miércoles, 19 de septiembre de 2012

Carta del Rey en la web de la Casa Real





"No soy el primero y con seguridad no seré el último entre los españoles que piensa que en la difícil coyuntura económica, política y también social que atravesamos es imprescindible que interioricemos dos cosas fundamentales.

La primera es que solo superaremos  las dificultades actuales actuando unidos, caminando juntos, aunando nuestras voces, remando a la vez. 


Estamos en un momento decisivo para el futuro de Europa y de España y para asegurar o arruinar el bienestar que tanto nos ha costado alcanzar. 

En estas circunstancias, lo peor que podemos hacer es dividir fuerzas, alentar disensiones, perseguir quimeras, ahondar heridas. No son estos tiempos buenos para escudriñar en las esencias ni para debatir si son galgos o podencos quienes amenazan nuestro modelo de convivencia. Son, por el contrario, los más adecuados para la acción decidida y conjunta de la sociedad, a todos los niveles, en defensa del modelo democrático y social que entre todos hemos elegido.

La segunda es que, desde la unión y la concordia, hemos de recuperar y reforzar los valores que han destacado en las mejores etapas de nuestra compleja historia y que brillaron en particular en nuestra Transición Democrática: el trabajo, el esfuerzo, el mérito, la generosidad, el diálogo, el imperativo ético, el sacrificio de los intereses particulares en aras del interés general, la renuncia a la verdad en exclusiva.

Son esos los valores de una sociedad sana y viva, la sociedad que queremos ser y en la que queremos estar para superar entre todos las dificultades que hoy vivimos".



www.casareal.es

FANATICOS DE CATALUÑA: ¡ Ya está bien !




No queréis daros cuenta que España siempre ha contado con vosotros y especialmente en los años de democracia tras el franquismo...

Ahora queréis abandonar el barco, como un capitán araña – eso sí que habla catalán aunque sus padres sean extremeños o andaluces – y como buen pirata solo busca un botín disfrazado de palabrerías . 

Somos muchos mas los españoles que no vamos a consentir secesiones, incluso en coherencia con compromisos formales – ya muy antiguos pero vigentes -.

Seguir engañando a tantos inmigrantes de otras regiones o del extranjero, dilapidando euros montando “embajadas” fantasmas, y sacando al gobierno central privilegios económicos despreciando al resto de los españoles que consideráis inferiores. 

Nunca olvidaré a unos guardias urbanos, que en las Ramblas detuvieron mi coche, y tras pedirme toda clase de documentos y pruebas del funcionamiento del vehículo, al final descubrieron que no portaba gafas de repuesto y me denunciaron. Eso sería muy legal...pero uno de los guardias comentó al otro en un catalán que entiendo perfectamente: 

¡Por fin pillamos al castellano! … Anécdota que siempre me hecho comparar esta acción con un espíritu nazi que afortunadamente no es general en Cataluña. 

Víctor Amela, periodista, este viernes en La Vanguardia ( no necesita comentario ) : ‘Le ha tocado lío esta semana al cantante Gerard Quintana, tras verle hablando castellano con su esposa e hijos en su casa de Ibiza. ¡Debate, escándalo!: ¿puedes ser independentista si hablas en castellano en casa? No está claro, según veo.

Lo siento por Gerard Quintana, al que ahora tildan de traidor, independentista oportunista, mercantilista, facha y hasta pedófilo. Y no veo a nacionalistas defenderle mucho.

Así las cosas, encuentro peligroso promover una Catalunya independiente: es muy de temer que acabase secuestrada por talibanes, fanáticos, reaccionarios y piratas que revisten con la cuatribarrada sus totalitaristas concupiscencias. Como esos que insultan a Gerard Quintana por permitirse ser hombre libre’.  

Comentario desde el CEAM CLM

martes, 18 de septiembre de 2012

ANTE EL 25 DE SEPTIEMBRE

Rosa Díez comparte la reflexión del rey porque la unidad de espana es “clave” para la igualdad de los ciudadanos

Leemos en la web de upyd.es
MADRID, 18 (SERVIMEDIA)

La portavoz de UPyD en el Congreso de los Diputados, Rosa Díez, aseguró este martes que comparte la reflexión del Rey porque la unidad de España es "clave" para garantizar la igualdad de todos los ciudadanos. 

Rosa Díez subrayó el "calibre" del mensaje que la Casa Real ha publicado en su web, en el que ve una prueba de que el Rey tiene "la información" sobre la crisis y "la conciencia" sobre sus dimensiones. 

