domingo, 9 de diciembre de 2012

O HACEMOS LA REVOLUCIÓN EDUCATIVA O HACEMOS EL IDIOTA



 

Estuve ayer en Bilbao, en la promo de mi último libro. Muchas entrevista con profesionales muy buenos, de esos que previamente se han trabajado la conversación y con los que da gusto charlar un rato.
 
Todos, muy preocupados. Lo de la reducción del déficit les atosiga. Lo de que “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”, también. Porque, unos más y otros menos, piensan que no han vivido por encima de sus posibilidades. Es verdad que alguno hizo un viaje de novios que todavía está pagando. Y que otro se compró un piso pensando honradamente que lo podría pagar y que, cuando bajase el euríbor, también le bajaría el recibo de la hipoteca. (El pobre no miró lo de la cláusula suelo, cláusula túnel o como lo queráis llamar, que consiste en poner topes por arriba -si el euríbor sube por encima de no sé cuánto, no lo tendré en cuenta-, y por abajo -si llega a menos de no sé cuánto, miraré para otro lado-.)

Pero eso no es vivir por encima de las posibilidades. Es intentar vivir, simplemente, y cuando uno intenta vivir, se va de viaje de novios y se compra un piso.

Lo de que “esos” tienen la culpa, también se oye mucho. Lo de que nadie devuelve lo que robó, también. Lo de las pensiones. Lo del apretón que nos pega la señora Merkel en cuanto puede, también. Lo de los desahucios y los suicidios, más, mucho más, como es natural.

Una periodista me habla de la reforma de Wert. Me da la impresión de que, en cuanto a alguien le hacen ministro de Educación, su principal obsesión es hacer una ley porque, si no, no pasa a la posterioridad. La periodista, una chica joven, muy maja, que coincidió con un hijo mío en alguno de los cursos que mi hijo repitió en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, me habla de la importancia de que los chavales sepan euskera. (Mi madre era de Irún. Ni ella ni su hermano hablaban euskera -“vascuence”, le llamaban entonces-. Mis abuelos maternos, sí.)




Le digo que me parece fenomenal que la gente hable el idioma de su tierra, que lo estudie, que lo escriba, porque eso enriquece el amor a lo tuyo y, entre otras muchas cosas, es una forma de evitar que se pierda algo muy valioso. Pero le digo que no se me distraigan: que todos los chavales tienen que aprender inglés y hablarlo de corrido y pensar en inglés y coger un acento, el de Massachusetts o el de los cockneys de Londres, el que quieran. 

Cuando yo estuve en Harvard, solía ir a desayunar todos los sábados a un bar que había en Harvard Square. El camarero, un negrote grande, puso cara de no entenderme cuando le pedí por primera vez un “ham and egg special”, pronunciado palabra por palabra, correctamente, según pensaba yo. Al tercer intento, el camarero sonrió y dijo “Ah, ¿jamenecspechial?”. 

Así aprendí. Pero para eso, hay que estar en Harvard Square. O en Kentucky, donde seguro que lo pronuncian de otra manera. O en cualquier sitio en el que no haya un castellanoparlante o un euskeraparlante o un catalanoparlante o fablaaragonesaparlante con el que nos podamos desahogar en nuestro idioma cuando nos entre la llorera. En ese caso, a llorar en inglés. Porque el euskera, el catalán, y la fabla aragonesa, o el bable o el silbo gomero, son muy patrióticos, pero no sirven para comer. Mejor dicho, sirven para comer en esos sitios, pero como resulta que en esos sitios hay menos oportunidades de encontrar trabajo que en todo el resto del mundo y en todo el resto del mundo se entienden en inglés excepto en Latinoamérica, que se entienden en castellano, pues o aprendemos los idiomas que se necesitan para comer o pasaremos mucha hambre.



