya no habrá más subidas de impuestos ni más recortes, porque el 
recortar los 100.000 millones de euros de despilfarro anual ni se 
plantea, como dijo Rajoy hace unos meses cuando Rosa Díez le 
exigía cambiar el modelo de Estado. 
La diferencia entre lo que gastamos y
 lo que ingresamos, que cada vez es mayor por el hundimiento de la 
economía -la previsión oficial de 2013 es de 77.000 millones de euros, y
 normalmente es la mitad de lo real- lo financian endeudándonos 
masivamente. 
Ya han emitido deuda por valor de 70.000 millones, la 
mayoría comprada por nuestros bancos con dinero prestado por el BCE al 
1% y a tres años, de la que neta son 30.000 millones a devolver por 
nuestros hijos y nietos, y todo para seguir financiando el despilfarro, 
pues ni un solo euro irá ni a la economía productiva ni a los más necesitados.
      
El
 martes pasado, Bloomberg, la principal agencia mundial de noticias 
económicas, advertía de que no se creyeran las cifras de déficit del 
Gobierno español. Pero lo más preocupante era cuando se preguntaba por qué a España no se le computan como déficit las ayudas bancarias,
 cuando siempre ha sido así para el resto de países. La agencia se 
respondía a sí misma: porque el déficit español se iría a las nubes y 
“los inversores inundarían los mercados de deuda española”, algo que 
aterra a Bruselas.
Lo que significa, pura y simplemente, que Bruselas 
está en el mismo carro de engaños y mentiras que Rajoy, y harán como que
 se creen el déficit a toda costa. Pero, eso sí, obligando a estos 
tramposos a hacer ajustes brutales en 2013. Esa es la única certeza: en 
2013 tendremos más impuestos, menos pensiones, menos salarios y más, 
mucha más, deuda.
      
Y es así como lo ve la inmensa mayoría de 
los españoles. Según la encuesta de febrero del CIS, nada menos que el 
92,3 % ve la situación económica mala o muy mala, y la muy mala ha 
subido 7 puntos desde enero, y a un año vista casi la mitad la ve peor. 
Pero ahí tienen a De Guindos afirmando con toda su cara que “hoy estamos mejor que hace un año”. 
Serán él y sus múltiples amigos, porque la economía está cayendo al 
3,2% interanual tres veces mas rápido que a principios de 2012; el paro 
se ha incrementado en más de un millón de personas en 14 meses; la deuda
 pública total se ha incrementado en 145.000 millones, el 13,9% del PIB;
 los salarios se han desplomado un 10% de media, y las familias han 
perdido el 25% de su riqueza, igual que en toda la Guerra Civil; el 
sistema actual de pensiones no se sostiene ya mientras elevan un 28% el 
déficit del Estado en términos homogéneos. ¿Eso es estar mejor? Es un 
insulto a la inteligencia y una burla inaceptable hacia un pueblo al que
 están llevando a la ruina.
      
Y en medio de este desastre 
tenemos a un presidente que, noqueado y acorralado por un chantajista 
que le tiene cogido por la barba, es completamente incapaz de cumplir 
con sus obligaciones. Es por ello que Sáenz de Santamaría saldría para Berlín perdiendo la melena a explicar lo inexplicable, urgida por una Merkel
 que está que echa venablos viendo a este pusilánime que le ha mentido 
vilmente, arrodillado ante un presunto delincuente.
Cuanto antes llegue 
el escándalo a los tribunales y Rajoy y la cúpula del PP se vean 
obligados a dimitir con deshonor y se convoquen nuevas elecciones, tanto
 mejor para España y para los españoles.
      
PD: El próximo 
jueves  a las 16.00 horas el colectivo de estudiantes Foro Universidad y
 Libertad me ha invitado a hablar en la Universidad de Valencia sobre "¿Sistema corrupto o corruptos en el sistema?". He
 aceptado encantado ya que demuestra cómo, al menos, parte de la 
sociedad civil y de la comunidad universitaria intenta movilizar el 
rechazo social masivo a una casta política que ha llevado la corrupción a
 todas las instituciones del Estado y arruinado a la nación, y 
obligarles a un cambio a favor del interés general y de la democracia. 
Desde aquí invito en el nombre del Foro y en el mío propio a todos los 
valencianos universitarios o no que quieran asistir a la conferencia y 
al debate. Para que conozcan quiénes son o para informarse del acto, 
esta es su web: Forouyl.wordpress.com.  
 
(1)  “Teoría de la deflación por deuda como causa de la Gran Depresión”.
Fuente:  Roberto Centeno en EL CONFIDENCIAL