Los resultados económicos del primer año de gobierno
de Rajoy han sido sencillamente catastróficos, con la mayor pérdida de
renta y riqueza para los ciudadanos desde la Guerra Civil. Y lo que es
peor, todos los problemas esenciales siguen sin resolverse: un modelo de Estado inviable e intrínsecamente corrupto,
un sector financiero insolvente cuyos balances siguen sin ofrecer
credibilidad alguna, y un déficit fuera de control. Solo la actuación
del BCE, del que dependemos total y absolutamente, y que nos ha prestado
la increíble cifra de 242.000 millones en un año, ha evitado la
suspensión de pagos. Pero no para resolver nada, sino solo para ganar
tiempo electoral, a coste de una brutal acumulación de deuda –que ha
crecido el 15% mientras la economía caía un 1,6%- ya imposible de
devolver.
Rajoy colocaría sus intereses electorales por encima de los de
España, endeudando a varias generaciones al increíble ritmo de 6.800
millones a la semana (4.000 el Tesoro y 2.800 la banca del BCE) para sus
propias necesidades –excluyendo compras al Tesoro-, un dinero entregado
irresponsablemente sin condicionalidad alguna, y del que ni un solo
euro ha ido destinado a la economía real, solo a financiar gasto
corriente y bancos inviables.
No es solo que el sector público se
haya apoderado de toda la financiación disponible. Es peor. El crédito a
la economía productiva se ha reducido en casi 100.000 millones, y
acelera su caída hasta el 7,2% a fin de año. Y sin financiación, como saben hasta los niños de primaria, no hay recuperación posible.
¿Cuáles son los hechos en los que se basa Rajoy para asegurar que en el
segundo trimestre se iniciará la recuperación? Absolutamente en
ninguno, porque no los hay. Solo hay mentiras, improvisación y cobardía
patológica. ¿A qué rayos espera Rajoy para suspender la autonomía a
Cataluña, como hizo Blair con el Ulster?
Y las previsiones para
2013 son de más paro, más recesión y más destrucción de la economía
productiva. Por ello, la cuestión no es esperar a que escampe, como
predican estos tramposos para no hacer nada, sino actuar de verdad sobre
el despilfarro y el gasto, porque la dinámica de los recortes tomados
–todo lo contrario a lo que había que hacer- que se verán aumentados
este año, lleva automáticamente a menos consumo, menos inversión, más paro y vuelta a empezar,
es decir, a una espiral deflacionista diabólica. ¿Hasta cuándo el BCE
va a seguir facilitando liquidez a la banca española, tres veces más
endeudada de lo que corresponde por el tamaño del PIB, para que siga
comprando deuda soberana financiando así más de 250.000 millones de
vencimientos y despilfarro en 2013?
El hundimiento del poder adquisitivo de las familias
1.
El 90% de las familias ha experimentado una reducción media de su renta
anual de unos 2.800 euros (unos 1.800 por las subidas de impuestos y
tasas, hasta 30 de ellas elevadas o inventadas, y otros 1.000 de
diferencial entre las subidas salariales y la inflación) frente a una
bajada de prácticamente cero en la media de la UE, excepto Grecia y
Portugal.
2. Para los empleados públicos, la reducción media de
renta asciende a esos 2.800 más otros 1.500 euros, como consecuencia de
la supresión de la paga extra de Navidad: 4.300 euros menos al año.
3.
Si la reducción de la renta disponible ha sido brutal, peor ha sido la
pérdida de riqueza. El 90% de las familias vio reducido el valor de sus
activos en un 21%, la cifra más alta conocida jamás en tiempo de paz.
4.
Adicionalmente, el 100% de los hogares ha tenido un incremento medio de
las tarifas de gas, electricidad, carburantes y servicios bancarios de
300 euros al año, sin justificación alguna, frente a una subida cero de
media europea, sin excepciones.
5. Los 47 millones de españoles
experimentaron un incremento de deuda pública sobre sus cabezas de 3.145
euros, mientras el gasto corriente de las regiones ha seguido subiendo
un 15% y el del Estado un 4%.
6. Los 9 millones de pensionistas
experimentaron una pérdida de poder de compra del 10%, sumando
revalorizaciones parciales de enero y noviembre y subidas del IRPF, IVA e
IBI fundamentalmente. Este último con un ascenso brutal: un 10% de
media, aunque en Marbella la alcaldesa del PP lo subiría ¡un 232%!
¿Cómo es posible que el
irresponsable De Guindos, interpelado por UPyD sobre cuánto nos ha
costado en 2012 el sistema financiero, ni siquiera sepa cuál es la
cifra?, ¿Acaso este insensato conoce que la morosidad está creciendo
desde 2007 en forma de serie de Fibonacci -que predice bastante bien la
evolución de algunos fenómenos económicos- y cada año alcanza la suma
aproximada de los dos anteriores con excepción de 2010, cuando las
trampas de Mafo fueron récord, y que, si sigue dos años, una mayoría de
bancos se hundirá y, en consecuencia, habrá tirado por la fregadera
decenas de miles de millones por pura incompetencia? ¿Pero en manos de
quiénes estamos?
En 2013 la pérdida de poder adquisitivo de las
familias podría ser igual o mayor. Por el lado de los ingresos,
asalariados, jubilados y parados perderán poder de compra porque en el
mejor de los casos la inflación no será compensada y entre 500.000 y
700.000 personas perderán su trabajo; pero en el caso más probable
tendremos que ser rescatados y entonces los ajustes serán mucho mayores
de lo que nadie pueda imaginar: el número de personas viviendo por debajo del umbral de la pobreza pasará del 25 al 35% como mínimo.