Tengo una ilusión: que en las escuelas de Cataluña el idioma vehicular sea el catalanocastellanoinglés y en las de Euskadi el euskeracastellanoinglés y así sucesivamente, incluyendo el silbo, si se considera necesario. Me encantaría que los profesores llegaran a clase y, sin avisar, la dieran en inglés, pasando al castellano en la clase siguiente y al catalán en la otra. O mezclando idiomas, que sería más divertido.

Quiero que todos los chavales de España sean chavales globalizados. Que no sean solo de San Quirico, porque en San Quirico te entiendes con todos, hables lo que hables. Pero cuando alguno de San Quirico se mueve por el mundo -y hay algunos que se mueven excepcionalmente bien, y, si no, que se lo pregunten a mi vecina Eva, que vende cuadros en Los Ángeles y en Seúl como los podía vender en Nueno, provincia de Huesca-, resulta que ese -esa en el caso de Eva- sabe inglés.

De paso, me gustaría mucho que esos chavales trilingües tuvieran una ortografía perfecta en los tres idiomas. Y digo esto porque recibo bastantes mensajes de chicos que me piden opinión para algún trabajo que les han encargado en el colegio o en la universidad y de algunos se puede decir que no dan ni una. Cuando hay que poner b ponen v, y viceversa. Y pasa  lo mismo con la h y sin la h, y con la g y con la j, olvidándose de que Juan Ramón Jiménez, que decidió olvidarse de la g y poner todo con j, era Juan Ramón Jiménez, Premio Nobel de Literatura, entre  otras cosas.

Por eso, no quiero más reformas educativas. Quiero una revolución educativa, que me forme chicos para trabajar en este mundo que, gracias a Dios, se nos ha hecho pequeño. Y o nos hacemos grandes para dominar el mundo pequeño, o nos hacemos pequeños para fracasar rotundamente y podernos ganar la vida en la acera de nuestra calle, vendiendo pipas.

Aprovechando la revolución, hemos de sacar gente bien educada. Y eso es responsabilidad de la familia. El colegio ayuda. Pero, copiando una frase mía, que, como me salió muy bien, la repito a todas horas, “si a mis hijos no  les enseño que escupir al prójimo está mal, ya puedo mandar al niño a Harvard, que volverá escupiendo en inglés -lo del inglés, en sí, sería una ventaja”.

Por eso, la revolución educativa exige unos profesores trilingües, bien educados, que sepan que ellos no educan, sino que ayudan a los padres a educar, y que, o les gusta su profesión, que es muy dura, porque aguantar a unos cuantos mozalbetes es muy pesado, o que se dediquen a otra cosa, que, como sabrán inglés, podrán encontrar empleo por el mundo.


O sea que, José Ignacio: olvídate de esta reforma y haz una revolución. Y seguro que Irene, la Consellera d'Ensenyament en funciones de la Generalitat catalana, no se irá de la reunión y hasta se interesará por lo que digas. (Por cierto: José Ignacio, tú eres uno de los ministros bocazas, lo cual no es pecado, pero puede molestar tontamente y las cosas no están para molestar, ni tontamente ni con inteligencia.)

Profesores: si yo fuera ministro de Educación, que nunca lo seré, lo ibais a tener crudo, porque os pondría un listón tan alto que tendríais que sudar. (Manolo, un profesor al que conozco desde hace años, se saltaría el listón a la primera, y le sobrarían dos palmos. Y, gracias a Dios, no es el único.)

Chicos de todas las edades: si no pensáis que hay que ir a por la excelencia, no a pasar como se pueda, o sea, a sacar un 6,5 sobre 10 porque sois la mejor nota de la clase (o sea, sois el mediocrito rey en una clase de mediocres), si no pensáis que hay que tener eso que ahora se llaman valores, que vuestras abuelas los llamaban de otra manera (buena educación, honradez, lealtad, sinceridad, ayuda a los demás, y así), mejor que os quedéis en casa y que atribuyáis todo lo malo que os sucederá en la vida (que será mucho) al alcalde de vuestro pueblo o, si pensáis en grande, al presidente de vuestra comunidad autónoma o, si pensáis en más grande (cosa que dudo) al presidente de la nación. Y ahí os pararéis, porque ni sabréis que existe la Unión Europea.