Cree que el Rey es plenamente consciente de que la crisis política que vive España tiene "dimensiones importantes" que requieren una actuación política "adecuada". 

Agradeció por ello al monarca la demostración de que "no cabe mirar para otra parte" y hay que "actuar", y aseguró además que comparte el contenido de la carta. 

Argumentó, en ese sentido, que la unidad de España no es sólo una apelación a un sentimiento sino que es "clave" para garantizar la igualdad de todos los ciudadanos, "incluidos los catalanes", ya que se trata de una respuesta directa a las pretensiones anunciadas por el presidente de la Generalitat, Artur Mas. 

Rosa Díez cree que con esa carta el jefe del Estado ha demostrado tener un "realismo" que echa en falta en muchos dirigentes políticos.

EL SR. ALCALDE DE VALDEPEÑAS Y SUS INGENIOSOS INVENTOS



"Esta ultima semana nos sorprende con una lujosa carta en que anuncia una subida del impuesto sobre nuestras viviendas, aprovechando para culpabilizar al Gobierno Central de tal subida, pero confusamente explicando que el Ayuntamiento no repercutirá toda la subida al contribuyente ( olvidando, claro está sus subidas el año pasado )... ¿ Para esto se gasta el presupuesto en buzonear y confeccionar una carta que debería haberse ahorrado?

Si hablamos de dilapidar, veamos las concesiones en trabajos informáticos, bases de datos para registros municipales, página web, etc, escandalosos cuando el propio Ayuntamiento dispone de informáticos que podríamos sacarles mas partido ahorrando miles de euros que se van a tirar a las arcas ¿ de quién ?

No vemos ninguna austeridad en ciertos gastos, aunque en disminución de servicios sociales desde luego, no hay mas que visitar tantos centros cerrados, que tendremos que pedir las ONG para poder servir voluntariamente a un pueblo que parece no quiere darse cuenta todavía que este ayuntamiento está montado en la pantomima y en el figureo."

CORRUPCIÓN DEL PODER





"Decía Aranguren (Ética y Política) que la - realidad está constituida por la estructura y el funcionamiento del poder, entendiendo el Poder como estado o gobierno- ...Una fuerza que no debe ser ciega, sino orientada a la consecución de un fin, que en el día de hoy los ciudadanos no perciben que las políticas sirvan a sus  necesidades, mas bien a perpetuar unos clanes que priorizan la defensa de sus intereses como clase política que no soporta la crisis, que sí recae en los funcionarios y obreros, desempleados, jóvenes y pensionistas.

Todo lo que viene ocurriendo en España en los últimos años, es la rúbrica exacta de que el poder corrompe, y el poder mayoritario y absoluto, corrompe absolutamente.

Nuestros parlamentarios parece que se han convertido en un sindicato en el que prima la defensa del interés de los parlamentarios, que para mantenerse en su puesto exhiben con lucimiento aptitudes oratorias, haciendo uso del hablar por hablar...

Concejales de Ayuntamientos y Diputados Autonómicos o de Diputaciones, manifiestan sus beligerantes discursos, pero cuando se trata de temas referidos a sus salarios llegan a acuerdos siempre favorables para sus bolsillos.

Que no nos hablen de crisis sus señorías,  con los elevados ingresos, dietas y coches oficiales que disfrutan, y bajen a escuchar al pueblo llano, la opinión que se merecen.

Ese espíritu parlamentario que tan bien describe Aranguren, tiene que transformarse de - retórico - en - técnico -, pues aunque el Parlamento subsista, ese parlamentarismo que criticamos - o régimen político de supremacía del Parlamento... ha tocado a su fin.

Tener unos partidos - hoy cuestionables por muchos que les consideran prescindibles - por causa del tipo de políticas que practican ( ni siquiera tienen ya ideología )   nos arriesgaría por supresión a la vuelta de las camarillas de antaño.

Sus afanes de poder y acumulación de prebendas a - los suyos - les ha llevado a crear monstruos sobre-organizados en búsqueda exclusiva de un poderío que nos ha hundido.

Si la democracia no se sitúa posicionada en función del desarrollo económico de nuestra nación, y los ciudadanos no participan de la renta nacional, ni se les - rescata - como a los bancos -, nos sentimos pobres e inseguros y la democracia empieza a dejar de interesarnos" .

Darío Pozo Ruz.
CEAM.


miércoles, 5 de septiembre de 2012

LAS QUIEBRAS DE ESPAÑA EN LA HISTORIA


Artículo extraído de invertia.com y escrito por Ramón García.