Del lado fiscal se ponen en marcha nuevos impuestos y tasas y, del lado
de los monopolios, luz, gas, gasolinas y servicios bancarios subirán lo
que les dé la gana, como en 2012. Solo las primas al lobby de
las renovables, completamente innecesarias, superarán los 9.000 millones
de euros, un tercio del recibo de la luz. Y en cuanto a pérdida de
riqueza, los pisos bajarán en torno al 30%. Un conjunto letal que
empobrecerá a la mayoría de las familias y que, aparte del drama
inimaginable para varios millones de hogares, hundirá aún más el
crecimiento y el empleo.
Los peores registros de toda la crisis
Los
últimos datos oficiales conocidos dibujan los peores registros de toda
la crisis: la recesión se ha agudizado, hemos pasado de un 0,6% oficial
en el tercer trimestre de 2011 al 1,6% negativo en el mismo periodo de
2012. La caída del consumo -el índice más importante, el de comercio al
por menor, se desplomaría en octubre hasta el 8,1% interanual, ¿y nos
dicen que el PIB solo ha caído el 1,6%?, nos toman por imbéciles- agrava
la crisis en el cuarto trimestre; la destrucción de empleo medido por
la EPA (1) se ha acelerado con 800.000 parados más en septiembre, en
tasa interanual, con un crecimiento del 98% respecto a la subida del
paro EPA en el mismo periodo del año precedente -404.000- y los pasivos
en circulación o deuda pública total han superado el billón de euros,
mientras la socialización de pérdidas de unos bancos y banqueros
incompetentes y corruptos se ha convertido en el mayor saqueo a las
arcas públicas de la historia de España.
La última estimación
oficial de déficit 2012, que da por buenas las cifras falsas de CCAA y
Seguridad Social, e incluyendo el coste del rescate bancario es del 9,9%
del PIB. Montoro, después de haber ordenado en noviembre no pagar una
sola factura, va jurando por los pasillos que el déficit será del 7%,
excluyendo las inyecciones a la banca.
¿Pero cómo un ministro de
Hacienda puede ser tan manifiestamente tramposo? Hay miles de millones en gastos por pagar en los cajones no contabilizados.
Pero, además, hasta septiembre la mayoría de CCAA han recaudado entre
el 10 y el 25% de lo prometido y recortado menos de la mitad, por lo que
deberían ser intervenidas aunque, como hace un año, no lo serán.
En
cuanto a la Seguridad Social el déficit superará los 13.000 millones
frente a cero que Montoro juró en abril que sería.
¿Cómo reaccionarán
los mercados cuando empiecen a aparecer agujeros por todos lados como en
2012?
No hay derecho a que en esta situación el banco
malo, por ejemplo, con un 90% de deuda avalada por los españoles,
empiece su sendero de ruina alquilando sus oficinas en el sitio más caro
de Madrid, que se tiren por la fregadera decenas de miles de millones en rescatar bancos
que después se van a cerrar en un 60%, que se mantenga un despilfarro
público de más de 100.000 millones al año para mantener estructuras
completamente innecesarias y cientos de miles de familiares y amigos,
solo porque ni Rajoy ni la casta están dispuestos a renunciar. Hay que
ser unos miserables para dilapidar así los recursos de una nación al
borde del abismo.
Las cifras de ejecución del presupuesto del
Estado a noviembre ilustran perfectamente este disparate: su gasto
corriente se incrementa un 2% y el de las regiones en un 15 %, un
auténtico escándalo, mientras los ingresos suben un 11,2 %.
La
exportaciones, la gran excusa de estos irresponsables, tienen un valor
añadido demasiado reducido y un efecto sobre el empleo casi nulo para
poder cambiar nada. Y, además, ¿de qué sirve que el déficit por cuenta
corriente tenga un superávit de 5.000 o 10.000 millones anuales, si
necesitamos más de 5.000 a la semana para refinanciar los vencimientos y
la deuda nueva?
Cinco años después de comenzada la crisis, la destrucción de empleo sigue creciendo,
igual que las pérdidas de renta y riqueza de los ciudadanos, y el
endeudamiento sube hasta las estrellas. A quienes ven luz al final del
túnel que Dios les conserve el oído, porque lo que es la vista…
(1)
He explicado por activa y por pasiva los descuadres brutales entre
cifras oficiales y realidad, algo que aparte de una estafa es un
auténtico insulto a la inteligencia, como, por ejemplo, que el PIB
oficial 2012 en euros constantes después de cinco años de crisis se
estime superior al de 2007. Pero en el tema del paro la situación
resulta más disparatada si cabe por las discrepancias abisales entre la
EPA y el paro registrado.
¿Cómo son posibles valoraciones de una misma
realidad tan increíblemente dispares? El incremento del paro en 2010,
medido por paro registrado, fue de 177.000 personas; medido por la EPA,
370.000. En 2011, el paro registrado subió en 320.000, según la EPA
577.000. En 2012, entre enero y septiembre, el paro registrado subió en
283.000, y en la EPA de 505.000. Y el último disparate: ¿Cómo es posible
que en diciembre haya bajado el paro registrado en 59.000 personas y a
la vez caído el número de cotizantes a la Seguridad Social en 99.000?
¡Una discrepancia de 158.000!
¿Se puede saber a qué se dedica Eurostat
tolerando tamaños fraudes estadísticos a sus miembros?
(fuente de EL CONFIDENCIAL)