P.S.,

He dicho que el camarero de Harvard Square era un negrote y lo repito con todo cariño y todo respeto. Ya sé que ahora hay que decir que era de color, pero aquel era negro. Como el betún. Lo mismo que yo soy blanco. Como la leche.
Las cosas son como son.

Fuente:  Leopoldo Abadía.
              http://www.cotizalia.com


En España sobran más de 350.000 políticos mantenidos por el Estado

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Francisco Rubiales.- Si España eliminara los políticos mantenidos por el Estado que le sobran, no serían necesarios la mayoría de los recortes, ni padecerían la sanidad y la educación y, además, no se hablaría de rescate. Nuestro mayor problema como país y como economía es la inmensa manada de políticos que nos obligan a mantener.

Alemania, con 81.702.329 Habitantes tiene 150.000 políticos mantenidos por el Estado y España, con 47.190.493 habitantes tiene 445.568 políticos a cargo del erario público

Si aplicamos a España el modelo alemán y hacemos una regla de tres simple, a nuestro país le correspondería mantener a 86.638 políticos, lo que le permitiría ahorrar cantidades inmensas de dinero, más que suficientes para que lo peor de la crisis desapareciera o al menos dejara de ser tan terrible y dañina:

El ahorro de Políticos en España, con la proporción alemana aplicada, sería de 358.929 políticos, cantidad que surge de restar a los 445.568 existentes los 86.638 que deben existir.

Teniendo en cuenta los sueldos medios que cobra esa inmensa legión de mantenidos innecesarios, el ahorro anual sería de aproximadamente 30.000 millones de euros.

Si se aplicara la proporción lógica de políticos en España no serían necesarios los recortes en sanidad y educación y ni siquiera se pensaría en rescate alguno.

Los que sobran son ellos. España está asfixiada por una inmensa marea de vividores que no aportan nada, exprimen la economía de la nación y generan una ruina atroz.

En lugar de admitir que el país está infectado de políticos y asfixiado por el enorme costo que esa marea conlleva, el gobierno se niega a reducir el número de parásitos y de las instituciones y empresas inútiles que los albergan, prefiriendo con ignominia freír a los ciudadanos con impuestos y realizar recortes dramáticos en sanidad, educación y otros servicios básicos, toda una injusticia antidemocrática y cargada de indecencia.

http://www.alertadigital.com/2012/12/07 ... el-estado/

El PP enchufó en la dirección de Paradores a familiares y amigos meses antes del ERE



El PP enchufó en la dirección de Paradores a familiares y amigos meses antes del ERE
Ángeles Alarcó, actual presidenta de Paradores

El vendaval de la crisis también ha sacudido a la empresa pública Paradores de Turismo, que acaba de presentar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que amenaza con dejar en la calle a casi 650 trabajadores. A salvo queda la dirección de la compañía, copada por familiares y amigos de altos cargos del Gobierno y el PP colocados en los últimos meses, muchos de ellos recién llegados al sector turístico. Paradores afirma que el ERE es "inevitable" debido a que la plantilla está "sobredimensionada y muy alejada de los estándares del sector".

La empresa asegura que su situación financiera es "insostenible". A la caída de la demanda -el índice de ocupación ha pasado del 70% antes de estallar la crisis, en 2007, a un 52% este año- se unen unas pérdidas acumuladas de 77 millones de euros hasta 2011, que podrían alcanzar los 139 millones en 2013 "de no tomar medidas". Éstas pasan por el despido de 644 trabajadores -el 15% de la plantilla- y el cierre de siete paradores de la red, creada en 1928 y formada actualmente por más de 90 establecimientos hoteleros.