    

¿Puede España entrar en bancarrota? Quizás. De hecho tiene el honor de ser el primer país de la Historia en arruinarse. La última vez que suspendió pagos fue el siglo pasado tras la Guerra Civil y desde finales del siglo XVI no ha podido hacer frente a sus deudas en más de una decena de veces. Felipe II fue el primero en presentar un `concurso de acreedores´ y los últimos volúmenes de deuda y el fuerte desempleo han vuelto a despertar los fantasmas de la quiebra.

Las finanzas españolas siempre se han movido en el terreno de las bancarrotas. La falta de emprendedores ha hecho que la mayor parte de las infraestructuras siempre haya ido al cargo de la Hacienda Pública. Gastos que no siempre se han visto compensados por la parte de los ingresos y que han llevado a una media de casi una quiebra cada 50 años, aunque se han vivido periodos muy tranquilos.

Primero fue el alto coste de las empresas bélicas hispanas, desde Filipinas hasta las Indias. Más tarde, la Guerra de Independencia y la pérdida de las colonias –las gallinas de los huevos de oro y plata-. Luego, las luchas entre conservadores como Cánovas del Castillo y progresistas como Sagasta fueron las que no permitieron el equilibrio de las finanzas. Finalmente, fue la Guerra Civil la que llevó de nuevo la suspensión de pagos a la economía española.

El concepto de deuda, tal y como se entiende hoy en día, lo crea Carlos I de España y V de Alemania. A la muerte de su abuelo Maximiliano I, en 1519, compite con el rey de Francia, Francisco I, por ser elegido Rey de los Romanos. El prestamista de su abuelo, Jakob Fugger (Jacobo Fúcar como se le conocía en España), se compromete a sufragar su elección entre los príncipes germanos con tal de cobrar las deudas pendientes de su abuelo y las nuevas que asumía el joven rey.

Una lucha que termina con Carlos como Emperador del Sacro Imperio Romano pero con una fuerte deuda con Fugger. A su muerte, el banquero amasaba una fortuna de 2,1 millones de florines, unos 125 millones de euros en la actualidad –una cantidad considerable para la época-.

El Emperador tuvo que firmar unos “Asientos” –obligaciones de hoy en día- a Fugger en los que se estipulaba el dinero a devolver y los intereses. Además, se utilizaban las minas de oro, plata y sal y los impuestos que se cobraban en Castilla como avales en caso de no pagarse la deuda. Comenzaba así la historia de la Deuda soberana.

 Una deuda que fue creciendo al ritmo que crecía el Imperio Español. Se necesitaba dinero para batallas, para apaciguar revueltas y para seguir conquistando Las Indias. Préstamos que estaban asegurados por el poderío español y que habrían tenido calificación triple A de existir las agencias de calificación. Nadie dudaba del Imperio Español.

Los problemas llegaron con el ascenso al trono del hijo de Carlos I, Felipe II. Mantener un Imperio en el que “nunca se pone el Sol” no es barato. La Corona seguía endeudándose para mantener sus conquistas de ultramar. Finalmente, Felipe II al poco tiempo de comenzar a reinar se vio obligado a declarar la “suspensión de pagos de los asientos”: la primera quiebra de un Estado.

Una ruina que vino provocada por la construcción de un estado y por la hiperinflación. Felipe II articuló un estado cada vez más centralizado que costaba dinero, para ello desarrolló impuestos y una Hacienda. Tasas que no se cobraban ni al clero ni a los nobles, lo que hizo estallar la caja del dinero. Pero además, las cuentas públicas se vieron muy perjudicadas por la fuerte inflación que castigó al grano y a las tierras debido a las ingentes cantidades de oro que llegaban de América. Similar a los problemas que puede provocar darle a la máquina del dinero en la actualidad.

Con ese panorama, Felipe II sólo pudo suspender los pagos y comenzar a reestructurar su deuda. El monarca acordó con algunos prestamistas devolver sólo los intereses y olvidar el principal, con otros alargó el plazo de devolución del préstamo. Condiciones que los banqueros tuvieron que aceptar si querían recuperar algo del dinero prestado y que terminó con los Fugger arruinados, ya que Felipe II llegó a suspender los asientos –bancarrota-hasta tres veces.

Esa dinámica de préstamos e impagos recorrió los siglos XVII y XVIII. En cinco ocasiones, a lo largo de los dos siglos, se suspendieron los asientos o se renegoció la deuda –reestructuración que algunos expertos no descartan que tenga que hacer Grecia, aunque en la actualidad el plan de estabilidad del euro ha ahuyentado esos fantasmas-. Las continuas bancarrotas de España habrían convertido su deuda en bono basura si Moody´s o Fitch la hubieran calificado.