La primera en desembarcar fue la actual presidenta de la compañía, Ángeles Alarcó, ex mujer de Rodrigo Rato e íntima amiga de Esperanza AguirreGela, como la conocen los más cercanos, había trabajado hasta entonces a las órdenes de la ex presidenta madrileña como directora general de Turismo de la Comunidad de Madrid. Tras su separación de Rato, después de más de 10 años de matrimonio y tres hijos en común, Alarcó fue fichada por Aguirre como asesora de la Presidencia.

Su jefa de Gabinete en Paradores es Águeda Areilza Carvajal, nieta de José María de Areilza, uno de los padres fundadores de Alianza Popular -la precursora del actual PP-, mano derecha de Manuel Fraga y primer ministro de Asuntos Exteriores de la Transición. Pero el fichaje de Águeda Areilza ha sido de los pocos decididos personalmente por Alarcó; el resto de los cargos directivos le han sido impuestos desde arriba por altos cargos del Gobierno y el partido.

Montoro, Soria, Cospedal...
 
Así, el director general y número dos de la compañía, Juan José Zaballa, es un viejo conocido del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Zaballa ha llegado a Paradores tras cesar como responsable de la Fundación Empresa y Crecimiento, dedicada a la creación y gestión de fondos de capital riesgo en América Latina. Antes fue presidente de la sociedad estatal Cofides, para el fomento de las inversiones en el exterior de empresas españolas -siendo Montoro secretario de Estado de Hacienda durante el primer Gobierno de José María Aznar- y subdirector general de Fomento Financiero a las Exportaciones.

El secretario general de Paradores, Rafael Lemes, ha aterrizado en el cargo de la mano de su mentor político, José Manuel Soria. El actual ministro de Industria, Energía y Turismo le fichó en 2003, siendo presidente del Cabildo de Gran Canaria, como consejero de la corporación insular, gobernada por el PP. Como directora de Recursos Humanos de Paradores figura Teresa Cervera, hermana del secretario del Congreso de los Diputados y ex presidente del PP de Navarra, Santiago Cervera.

La nueva responsable del Área Operativa y Comercial es María José Sepúlveda, íntima amiga de la secretaria general del PP y presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal. Antes de incorporarse a la cúpula de la compañía, Sepúlveda era directora del Parador de Toledo. La nómina de afines al partido en el poder se completa con Ramón Ongil, director de Comunicación y hermano de la vicesecretaria general del PP de Madrid y senadora, Gádor OngilEstefanía Gómez, directora de Ventas y Marketing, y Sandra Gutiérrez, responsable de Explotación, ambas fichadas en su día por Aguirre para la Comunidad de Madrid.

Pero el de Paradores no es, ni mucho menos, un caso aislado. El catálogo de enchufados del PP, formada por hijos, hermanos, cuñados, esposas, amigos y conocidos de ministros, secretarios de Estado y altos cargos del partido, es casi inabarcable. Igual que la lista de sus padrinos, que va desde la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, al director de la Oficina Económica de La Moncloa, Álvaro Nadal, pasando por el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, o el ex ministro Eduardo Zaplana, entre otros muchos.
 
Fuente: EL CONFIDENCIAL

sábado, 8 de diciembre de 2012

Los Presupuestos de 2013 destinan 2,9 millones a fundaciones de partidos políticos


 


Una acción mas que representa la forma de autoprotección de la clase política en su propio beneficio y en contra del pueblo que dice "gobernar, una prueba insostenible para tapar privilegios en la antesala de una legítima rebelión de la sociedad que no necesita mas justificación para conseguir frenar tanta ignominia.




viernes, 7 de diciembre de 2012

LA LOCURA DE USAR A LOS NIÑOS EN LOS CONFLICTOS


Estamos rodeados de MENTIRAS. Cuando "algunos miserables" en nombre de ideales políticos rastreros, necesitan acudir a la fuerza de las armas para con seguir lo que no pueden con las urnas reclutan a niños       fácilmente "manejables"...

En un nivel mas inferior en la degradación humana, hay quienes utilizan su mano de obra en beneficio de esas mafias chinas con cuyos costos y precios de venta, nuestros comerciantes no pueden competir.

Se aproximan las Navidades, y aun cuando la crisis nos atenaza, muchas familias compraran juguetes y "los chinos harán su agosto" aportando sus beneficios a un Imperio que sigue exportando también un "sistema basado en la explotación de los mas débiles"...

No muy lejos en Oriente, posiblemente ya no brille ninguna estrella y el fulgor de los misiles iluminará muchas lágrimas de niños que han sustituido sus juguetes por metralletas fabricadas en Occidente, donde también somos cómplices.

Que estas Navidades no apaguen mas las esperanzas de nuestro pueblo que también sufre, y al menos demos gracias que en nuestro país estén desterradas esas prácticas que nos hieren.

Dario Pozo Ruz, desde Valdepeñas.

Bruselas estima que los pisos en España deben tener un descuento del 75%


FRENTE AL 54% QUE CALCULA EL 'BANCO MALO'



Las valoraciones que ha utilizado la Comisión Europea para calcular las ayudas públicas a la banca española estiman unos descuentos muy inferiores a los utilizados para fijar los precios de transferencia al 'banco malo' (Sareb). Si la media era del 50% para todos los activos traspasados en el diseño del vehículo, Bruselas estima que para llegar a precios de mercado este porcentaje debería irse hasta el 72%. Extrapolando las proporciones de crédito promotor y de inmuebles adjudicados del balance de Sareb, se puede estimar que para estos últimos el recorte alcanza en torno al 85%, y concretamente el 75% en el caso de los pisos terminados.

Así se desprende de las cantidades estimadas por la Comisión en concepto de ayudas públicas, hasta llegar a un total de 67.000 millones. El Confidencial informó la semana pasada de que la diferencia entre esos 67.000 y el dinero que van a recibir efectivamente los bancos se debe a que los descuentos aplicados por el 'banco malo' son superiores a los que Bruselas considera de mercado; y cualquier cantidad entregada por encima de precios de mercado se considera ayuda de Estado, según la normativa comunitaria.

En concreto, hay 18.000 millones de ayudas públicas atribuibles a esta diferencia entre los descuentos de mercado y los de Sareb, una vez restados de los 67.000 millones los 37.000 otorgados por Europa a las cuatro entidades nacionalizadas -BFA-Bankia, CatalunyaCaixa, NovaGalicia y Banco Valencia- y los 12.000 que les ha inyectado hasta ahora el FROB. Contando con que el descuento medio aplicado por la Sareb es del 50% y con que se han traspasado 40.695 millones netos por estas cuatro entidades, se puede calcular que el descuento implícito en las ayudas de Estado calculadas por Bruselas es del 72%.

Teniendo en cuenta el porcentaje de activos que suponen el crédito promotor (34.900 millones netos tras los descuentos del traspaso a Sareb, incluyendo sano y moroso) y los inmuebles adjudicados (9.500 millones), los cálculos realizados por varios expertos concluyen que los descuentos implícitos en la valoración de Bruselas llegan al 67%-68% en el primer caso y hasta el 85% en el segundo. Si aplicamos el desglose por tipos de activos, estos cálculos estiman que los descuentos utilizados por la Comisión serían del 95% para el suelo, del 90% para las promociones en construcción y del 75% para el producto acabado.



Según las fuentes consultadas, la referencia que ha tomado Bruselas son precios "de liquidación", es decir, lo que se podría obtener si hubiera que vender todos estos activos de golpe ahora mismo, en vez de durante 15 años como prevé el plan de negocio del 'banco malo'. Esos precios de derribo "no tienen sentido", según estas fuentes, ya que no se van a materializar y, por tanto, no reflejan realmente el mercado. 