Hizo falta que llegara un francés, Philippe de Bourbon para poner orden a las finanzas españolas. Tras la Guerra de Sucesión, reinó como Felipe V desde 1700 hasta 1746 y articuló un estado moderno con funcionarios. A la vez retomó el comercio con América y elaboró una Hacienda con impuestos para financiar el nuevo estado.

Fernando VI siguió la estela de su padre y hasta Carlos III no se ve una innovación: el Banco de San Carlos. Una entidad encargada de convertir los vales reales y de descontar los efectos al 4%, contratar los suministros militares y pagar la deuda exterior. En un principio se pretendió que el capital privado entrara en el banco, pero los inversores no vieron negocio. La entidad cargada de deudas sobrevivió hasta 1829 cuando fue absorbida por el Banco de San Fernando.

 El siguiente problema con la deuda española vino a finales del siglo XVIII. La decisión de Carlos IV de ir a la guerra contra Francia por haber cortado la cabeza a Luis XVI y a María Antonieta supuso la ruina de las finanzas patrias. La emisión desmesurada de vales reales terminó por llevar a la suspensión de pago de los intereses.

Los problemas franceses terminaron en la Guerra de Independencia que supuso una merma considerable del arca pública. Un gasto que ya no veía venir oro desde el otro lado del Atlántico, ya que cada vez eran más los territorios de ultramar que proclamaban su independencia. Un déficit crónico al que tuvo que enfrentarse Fernando VII durante todo su reinado y que fue punto de partida del siglo más difícil para las finanzas españolas: el XIX.

El s.XIX y la falta de una revolución industrial

 El siglo XIX dejó patente la falta de iniciativa empresarial que terminó por dejar yermas las arcas del Estado. En un país con continuos golpes de Estado, pronunciamientos militares y demás peleas (absolutistas contra liberales, isabelinos contra republicanos,…), se hacía necesaria una revolución industrial que no se produjo y que sufragó el Estado.

El ferrocarril dinamitó las finanzas españolas y obligó a Isabel II a hacer más atractiva la deuda subiendo su rentabilidad, ya que los banqueros desconfiaban de los españoles. Un déficit que terminó en convertirse en impagos a las empresas que habían construido el ferrocarril y a los bancos que lo habían financiado. Una situación que provocó una quiebra en cadena que terminó con casi la mitad de las entidades financieras que había en el país. Tal fue el descontento de la sociedad que la Primera República se recibió con júbilo.

La primera parte del siglo XX fue tranquila hasta la llegada de la Guerra Civil. Ésa fue la última vez, hasta el momento, que España entró en default. Una deuda que se quedaron sin cobrar los prestamistas del bando perdedor, el Gobierno Republicano, ya que el general Franco sí reconoció su deuda. Según estimaciones, el Generalísimo debía 14.000 millones de pesetas al terminar la Guerra Civil. Los programas de Posguerra y la tecnocratización de la Dictadura terminaron poco a poco con los déficit. La posterior apertura al turismo terminó por llevar el superávit y las divisas extranjeras a las cuentas de España.


 Sólo Grecia y sus problemas con la deuda han hecho despertar los fantasmas de la quiebra en España. Temores que parecen alejarse tras el plan de defensa del euro y el recorte del gasto propuesto por el presidente de Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero (*). Pero si alguien tiene algo que decir en esto de la deuda es España, el primer país en crear bonos y el primero en entrar en bancarrota.

(*) Incrementados por el Gobierno actual del PP.

Monarca Año    
Felipe II 1557 Suspensión de asientos Las diversas empresas bélicas hacen quebrar las cuentas
1575 Suspensión de asientos
1597 Suspensión de asientos
Felipe III 1607 Renegociación asientos  
Felipe IV 1647 Suspensión de asientos Sólo Castilla colaboraba económicamente, el resto de reinos se mostraron reticentes a colaborar
1652 Suspensión de asientos
1662 Suspensión de asientos
Carlos II 1666 Suspensión de asientos  
Carlos IV 1799 No se pagan los intereses  
Fernando VII 1914-1820 Déficit España viene de la Guerra de Independencia y durante la Restauración absolutista se hace difícil mantener el equilibrio presupuestario
Isabel II 1866 Quiebra de la deuda El coste de la construcción del tren lleva a una serie de impagos que se contagian y llevan a la quiebra del sistema financiero
Guerra Civil 1939 Impago deuda republicana El General Franco reconoce la deuda de los nacionales, pero la deuda del bando republicano no la reconoce nadie por lo que los acreedores no reciben el dinero prestado