"El valor de mercado que toma Bruselas para este ejercicio tiene que ser inferior al valor adoptado por Sareb; de lo contrario, las entidades venderían los activos en mercado en vez de traspasarlos. Pero no ha tomado un valor real de mercado, sino de una situación de crisis en la que se inunda el mercado vendiendo todos los activos a la vez", explican fuentes del Banco de España.

Descuentos teóricos

Por tanto, estas ayudas de Estado no son más que un mero apunte contable, son ayudas teóricas o ficticias porque no se van a entregar realmente a las entidades, sino que proceden del ejercicio de valoración citado. Por ello, no tienen impacto en el déficit ni en la deuda públicos. El importe efectivo de las ayudas es el del rescate más las inyecciones del FROB, pero esta actitud de la Comisión ha sembrado la inquietud en todo el sector financiero español porque se suponía que los descuentos del banco malo estaban pactados con la troika.

El grueso del desfase entre las ayudas reales y las calculadas por la Comisión corresponde a BFA-Bankia, para la que Bruselas calcula ayudas por 36.000 millones, cuando esta entidad va a recibir 22.424 (los 17.959 del rescate europeo más los 4.465 que recibió del FROB 1 en forma de préstamo y que se convirtieron en capital con su nacionalización en mayo). Para CatalunyaCaixa, el cálculo es de 14.000 millones, frente a los 12.052 efectivamente percibidos (9.084 del rescate más 1.250 del FROB 1 y 1.718 del FROB 2 en forma de capital, de ahí que sea pública). En el caso de Novagalicia, el comisario europeo Joaquín Almunia calcula 10.000 millones en ayudas, cuando recibirá 9.052 (5.425 de Europa más 1.162 del FROB 1 más 2.465 del FROB 2). En el caso de Banco Valencia, la estimación europea es de 7.000 millones, y las ayudas reales de 5.500 (4.500 del rescate y 1.000 del FROB cuando fue intervenida).
 
Fuente:  de EL CONFIDENCIAL
 
COMENTARIO: Ya pueden bajar los srs. banqueros el precio de venta de tantas viviendas construidas que se está deteriorando. Yo que vivo en un apartamento de alquiler...NI LOCO, compraría nunca a estos farsantes inmueble alguno... El criterio de la Comisión Europea es muy aplaudible y debería estar vinculado a esos inmerecidos rescates de la Banca. 
 
Dario Pozo Ruz desde Valdepeñas.
 
 

jueves, 6 de diciembre de 2012

¡Esta Constitución ya no sirve!

 




Bueno, tampoco nos pongamos melodramáticos: digamos que sirve, pero con reparos. 
 
Hoy, 6 del XII de 2012, se cumplen 34 añitos de nuestra Carta Magna, o sea, que ya no es una jovencita y necesita rápidamente un cambio de look. Esta moderna Pepa, que nació de un coito imposible entre la izquierda y la derecha de este país, ha sido, sin lugar a dudas, uno de los grandes logros de nuestro mejor rostro como españoles, ese que nos presenta como gentes capaces de entendernos, de comprendernos y de convivir aceptando la pluralidad y la diversidad de una nación muy, pero que muy diferente a otras de nuestro entorno. Por eso se la llamó la Constitución de la Concordia, porque pocas veces en nuestra Historia hemos sido capaces de caminar tan juntos, tan unidos, en una misma dirección. 
 
 
 
Por delante de sus ojos han pasado un travesti perdido, un guardia pendenciero, pelos colorados, chinchetas en los cueros, rockeros insurgentes, modernos complacientes, poetas y colgados, aires de libertad… Nos abrió las puertas a todo lo que se nos había prohibido durante cuarenta años y nos sirvió de excusa hasta para el exceso. Pocos países podrán decir que han tenido y tienen tanta libertad como ha habido aquí desde que naciera nuestra querida Constitución con los primeros fríos del invierno de 1978.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Pero de los tiempos del canuto, los minis, la movida y el Rey del Pollo Frito, de aquellos años del R-5, los conciertos de Secretos en el Honky Tonk, los vaqueros ceñidos marcando paquete y las plataformas inmortales de las chicas de Abba, del saca el güisqui Cheli y de Pepi, Lucy, Bom y otras chicas del montón hemos ido progresando y cambiado el 600 primero por el Golf y después por el BMW serie 1, y hemos dejado de hablar y ligar a la vez en las cabinas de teléfono a llevar en el bolsillo, primero, unos armatostes que nunca tenían cobertura, pero que empezaban a darnos algo más de independencia y, después, unos smartphones y tablets que supuestamente resuelven todos los problemas de nuestra vida cotidiana para acabar manteniendo eternas conversaciones en grupo a través del whatsapp sin vernos las caras.  




Sin duda el modelo territorial es lo que en estos momentos más necesita una reforma en profundidad, una nueva puesta en común de los principales partidos políticos para corregir los defectos de un modelo de descentralización que ha funcionado bien, pero con enormes carencias que hoy se han demostrado muy nocivas para el país en su conjunto




Sí, la sociedad ha cambiado. Ha ido cambiando, y mucho. De veranear en el pueblo de los abuelos pasamos al apartamento en Denia, y de ahí a las vacaciones en un spa de lujo en el Caribe. Pero mientras nosotros íbamos progresando, nuestra querida Constitución seguía cumpliendo años sin adaptarse a los tiempos y, ya con la treintena, seguía vistiendo pantalón vaquero y camisa de cuadros y bailando al ritmo de Fórmula V, cuando lo que empezaba sonar en las discotecas de moda era un joven David Guetta y el futuro nos anunciaba ya cosas que solo un par de años antes nos parecían imposibles.

 Y si la Constitución se iba quedando atrás, también lo hacían aquellos que, supuestamente, eran los encargados de cuidarla, de vestirla, de limpiarla, de prepararla para seguir siendo útil a una sociedad en permanente ebullición. 

Las leyes no son inmutables, ninguna lo es, y tampoco lo es una Constitución por más que sea nuestra Ley de Leyes. A nadie se le escapa que muchos de los pasos adelante que se dieron entonces, ahora son o pueden ser pasos atrás. Sin ir más lejos, en una sociedad que ha aceptado e interiorizado de manera total y absoluta la igualdad de sexos en todos los órdenes de nuestra vida, es un anacronismo que la Carta Magna siga haciendo prevalecer al hombre frente a la mujer en la sucesión al trono

De hecho, desde mi particular punto de vista, el trono mismo es una reliquia del pasado que habría que conjurar, pero sin llegar tan lejos y, si la sociedad acepta mantener la actual estructura del Estado, es cierto también que en el futuro la monarquía requiere un lavado de rostro que pasa por abandonar alguno de los privilegios que la propia Constitución le otorga, y ese es un trabajo que corresponde abanderar al hoy príncipe de Asturias

Obviamente, no es lo único. Sin duda, el modelo territorial es lo que en estos momentos más necesita una reforma en profundidad, una nueva puesta en común de los principales partidos políticos y un esfuerzo por el consenso para corregir los defectos de un modelo de descentralización que ha funcionado bien, pero con enormes carencias que hoy se han demostrado muy nocivas para el país en su conjunto. 

El propio sistema político ofrece hoy una imagen paupérrima, acosado por los escándalos consustanciales a un exagerado partidismo que ha llevado a la clase política a distanciarse de tal modo de la sociedad civil que hoy podríamos decir que hay dos Españas: una, la que se va a encerrar en el Palacio del Senado para glorificar un sistema que les permite seguir viviendo fuera de la realidad; y, otra, la que afronta en la calle el duro invierno de la soledad, sufriendo el impacto cruel de una crisis brutal que se ha llevado por delante millones de ilusiones y de esperanzas. 

Hace falta un cambio. Un gran cambio político que permita a la sociedad volver a recuperar la confianza en su clase dirigente, y eso empieza por reformar una Constitución que hoy cumple 34 años, pero que parece que tuviera más de cien.